La Iglesia católica y su nueva humildad en los 100 primeros días del Papa Francisco

CIUDAD DEL VATICANO.- Es el primer Papa de Roma sudamericano. Es el primer Papa en muchos decenios que saluda a su grey como pastor, como obispo de Roma y, forzosamente, es el Papa que tiene que concluir la tarea que inicio Ratzinger de limpiar la curia de corruptelas y finiquitar lo escándalos de los abusos sexuales por partte de sacerdotes en medio mundo. Han pasado 100 días y el 'estilo Bergoglio', ya se nota en las formas. ¿Llegará al fondo?, se pregunta Qué!

Los 100 primeros días del Papa Francisco han llegado de la mano del segundo caso milagroso que acercan más a Juan Pablo II a la Santidad .Habrá quien vea en ello una señal... El pasado 13 de marzo, en El Vaticano, los jerarcas de la Iglesia católica eligieron por primera vez a un integrante de la Compañía de Jesús como sucesor de Pedro. Jorge Mario Bergoglio, arzobispo argentino de 76 años, debía suceder a Benedicto XVI con quien, además, tendría que convivir en el papado hasta la muerte de éste.

Y ya se describe cono el 'efecto Bergoglio' la ola de ilusión que se ha creado entre los creyentes, que se sienten cercanos a las llamadas a la humildad y a la comunión con los pobres, los perseguidos y necesitados que predica, en cada ocasión, el Papa Francisco que eligió ese nombre para su pontificado no por casualidad, sino para subrayar la cercanía de su pretendida obra con el ejemplo de San Francisco de Asís.

Mucho se ha escrito, también, sobre las coincidencias de Bergoglio con Juan XXIII, en lo que se refiere a su carácter, a su sembalnte y apariencia. Pero este Papa tiene mucho más de ejecutor, de hombre de decisiones fuertes que su antecesor en Roma. Para empezar Francisco, con símbolos, con palabras, con referencias ya ha acercado mucho más la Iglesia a su grey, y parece haberse ganado el crédito de la opinión pública católica, mientras que ha despertado, a golpe de gestos cargados de significado, la curiosidad de quienes no son creyentes.  

Así, según elmundo.es las encuestas señalan que Francisco disfruta de un elevadísimo índice de aprobación. Instituto Demopolis muestra, por ejemplo, que ya se ha metido en el bolsillo al 85% de los italianos -cifra que aumenta al 96% en el caso de los italianos católicos-. Y el 84% de los católicos de Estados Unidos también se declara encantado con él. Hay más: un estudio del Instituto de Investigación de la Religión certifica que tras la elección de Bergoglio como pontífice el 13 de marzo pasado numerosas personas que habían dado la espalda a la Iglesia están volviendo a ella.

En las listas de libros más vendidos de prácticamente todos los países del mundo triunfan las biografías, ensayos y análisis sobre Bergoglio. Los periódicos y publicaciones católicas están aumentando su difusión. La cuenta de Twitter del Papa, que Benedicto XVI dejó con dos millones de seguidores, se ha más que triplicado: ya alcanza los siete millones, y sigue creciendo.

Todo esto ha ocurrido durante sus 100 días con el báculo de Pedro sin que el Papa haya tomado ni una sola decisión de gran calado, algo que ya se espera con cierta impaciencia en lo que tiene que ver con la investigación de las revelaciones de los 'papeles del Vatileaks'. Ha creado un comité de ocho cardenales en el que están representados los cinco continentes y cuya tarea es ayudarle en la reforma de la curia.

Pero nadie duda de que Bergoglio se propone llevar a cabo una limpieza en profundidad en el Vaticano y acabar con el llamado 'lobby gay', un robusto grupo de poder que opera en el corazón de la Santa Sede y cuya existencia el propio Francisco reconoció hace unos días.

Pendiente quedaría alguna decisión terminante sobre el banco vaticano, sacudido por décadas de escándalos y sospechas de lavado de dinero.

De momento, Francisco espera sus grandes obras tras renunciar a vivir en el lujoso apartamento pontificio y comunicándose con los fieles católicos con un lenguaje claro y directo. Su primera victoria, la del márketing, la ganó hace ya tiempo.