CIUDAD DEL VATICANO.- Durante la Misa en Casa Santa Marta el Papa Francisco explicó hoy que
los cristianos deben tener paciencia y confiar en la acción de Dios en
su vida. El Papa aseguró que Dios siempre acompaña a las personas pero lo hace a su manera y eso, a veces, exige ser pacientes.
“El
Señor se toma su tiempo. Pero también Él, en esta relación con nosotros
tiene mucha paciencia. No sólo nosotros debemos tener paciencia: ¡Él la
tiene!, ¡Él nos espera!, ¡Él nos espera hasta el final de la vida!
Pensemos en el buen ladrón, que precisamente al final, al final, ha
reconocido a Dios. El Señor camina con nosotros, pero muchas veces no se
deja ver, como en el caso de los discípulos de Emaús. El Señor se
involucra en nuestra vida, eso es seguro, pero muchas veces no lo vemos.
Esto nos reclama paciencia. Pero el Señor que camina con nosotros,
también tiene mucha paciencia con nosotros”.
El
Papa dijo que el modo de esperar la ayuda de Dios es actuar siempre de
forma irreprensible y no caer en la tentación del escepticismo y la
incredulidad.
“El
Señor decide siempre la forma de entrar en nuestra vida, Muchas veces
lo hace tan lentamente, que corremos el riesgo de perder la paciencia:
'¿Pero Señor, cuándo?' Y rezamos, rezamos... pero no llega su
intervención en nuestra vida. Otras veces, cuando pensamos en aquello
que el Señor nos ha prometido, es tan grande, que somos un poco
incrédulos, un poco escépticos. Y, como Abraham -un poco a escondidas
sonreímos-... Dice esta primera lectura que Abraham ocultó su cara y
sonrió... un poco escéptico: '¿Pero cómo yo, con casi 100 años y mi
mujer con 90 años, tendremos un hijo?”.
“Pero
no lo hace, a los escépticos no puede hacerlo. El Señor se toma su
tiempo. Pero también Él, en esta relación con nosotros tiene mucha
paciencia. No sólo nosotros debemos tener paciencia: ¡Él la tiene!, ¡Él
nos espera!, ¡Él nos espera hasta el final de la vida! Pensemos en el
buen ladrón, que precisamente al final, al final, ha reconocido a Dios.
El Señor camina con nosotros, pero muchas veces no se deja ver, como en
el caso de los discípulos de Emaús. El Señor se involucra en nuestra
vida, eso es seguro, pero muchas veces no lo vemos. Esto nos reclama
paciencia. Pero el Señor que camina con nosotros, también tiene mucha
paciencia con nosotros”.
“Jesús,
en la Cruz, oía como lo desafiaban: 'Desciende, Desciende, baja'.
Paciencia hasta el final, porque Él tiene paciencia con nosotros. Él
acude siempre, Él se involucra con nosotros, pero lo hace a su modo y
cuando el piensa que es mejor. Solamente nos dice aquello que dijo a
Abraham: 'Camina en mi presencia y se perfecto'. Se irreprensible, es
esa la palabra exacta. Camina en mi presencia y procura ser
irreprensible. Esto es caminar con el Señor y el interviene. Pero
debemos esperar, esperar el momento, caminando siempre en su presencia y
buscando ser irreprensibles. Pidamos esta gracia al Señor: 'caminar
siempre en su presencia, buscando ser irreprensibles'”.
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