CIUDAD DEL VATICANO.- Durante la Audiencia general el Papa continuó explicando las
figuras de la Iglesia que desarrolló el Concilio Vaticano II. En esta
ocasión explicó la Iglesia como templo. Dijo que las personas son el
templo, forman el templo de la Iglesia pero para eso deben ser piedras vivas, alegres, que muestren la belleza del mensaje cristiano.
“Queridos hermanos y hermanas:
Deseo
hoy hablar sobre otra imagen que nos ayuda a ilustrar el misterio de la
Iglesia, la de templo. La palabra templo hace pensar en un edificio, en
una construcción; recuerda el gran Templo de Salomón, lugar donde el
pueblo de Israel se encontraba con Dios; imagen que por la fuerza del
Espíritu Santo se realiza en la Iglesia como “casa de Dios”, lugar de su
presencia. Si aquel antiguo templo fue edificado por los hombres, Dios,
por la encarnación de su Hijo, “construye su casa” para habitar en
medio de nosotros. Así, Cristo es el Templo vivo del Padre, él mismo
edifica su “casa espiritual”, no hecha de piedras materiales, sino de
“piedras vivas”, que somos nosotros.
¿Cómo
vivimos nuestro ser Iglesia? ¿Somos piedras vivas o, por el contrario,
somos, por así decir, piedras cansadas, aburridas, indiferentes? ¿Nos
abrimos a la acción del Espíritu Santo para ser parte activa de nuestra
comunidad o nos cerramos en nosotros mismos, diciendo: “tengo tantas
cosas que hacer, y no es mi obligación”?
Saludo
a los peregrinos de lengua española, en particular a los grupos
provenientes de España, Argentina, Bolivia, Colombia, México y los demás
países latinoamericanos. Pidamos al Señor que, animados por su
Espíritu, seamos siempre piedras vivas de su Iglesia. Muchas gracias.”.
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