CIUDAD DEL VATICANO.- La Misa del Papa Francisco en Casa Santa Marta fue hoy un poco especial
porque celebró el 60 aniversario de la ordenación sacerdotal del cardenal Salvatore di Giorgi. Por eso había en la capilla más de 80 sacerdotes concelebrando y el Papa habló en la homilía sobre el papel de los sacerdotes.
El Papa pidió a
los sacerdotes que se esfuercen para ser padres espirituales y obtener
frutos con su trabajo pastoral alegre y generoso.
“Cuando
un hombre no siente ese deseo, algo le falta a ese hombre. Algo no va
bien. Todos nosotros para alcanzar la plenitud, para ser maduros,
debimos sentir la alegría de la paternidad: también nosotros los
célibes. La paternidad es dar vida a los demás, dar vida, dar vida... en
nuestro caso será la paternidad espiritual : pero es dar vida,
convertirnos en padres”.
“Un
padre que sabe que significa defender a los hijos. Y esta es una gracia
que nosotros los sacerdotes debemos pedir: ser padres, ser padres. La
gracia de la paternidad, de la paternidad pastoral, de la paternidad
espiritual. Tendremos muchos pecados, pero eso es del 'común de los
santos': todos tenemos pecados. Pero no tener hijos, no convertirse en
padre, es como si la vida no llegase a su fin: se detiene a mitad de
camino. Y por eso debemos ser padres. Pero es una gracia que el Señor
concede. La gente nos llama así: 'Padre, padre, padre...' Nos quiere
así, padres, con la gracia de la paternidad pastoral”.
“Demos
gracias al Señor por esta gracia de la paternidad en la Iglesia, que va
de padre a hijo... Yo pienso, para terminar, en estos dos iconos y en
una cosa más: la imagen de Abraham con el bastón en la mano, defendiendo
la familia; la imagen del anciano Simeón en el Templo, cuando recibe la
vida nueva: que hace una liturgia espontánea, la liturgia de la
alegría, ante Él. Y en vosotros, ¡que el Señor hoy os conceda mucha
alegría!”
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