viernes, 30 de abril de 2021

El Papa aprueba siete nuevas invocaciones en las Letanías en honor a San José


CIUDAD DEL VATICANO.- En la Solemnidad de San José Obrero, fue publicada la Carta que ha enviado la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, a los Presidentes de las Conferencias de Obispos de toda la Iglesia sobre las “Nuevas Invocaciones en las Letanías en Honor al Patrón de la Iglesia universal”.

La Oficina de Prensa de la Santa Sede dio a conocer este sábado, 1 de mayo, Solemnidad de San José Obrero, la Carta que ha enviado la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, dirigido a los Presidentes de las Conferencias de Obispos de toda la Iglesia sobre las Nuevas Invocaciones en las Letanías en Honor a San José.

Resaltar la figura del Patrón de la Iglesia

En la Misiva, firmada por el Secretario de este Dicasterio, Monseñor Arthur Roche, se recuerda que, en el ciento cincuenta aniversario de la declaración de San José como patrón de la Iglesia universal, el Santo Padre Francisco ha publicado la Carta Apostólica Patris corde, con la intención de «que crezca el amor a este gran santo, para ser impulsados a implorar su intercesión e imitar sus virtudes, como también su resolución». 

En este sentido, ha parecido oportuno actualizar las Letanías en honor de San José, aprobadas en 1909 por la Sede Apostólica, añadiendo siete invocaciones tomadas de las intervenciones de los Papas que han reflexionado sobre algunos aspectos de la figura del Patrón de la Iglesia universal.

Siete nuevas invocaciones

Las nuevas invocaciones han sido presentadas al Santo Padre, quien ha aprobado su inserción en las Letanías de San José, y son las siguientes: «Custos Redemptoris» (cf. san Juan Pablo II, Exhort. Apost. Redemptoris custos); «Serve Christi» (cf. san Pablo VI, homilía del 19-III-1966, citada en Redemptoris custos n. 8 y Patris corde n. 1); «Minister salutis» (san Juan Crisóstomo, citado en Redemptoris custos, n. 8); «Fulcimen in difficultatibus» (cf. Francisco, Carta Apost. Patris corde, prólogo); «Patrone exsulum, afflictorum, pauperum» (Patris corde, n. 5).

Las Letanías en las lenguas locales

Asimismo, la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos exhorta a las Conferencias Episcopales a traducir las Letanías a las lenguas de su competencia y publicarlas; dichas traducciones no necesitarán la confirmatio de la Sede Apostólica. 

“Según su prudente criterio – se lee en la Carta – las Conferencias de los Obispos podrán insertar también, en el lugar apropiado y conservando el género literario, otras invocaciones con las que se honra particularmente a San José en sus países”.

Enséñanos, san José, a hacer cosas grandes siendo el segundo o… el tercero


CIUDAD DEL VATICANO.-  El primero de mayo la Iglesia celebra el día de san José Obrero, patrono de los trabajadores. Esta fiesta expresa la cercanía de la Iglesia al mundo de los trabajadores, a sus preocupaciones, sufrimientos y luchas por una vida y un trabajo dignos.

Mucho sea escrito sobre San José, pero quizá conviene recordar algunas particularidades de este “hombre justo” (Mt 1,19), quien vive la misión a la que es llamado por Dios entre el ser personaje secundario y a la vez importante para la vida de Jesús y de María. El Papa Francisco nos ayuda a descubrir cómo José vivió esta tensión.

La Carta Apostólica de Francisco Patris Corde

Con motivo del 150 aniversario de la declaración de San José como patrono de la Iglesia Universal el Papa Francisco publicó la Carta Apostólica Patris Corde. Recogemos algunos fragmentos que nos ayudarán a conocer al santo justo.

San José en “segunda línea”

El papa reconoce y agradece algunos rasgos distintivos de san José:

Todos pueden encontrar en san José —el hombre que pasa desapercibido, el hombre de la presencia diaria, discreta y oculta— un intercesor, un apoyo y una guía en tiempos de dificultad. San José nos recuerda que todos los que están aparentemente ocultos o en “segunda línea” tienen un protagonismo sin igual en la historia de la salvación. A todos ellos va dirigida una palabra de reconocimiento y de gratitud.

La ternura de Dios

Francisco subraya esta dimensión en la vida de José: “Jesús vio la ternura de Dios en José: «Como un padre siente ternura por sus hijos, así el Señor siente ternura por quienes lo temen» (Sal 103,13).

En la sinagoga, durante la oración de los Salmos, José ciertamente habrá oído el eco de que el Dios de Israel es un Dios de ternura, que es bueno para todos y «su ternura alcanza a todas las criaturas» (Sal 145,9)”.

Padre obediente a Dios

En la vida oculta de Nazaret, bajo la guía de José, Jesús aprendió a hacer la voluntad del Padre. Dicha voluntad se transformó en su alimento diario (cf. Jn 4,34). Incluso en el momento más difícil de su vida, que fue en Getsemaní, prefirió hacer la voluntad del Padre y no la suya propia y se hizo «obediente hasta la muerte […] de cruz» (Flp 2,8). Por ello, el autor de la Carta a los Hebreos concluye que Jesús «aprendió sufriendo a obedecer» (5,8).

“José, hijo de David, no temas”

Como Dios dijo a nuestro santo: «José, hijo de David, no temas» (Mt 1,20), parece repetirnos también a nosotros: “¡No tengan miedo!”. Tenemos que dejar de lado nuestra ira y decepción, y hacer espacio —sin ninguna resignación mundana y con una fortaleza llena de esperanza— a lo que no hemos elegido, pero está allí. Acoger la vida de esta manera nos introduce en un significado oculto. La vida de cada uno de nosotros puede comenzar de nuevo milagrosamente, si encontramos la valentía para vivirla según lo que nos dice el Evangelio.

El Papa Francisco finaliza la Carta Apostólica invitándonos a orar a san José:

Salve, custodio del Redentor
y esposo de la Virgen María.
A ti Dios confió a su Hijo,
en ti María depositó su confianza,
contigo Cristo se forjó como hombre.

Oh, bienaventurado José,
muéstrate, padre también a nosotros
y guíanos en el camino de la vida.
Concédenos gracia, misericordia y valentía,
y defiéndenos de todo mal. Amén.

El Papa visitará otra vez Fátima cuando acuda a las Jornadas Mundiales de la Juventud de 2023 en Lisboa

 LEIRIA.- El Papa Francisco visitará el Santuario de Fátima en 2023, según confirmó él mismo en audiencia privada de media hora en el Vaticano al obispo de Leiria-Fátima, el cardenal Antonio Marto. Será un desplazamiento al santuario ubicado 125 kilómetros al norte de Lisboa tras acudir a las Jornadas Mundiales de la Juventud (JMJ) en la capital portuguesa.

El pasado 12 de marzo, el Papa ya le había expresado al presidente de la República, el muy católico Marcelo Rebelo de Sousa, su voluntad de regresar a Portugal para estar presente en el acontecimiento, que tendrá mejor acogida que nunca en vista de la esperanza y la ilusión de los ciudadanos lusos de cara a esas fechas. El Papa quiere que la cita portuguesa se convierta en uno de los símbolos de la Europa que renace después del calvario de la pandemia.

Las JMJ constituyen la mayor cita católica del mundo. Suelen participar más de un millón de jóvenes de los cinco continentes. Tanto es así que su acto central se celebraría en una base militar próxima a Lisboa: Ota o Monte Real, muy probablemente.

El Patriarcado de la capital portuguesa ya se encuentra trabajando en los preparativos para un acontecimiento tan complejo, que se realiza cada tres años, aunque en esta ocasión -por motivos sanitarios excepcionales- habrán pasado cuatro desde su última celebración.

La solicitud oficial para albergar el encuentro al aire libre se efectuó en 2017, durante la visita del Papa a Fátima con motivo del centenario de las apariciones, aunque los sucesivos gobiernos del país vecino llevaban casi una década con el proyecto en estudio.

Los portugueses saben que la cercanía de Portugal puede hacer que Lisboa y Fátima se inunden de españoles dentro de dos años, como ya sucedió a lo largo del viaje del pontífice argentino al santuario luso.

En las condiciones actuales, las previsiones apuntan a que 2023 será precisamente el año en que se recobrará la ‘normalidad’ en Europa, ya que los augurios para 2022 arrojan algunas dudas a nivel general.

Francisco fue el cuarto jefe de la Iglesia católica que desembarcó en suelo portugués, pues antes lo hicieron Pablo VI en 1967, Juan Pablo II (1982, 1991 y 2000) y Benedicto XVI (2010).

El Papa acaba con el aforamiento de los cardenales y obispos en el Vaticano


CIUDAD DEL VATICANO.- El papa Francisco emitió hoy un "motu proprio" (documento pontificio) que asigna a la justicia ordinaria del Vaticano los eventuales juicios penales a cardenales y obispos, hasta ahora competencia del Tribunal de Casación (Supremo).

El texto modifica la competencia de los órganos jurídicos del Estado de la Ciudad del Vaticano con el objetivo de alcanzar la "igualdad" a la hora de impartir justicia, tal y como el pontífice reclamó en su discurso de apertura del Año Judicial. 

"La exigencia prioritaria es que, también con oportunos cambios normativos, del sistema procesal vigente emerja la igualdad de todos los miembros de la Iglesia y su igual dignidad y posición, sin privilegios que se remontan en el tiempo y que ya no son consonantes con las responsabilidades de cada uno en la 'aedificatio Ecclesiae' (construcción de la Iglesia)", defendió el papa.

En este sentido, explica en el "motu proprio", en la actualidad "se advierte la exigencia" de modificar el ordenamiento jurídico del Estado vaticano para "asegurar a todos un juicio articulado en más grados" y "en línea" con los sistemas judiciales internacionales "más avanzados". 

La ley modificada es la CCCLI, que regula el sistema judicial del Estado pontificio. La primera modificación es la de su artículo sexto, para asignar a la justicia ordinaria los procesos a cardenales y obispos "previo asentimiento del Sumo Pontífice".

Aunque ello con una serie de excepciones establecidas en el artículo 1.401 del Código de Derecho Canónico: "Las causas que se refieren a cosas espirituales o inherentes a ellas" o "la violación de las leyes eclesiásticas y de todo aquello que contenga razón de pecado".

El segundo cambio es la derogación del artículo 24 de la mencionada ley: "La Corte de Casación es la única competente para juzgar, premio consentimiento del Sumo Pontífice, a los cardenales y obispos en las causas penales".

Es decir, un aforamiento hasta ahora reservado a los más altos cargos del Vaticano con el que el Papa ha acabado.

"Esto decido y establezco, no obstante cualquier disposición contraria", termina el documento de Francisco, que entrará en vigor un día después de su publicación en "L'Osservatore Romano".

Un nuevo instituto en el Vaticano para intensificar la lucha contra los abusos


CIUDAD DEL VATICANO.- El presidente del Centro de Protección de Menores de la Pontificia Universidad Gregoriana explica las razones que llevaron a esta institución a evolucionar hacia Instituto de Antropología: con nuestro trabajo apostamos por un cambio de mentalidad, por la lucha contra todo tipo de violencia.

"Una ocasión para seguir trabajando con mayor rigor y energía en la lucha contra los abusos". El presidente del Centro de Protección de Menores de la Pontificia Universidad Gregoriana (CCP), el padre Hans Zollner, ilustra la importante novedad de la transformación del propio CCP en el Instituto de Antropología, estudios interdisciplinarios sobre la dignidad humana y cuidado de las Personas Vulnerables (IADC)

Una metamorfosis, querida por las mismas autoridades académicas y confirmada por la Congregación para la Educación Católica, que no sólo afecta al nombre sino a su profunda esencia, afirma el sacerdote, también miembro de la Comisión Pontificia para la Protección de los Menores: "Hay dos razones para el cambio. La primera es que nuestro CCP no puede tener su personal docente propio  ni otorgar sus títulos académicos propios. 

Ahora, con la transformación en instituto, será posible hacerlo, de manera tal que se pueda hacer crecer más también a docentes y profesores. La segunda es la siguiente: cuando empezamos, hace más de nueve años, la atención del CCP se centraba en el abuso de menores, mientras que, en los últimos cuatro años, hemos visto un cambio, en la opinión pública y en la Iglesia, que ha incluido también a los adultos vulnerables. Debíamos evolucionar necesariamente".

En concreto, ¿cuáles serán los cambios?

R. - Ahora, como Instituto, deberíamos aumentar el personal docente promoviendo al rango de "profesor" a personas que ya han enseñado en el CCP pero que estaban cedidas por otras unidades académicas. 

Luego, estamos trabajando en varios campos, que han surgido recientemente: el abuso espiritual, en el contexto del asesoramiento o la dirección espiritual, el abuso de las religiosas en algunas partes del mundo -un problema importante denunciado por el Papa Francisco hace tres años-, toda la cuestión de la responsabilidad de los superiores religiosos en los casos de abuso.

¿Cuáles son los objetivos de esta nueva realidad?

R. - Seguiremos con nuestros grados académicos y con todas las intervenciones que hagamos en colaboración con otras instituciones como las Conferencias Episcopales o los superiores generales de las congregaciones religiosas. 

Pero sobre todo, como instituto de una universidad, queremos avanzar en la investigación sobre temas concretos: por ejemplo, cómo pueden colaborar las religiones y las distintas disciplinas académicas para aumentar la prevención de los abusos. 

Cabe destacar que nuestros programas son principalmente tres: uno basado en la enseñanza a distancia que ofrecemos a muchas instituciones internacionales. Luego están los programas de diploma, en inglés y español, que duran seis meses y están dirigidos a personas que trabajan en las oficinas de las diócesis o congregaciones religiosas. 

Por último, está la licenciatura, es decir, un título académico de segundo ciclo universitario, que se dirigirá a quienes estén comprometidos con una Iglesia más segura en congregaciones religiosas o conferencias episcopales. Además, existe la posibilidad de ofrecer una licenciatura en antropología que incluya estudios interdisciplinarios.

En definitiva, el nuevo instituto es un instrumento más eficaz, útil para toda la Iglesia, y que marca un nuevo comienzo...

R. - Se trata de una actualización académica, es decir, un avance que también nos da la posibilidad de interactuar con mayor autoridad con nuestros socios académicos. Y entonces, para nosotros, es importante comprometernos con un cambio de mentalidad para que la prevención de los abusos de diversa índole esté siempre en el ADN de la Iglesia.

lunes, 26 de abril de 2021

El Papa ordena nueve sacerdotes: "Sean servidores de Dios, no empresarios"


CIUDAD DEL VATICANO.- En el IV Domingo de Pascua, Fiesta de Jesús Buen Pastor, el Santo Padre exhortó a los nuevos sacerdotes de la Diócesis de Roma a seguir el camino de las cuatro cercanías: "Cercanía con Dios, con el Obispo, con los demás sacerdotes y con el Pueblo de Dios". Además el Pontífice les pidió que se alejen del dinero, la vanidad y el deseo de hacer una "carrera eclesiástica". "Sean servidores de Dios, no empresarios y funcionarios", dijo.

El 25 de abril, IV Domingo de Pascua y 58° Jornada Mundial de oración por las vocaciones dedicada a  San José: el sueño de la vocación; el Papa Francisco presidió la santa Misa en la Basílica de San Pedro a las 9 de la mañana (hora local) en la que ordenó a nueve diáconos formados en los seminarios y colegios de la capital.

En su homilía, el Santo Padre reflexionó sobre la figura de Jesús como el "Buen Pastor" presentada en el Evangelio dominical según san Juan 10, 11-18: el modelo de pastor que da la vida por sus ovejas y al que estos nuevos sacerdotes están llamados a imitar.

En este contexto, el Papa explicó que si bien el Señor Jesús es el único Sumo Sacerdote del Nuevo Testamento, "en Él también todo el pueblo santo de Dios ha sido constituido como pueblo sacerdotal".

Asimismo, Francisco recordó que de entre todos sus discípulos "el Señor Jesús quiso elegir a algunos en particular, para que, ejerciendo públicamente en la Iglesia, en su nombre, el oficio sacerdotal en beneficio de todos los hombres, continuarán su misión personal de maestro, sacerdote y pastor". 

Sigan el camino de las "cuatro cercanías"

Dirigiéndose a estos "hombres elegidos por Dios" para servir a su Iglesia, el Pontífice los exhortó a conducir su vocación sacerdotal por "el bello camino de las cuatro cercanías: cercanía con Dios, con el Obispo, con los demás sacerdotes y con el Pueblo de Dios".

"Porque el estilo de cercanía -afirmó el Sucesor de Pedro- es el estilo de Dios: un estilo de compasión y ternura. No cierren el corazón a los problemas (y verán muchos). Acompañen a la gente en sus problemas. Practiquen la compasión que los llevará al perdón y a la misericordia. Sean misericordiosos, sean 'perdonadores' porque Dios no se cansa de perdonar. Somos nosotros los que nos cansamos de pedir perdón. Deseo que sigan este estilo, que es el estilo de Dios".

"Aléjense del dinero, del orgullo y la vanidad"

Igualmente, el Santo Padre puso en guardia a los diáconos a punto de ser promovidos al orden del presbiterio, sobre la importancia de alejarse del dinero, del orgullo y de la vanidad:

"El diablo entra por los bolsillos. Piensen en esto. Sean pobres como pobre es el santo Pueblo de Dios. No sean trepadores siguiendo la carrera eclesiástica, porque entonces se convertirán en empresarios y funcionarios, que pierden esa pobreza que los asemeja a Cristo pobre, al Crucificado. No sean sacerdotes empresarios sino servidores. Aléjense del dinero", puntualizó el Obispo de Roma.

Por otra parte, el Papa pidió a los ordenandos recordar la belleza del camino de las cuatro cercanías porque Jesús consuela a los pastores:

“Busquen el consuelo en Jesús, en la Virgen, no olviden a la Madre. Sean consolados allí y lleven las cruces, de la mano de Jesús y de la Virgen. No tengan miedo. Si ustedes están cerca del Señor, de los obispos, cerca entre ustedes y cerca del pueblo, no tienen que tener miedo porque todo irá bien”

Francisco en el Regina Coeli: "Jesús es el Buen Pastor que nos salva con su Palabra"


CIUDAD DEL VATICANO.- Comentando el Evangelio del día según san Juan (Jn 10,11-18) que presenta a Jesús como "el verdadero pastor, que defiende, conoce y ama a sus ovejas", el Santo Padre destacó dos aspectos del estilo de cercanía que aplica el Hijo de Dios para cuidar su "rebaño": su autenticidad y su bondad.

En este cuarto domingo de Pascua, llamado domingo del Buen Pastor, el Papa Francisco rezó la oración mariana del Regina Coeli asomado desde la ventana del Palacio Apostólico del Vaticano tras haber celebrado en la Basílica Vaticana una Misa en la que ordenó a nueve sacerdotes para la Diócesis de Roma.

Comentando el Evangelio del día según san Juan (Jn 10,11-18) que presenta a Jesús como "el verdadero pastor, que defiende, conoce y ama a sus ovejas", el Santo Padre destacó dos aspectos del estilo de cercanía con el que se relaciona el Hijo de Dios con su "rebaño".

Jesús: Pastor verdadero y bueno

En primer lugar, "Él se opone al pastor asalariado a quien no le importan las ovejas, porque no son suyas y que hace este trabajo solo por la paga: no se preocupa por defenderlas y cuando llega el lobo huye abandonándolas (cfr vv. 12-13)".

En cambio Jesús es un pastor verdadero - continuó explicando el Pontífice- "nos defiende y nos salva en muchas situaciones difíciles, peligrosas, mediante la luz de su palabra y la fuerza de su presencia, que experimentamos especialmente en los Sacramentos".

El segundo aspecto que subrayó Francisco es la bondad de Jesús "pastor bueno, conoce a sus ovejas y las ovejas le conocen a Él".

“Para Él no somos masa ni multitud. Somos personas únicas, cada uno con la propia historia, cada uno con el propio valor, tanto como criatura como redimido por Cristo. Cada uno de nosotros puede decir: ¡Jesús me conoce! Es verdad, es así: Él nos conoce como nadie más. Solo Él sabe qué hay en nuestro corazón, las intenciones, los sentimientos más escondidos. Jesús conoce nuestras fortalezas y nuestras debilidades, y está siempre listo para cuidar de nosotros, para sanar las llagas de nuestros errores con la abundancia de su gracia. En Él se realiza plenamente la imagen del pastor del pueblo de Dios delineada por los profetas: se preocupa por sus ovejas, las reúne, venda la que está herida, cura la que está enferma”

El amor de Cristo abraza a todos

En este contexto, el Papa puntualizó que Jesús Buen Pastor "defiende, conoce, y sobre todo ama a sus ovejas" y precisamente el amor por sus ovejas, es decir por cada uno de nosotros, "lo lleva a morir en la cruz, porque esta es la voluntad del Padre, que nadie se pierda".

Asimismo, Francisco hizo hincapié en que el amor de Cristo no es selectivo sino que abraza a todos.

“Así nos lo recuerda Él mismo en el Evangelio de hoy, cuando dice: «También tengo otras ovejas que no son de este redil; también a esas las tengo que conducir y escucharán mi voz; y habrá un solo rebaño, un solo pastor» (Jn 10,16). Estas palabras dan fe de su inquietud universal: Jesús quiere que todos puedan recibir el amor del Padre y tener la vida”

El Santo Padre finalizó su alocución indicando que la Iglesia está llamada a llevar adelante esta misión universal de Cristo ya que Jesús ha dado la vida por toda la humanidad (no solo por los que frecuentan las comunidades o parroquias) y por ello los cristianos tenemos que testimoniar su amor, con actitud humilde y fraterna a todos y cada uno, sin exclusión.

"Hermanos y hermanas, Jesús defiende, conoce y ama a cada una de sus ovejas. María Santísima nos ayude a acoger y seguir nosotros los primeros al Buen Pastor, para cooperar con alegría a su misión", concluyó Francisco.

domingo, 18 de abril de 2021

Dice el Papa: “Jesús no es un fantasma, es una Persona viva”


CIUDAD DEL VATICANO.- En el tercer domingo de Pascua el Papa Francisco habla de tres verbos que expresan amor: mirar, tocar y comer, y recuerda que ser cristianos “no es una doctrina o un ideal moral, es una relación viva con el Señor Resucitado” porque lo miramos, lo tocamos y nos alimentamos de Él.

Después de varias semanas, el Pontífice se ha vuelto a asomar este mediodía desde el balcón del Palacio Apostólico para rezar el Regina Coeli junto a los fieles presentes en la Plaza de San Pedro y no desde la Biblioteca Vaticana como lo estaba haciendo, con motivo de las restricciones por la pandemia.

Desde el balcón, en este tercer domingo de Pascua, el Papa Francisco ha reflexionado acerca del evangelio del día según Lucas, donde desde el Cenáculo, en Jerusalén, Cristo resucitado se presenta en medio del grupo de discípulos y los saluda diciendo: «¡La paz con vosotros!», pero “estaban asustados y creían «ver un fantasma»” dice el Papa. Entonces Jesús les muestra las llagas de su cuerpo y dice: «Mirad mis manos y mis pies; soy yo mismo. Palpadme» y para convencerlos, les pide comida y la come ante su mirada atónita.

Francisco asegura que hay dos detalles en esta descripción: el primero es que “dice el evangelio que los apóstoles por la gran alegría aun no creían, era tal la alegría que tenían que no podían creer que fuera verdad”. 

El otro detalle que señala el Papa es que “estaban atónitos, sorprendidos, porque el encuentro con Dios siempre te lleva al estupor, va mas allá del entusiasmo y la alegría y estos estaban felices, pero era una felicidad que les hacia pensar: esto no puede ser”. 

 “Es el estupor de la presencia de Dios – dice el Papa – no se olviden de este estado de ánimo”.

El Pontífice asegura que este pasaje evangélico se caracteriza por tres verbos muy concretos “que en cierto sentido reflejan nuestra vida personal y comunitaria: mirar, tocar y comer”. “Tres acciones – dice – que pueden dar la alegría de un verdadero encuentro con Jesús vivo”. 

De hecho – subraya – “este pasaje del Evangelio nos dice que Jesús no es un “fantasma”, sino una Persona viva” y nos recuerda que ser cristianos “no es ante todo una doctrina o un ideal moral, es una relación viva con él, con el Señor Resucitado: lo miramos, lo tocamos, nos alimentamos de él y, transformados por su amor, miramos, tocamos y nutrimos a los demás como hermanos y hermanas”.

Mirar: uno de los verbos del amor

“Mirad mis manos y mis pies” —dice Jesús. El Santo Padre ha explicado que “mirar” no es solo ver, sino que también implica “intención y voluntad”. Por eso – dice el Papa – es uno de los verbos del amor: “La madre y el padre miran a su hijo, los enamorados se miran recíprocamente; el buen médico mira atentamente al paciente... Mirar es un primer paso contra la indiferencia, contra la tentación de volver la cara ante las dificultades y sufrimientos ajenos”.

Tocar: el amor pide cercanía y contacto

El segundo verbo que señala el Papa es “tocar” y retoma el evangelio de hoy para explicar que, Jesús, al invitar a los discípulos a palparle, para que constaten que no es un fantasma, “les indica a ellos y a nosotros que la relación con él y con nuestros hermanos no puede ser “a distancia”. 

“No existe un cristianismo a distancia – subraya el Papa – no existe solamente un cristianismo solo en el ámbito de la mirada”. Es más, el Papa asegura que el amor “pide cercanía, contacto, compartir la vida”. De hecho – puntualiza – “el buen samaritano no solo miró al hombre que encontró medio muerto en el camino: se inclinó, curó sus heridas, lo subió a su montura y lo llevó a la posada. Y lo mismo ocurre con Jesús: amarlo significa entrar en una comunión vital y concreta con él”.

Comer en familia y amigos es una expresión de amor

Por último, Francisco habla del verbo “comer” y asegura que “expresa bien nuestra humanidad en su indigencia más natural, es decir, nuestra necesidad de nutrirnos para vivir”. “Pero comer – insiste – cuando lo hacemos juntos, en familia o con amigos, también se convierte en expresión de amor, de comunión, de fiesta”. 

“¡Cuántas veces los Evangelios nos muestran a Jesús que vive esta dimensión convival! –  exclama el Papa – hasta el punto de que el banquete eucarístico se ha convertido en el signo emblemático de la comunidad cristiana”. Por eso, para el Papa, “comer juntos” es “el centro de la vida cristiana”.

Monseñor Josep Angel Saiz Meneses, nuevo arzobispo de Sevilla


 CIUDAD DEL VATICANO.- Tal como se informa en el Boletín de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, en la administración ordinaria de la Iglesia el Santo Padre aceptó la renuncia al gobierno pastoral de la archidiócesis metropolitana de Sevilla, en España, presentada por Monseñor Juan José Asenjo Pelegrina. Y nombró en su lugar a Monseñor Josep Àngel Saiz Meneses, trasladándolo de la diócesis de Terrassa.

Monseñor Josep Angel Saiz Meneses

Monseñor Josep Angel Saiz Meneses nació el 2 de agosto de 1956 en Sisante (Cuenca). Realizó sus primeros estudios eclesiásticos en el seminario de la archidiócesis metropolitana de Barcelona. Tras ser trasladado al seminario de Toledo, fue ordenado sacerdote el 15 de julio de 1984 para la archidiócesis primada de España. En 1989 se incardinó en Barcelona y se licenció en Teología por la Facultad de Teología de Cataluña.

Desempeñó los siguientes cargos: vicario parroquial y párroco en la archidiócesis metropolitana de Toledo (1984-1989); en Barcelona fue vicario parroquial de Sant Andreu de Palomar (1989-1992), rector de la Virgen del Rosario en Cerdanyola del Vallés (1992), responsable de la pastoral universitaria en la Universidad Autónoma de Bellaterra (1992), asesor del Movimiento Cursillos de Cristiandad (1994-1996), secretario general y canciller de la Curia (2000-2001). 

El 30 de octubre de 2001 fue nombrado obispo titular de Selemsele y auxiliar de Barcelona y consagrado el 15 de diciembre siguiente. El 15 de junio de 2004 se convirtió en el primer obispo de la recién erigida diócesis de Terrassa.

En la Conferencia Episcopal Española fue miembro de la Comisión Episcopal de Apostolado de los Laicos (2002-2017); miembro de la Comisión de Enseñanza y Catequesis (2002-2005); miembro de la Comisión de Vida Consagrada (2005-2008); presidente de la Comisión de Seminarios y Universidades (2008-2014); miembro de la Comisión Episcopal de Pastoral (2017-2020). Desde marzo de 2020 es miembro del Comité Ejecutivo y de la Comisión Permanente.

 


Monseñor Luis Alberto Barrera Pacheco

Por otra parte, el Santo Padre nombró obispo de la diócesis del Callao en Perú, a Monseñor Luis Alberto Barrera Pacheco, M.C.C.J., trasladándolo de la diócesis de Tarma.

Monseñor Luis Alberto Barrera Pacheco, M.C.C.J., nació el 16 de noviembre de 1966 en Gorgor, Cajatambo, diócesis de Huacho. Hizo su profesión solemne con los Misioneros Combonianos el 19 de noviembre de 1994. Fue ordenado sacerdote el 10 de junio de 1995. Estudió filosofía y teología en el Instituto Superior de Estudios Teológicos Juan XXIII de Lima.

Ocupó los siguientes cargos: de 1996 a 2000, párroco de Santa Ana de Dekoa, diócesis de Kaga-Bandoro, República Centroafricana; de 2001 a 2007, formador de postulantes combonianos en Bangui, República Centroafricana; de 2011 a 2016, Superior provincial de los combonianos para Perú y Chile; y de 2012 a 2016, vicepresidente de la Conferencia de Superiores Mayores de Religiosos en Perú. Elegido obispo de Tarma el 25 de octubre de 2016, fue ordenado obispo el 18 de diciembre siguiente.

Nuevos consultores de la Congregación para las Causas de los Santos

Además, el Pontífice nombró consultores de la Congregación para las Causas de los Santos a los reverendos Vito Mignozzi, decano de la Facultad de Teología de Apulia (Italia) y John Mockler, doctor en Teología espiritual.

jueves, 8 de abril de 2021

Muere el teólogo suizo Hans Küng, uno de los mayores pensadores del siglo XX


CIUDAD DEL VATICANO.- Hans Küng (Sursee, Suiza, 1928) fallecía esta semana en Tubinga (Alemania), según anunció la Fundación Ética Global que el propio Küng había creado, a los 93 años.

 La vida del sacerdote helvético no se entiende sin su relación con Joseph Ratzinger, con quien compartió puntos de vista en su juventud para después defender ideas totalmente opuestas. Tanta distancia había entre ambos que Küng no dudó en calificar como «una decepción gigantesca» su elección como Papa. Nunca entendió cómo era posible que «un teórico tan dotado, amable y abierto como Joseph Ratzinger ha podido cambiar y convertirse en el gran inquisidor romano».

Los caminos de los dos pensadores religiosos se cruzaron en el Concilio Vaticano II. Ambos acudieron a la cita como dos de los teólogos jóvenes más prometedores. Ratzinger como asesor teológico del cardenal de Colonia, Josef Frings, y Küng como consultor de los obispos helvéticos. Küng se había ordenado sacerdote en 1954 tras licenciarse en Teología por la Universidad Gregoriana de Roma. 

Desde 1960 era profesor en la Universidad de Tubinga. Tres años más tarde, con la muerte de Juan XXIII en pleno concilio, los postulados de los dos jóvenes teólogos se van separando, manteniendo fuertes discusiones teológicas y de visión de la Iglesia. Küng apostaba por una institución más humilde y abierta.

Abolición del celibato para los clérigos, autorización para ordenar sacerdotes a las mujeres, eliminación de la Congregación para la Doctrina de la Fe (la otrora poderosa Inquisición), remodelación profunda de la Curia romana o una mayor transparencia a las finanzas eclesiásticas. Son algunas de las recetas que Hans Küng ofrecía a Roma para lograr una mayor democratización de la Iglesia católica con la que estuvo enfrentado por el rumbo que había tomado la Santa Sede desde el Concilio Vaticano II. Era uno de los pensadores más importantes del siglo XX, azote de los papados de Juan Pablo II y Benedicto XVI.

El teólogo reconocía en '¿Tiene la salvación la Iglesia' (Trotta, 2013), uno de sus últimos libros publicados antes de su retirada de la vida pública, que no podía «estar callado». Lo demostró desde sus primeras obras. En 'La Iglesia' (1967), abogaba por suprimir la censura previa de los libros teológicos (el 'imprimatur') o la abolición del celibato. Nueve años más tarde, se manifestaba en contra de la infalibilidad del Papa en '¿Infalible? Una pregunta'.

Estas obras le supusieron sendos sumarios de la Congregación para la Doctrina de la Fe. En 1975 era amonestado y cuatro años más tarde se le retiraba el título de teólogo católico aunque siguió siendo profesor en su universidad. Nunca fueron revocadas sus facultades sacerdotales. En sus decenas de libros, Küng entremezcla, la filosofía, el derecho, la ética y la religión, convencido de que no habrá paz en el mundo sin paz entre los diferentes credos. Fruto de esta necesidad de mantener un diálogo permanente, creó en 1995 la Fundación Ética Global.

Ocho años más tarde, líderes políticos y religiosos alemanes pidieron la rehabilitación para Küng, algo a lo que se negó Benedicto XVI y parecía que le podía conceder el papa Francisco, cuya elección en 2013 fue calificada por el sacerdote suizo como «la mejor elección posible, ya que es un latinoamericano de mente abierta».

Con su antecesor como obispo de Roma, hubo un intento de reconciliación. Se reunieron durante cuatro horas el 24 de septiembre de 2005. Hablaron de ética mundial, aparcando sus profundas creencias dogmáticas. «Este Papa habla conmigo. Su predecesor, durante 27 años, no respondió a mis cartas», indicó Küng. Las diferencias persistieron y el teólogo suizo, en 2010, criticaba la parsimonia del Papa con los casos de pederastia en la Iglesia.