CIUDAD DEL VATICANO.- El papa Francisco y el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, abordaron durante su encuentro de hoy en el Vaticano algunos de los problemas del país, como "la pobreza, la lucha contra la criminalidad y el narcotráfico", según informó la oficina de prensa de la Santa Sede.
En la nota del Vaticano, se explicó que en el
encuentro, que duró 20 minutos y se desenvolvió en un "clima de
cordialidad", también se repasó "la situación social y política de
Venezuela" después de la reciente muerte de Hugo Chávez.
Durante el coloquio también el papa hizo
referencia a la presencia histórica de la Iglesia Católica en el país y
"a su decisiva aportación en los ámbitos de la caridad, de la asistencia
sanitaria y de la educación".
También se concordó "en la necesidad de un diálogo
sincero y constante entre la Conferencia Episcopal del país y el Estado
para el desarrollo de toda la nación".
Ambos también repasaron la situación general en
Latinoamérica y en especial hablaron del proceso de paz que se está
llevando a cabo en Colombia.
Maduro no asistió a la misa de comienzo de
pontificado de Francisco, el pasado 19 de marzo, y es por tanto la
primera visita que realiza al papa.
El mandatario venezolano llego acompañado de su
esposa, Cilia Flores, y de una nutrida delegación compuesta entre otros
por el ministro de Exteriores, Elías Jaua, el de Planificación, Jorge
Giordani, y del Petróleo, Rafael Ramírez Carreño.
Maduro explicó a Jorge Mario Bergoglio cómo ayer
Venezuela recogió el premio otorgado por la Organización de Naciones
Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) por haber reducido el
hambre en el país en el último decenio y el papa asintió con un "muy
bien, muy bien" a este esfuerzo.
Durante el tradicional intercambio de regalos,
Maduro obsequió al papa con la Constitución del país, un retrato de
Simon Bolivar y un cuadro de la Virgen de Coromoto, patrona de
Venezuela, y una escultura del doctor José Gregorio Hernández
(1864-1919), que se encuentra en proceso de canonización.
Sobre el médico venezolano, conocido por su
compromiso con los más desfavorecidos, Maduro expresó su deseo ante el
papa de que sea pronto canonizado pues "es un santo del pueblo".
Por su parte, el papa entregó a Maduro una pluma
estilográfica, y como ya hizo con los otros mandatarios
latinoamericanos, el documento de las conclusiones de la reunión que
celebró en Aparecida (Brasil) la Conferencia Episcopal Latinoamericana.
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