CIUDAD DEL VATICANO.- El papa Francisco advirtió hoy del "peligro de pensar de manera
mundana" y aseguró que cuando los hombres no se dejan guiar por Dios,
sino que permiten que prevalezca "la lógica del poder humano", entonces
se convierten "en piedras de tropiezo".
El pontífice hizo estas
manifestaciones ante las miles de personas que acudieron a la solemne
misa de San Pedro y San Pablo, los fundadores de la Iglesia de Roma, que
ofició en la basílica de San Pedro del Vaticano y donde celebró la
ceremonia de imposición del palio, símbolo de comunión con el obispo de
Roma, a 35 arzobispos, entre ellos once latinoamericanos.
Las
declaraciones del pontífice llegan un día después del nuevo escándalo
que ha sacudido el llamado Banco Vaticano, el Instituto para las Obras
de Religión (IOR), con el arresto de un alto prelado italiano, Nunzio
Scarano, acusado de fraude y corrupción en una investigación sobre las
supuestas irregularidades en la gestión de dicha institución.
"Cuando
dejamos que prevalezcan nuestras ideas, nuestros sentimientos, la
lógica del poder humano, y no nos dejamos instruir y guiar por la fe,
por Dios, nos convertimos en piedras de tropiezo", dijo el pontífice,
quien subrayó que "la fe en Cristo es la luz" en la vida de los
cristianos y de los ministros de la Iglesia.
En una homilía en la
que habló sobre el ministerio petrino y se preguntó "qué está llamado a
confirmar el obispo de Roma", Francisco señaló que, "ante todo,
confirmar en la fe", al igual que "confirmar en el amor" y "confirmar en
la unidad".
Así, subrayó la "gran riqueza" que supone "la
variedad en la Iglesia", que se funde siempre "en la armonía de la
unidad, como un gran mosaico en el que las teselas se juntan para formar
un único gran diseño de Dios".
Un elemento que, subrayó, "debe
impulsar a superar siempre cualquier conflicto que hiere el cuerpo de la
Iglesia. Unidos en las diferencias: éste es el camino de Jesús".
El
papa Francisco recordó, además, que San Pablo sólo disponía de un arma:
"el mensaje de Cristo y la entrega de toda su vida por Cristo y por los
demás. Y es precisamente su exponerse en primera persona, su dejarse
consumar por el Evangelio, el hacerse todo para todos, sin reservas, lo
que lo hizo creíble y ha edificado la Iglesia".
"El obispo de Roma
está llamado a vivir y a confirmar en este amor a Jesús y a todos sin
distinción, límites o barreras", aseveró.
A la ceremonia, como es
tradición, asistió una delegación del Patriarcado Ecuménico de
Constantinopla, encabezada por el metropolitano de Pérgamo, Ioannis
Zizioulas, copresidente de la Comisión mixta internacional para el
diálogo teológico entre la Iglesia Católica y la Iglesia Ortodoxa.
En
la festividad de hoy, Francisco cumplió, asimismo, con la milenaria
tradición de imponer el palio a los arzobispos nombrados este año, en
esta ocasión 35, entre ellos once latinoamericanos.
Estuvieron
presentes en la ceremonia 34 de los 35 arzobispos que debían recibir el
palio de manos de Francisco en su primer año de pontificado, puesto que
el de Hue (Vietnam), lo recibió en su Sede Metropolitana.
Francisco
recalcó a los arzobispos que hoy recibieron el palio que éste es "un
signo de la comunión con el obispo de Roma, con la Iglesia universal, y
que supone el compromiso de ser instrumentos de comunión".
La
ceremonia de bendición e imposición del palio tuvo lugar al principio de
la misa que ofició el pontífice y siguió así la línea establecida el
año pasado por el papa emérito Benedicto XVI, ya que con anterioridad la
imposición de estas estolas, elaboradas con lana de corderos
bendecidos, se realizaba tras la homilía.
De Latinoamérica, el
papa impuso el palio a los brasileños Antonio Carlos Altieri, arzobispo
de Passo Fundo; a Eduardo Castriani, arzobispo de Manaus, y a Moacir
Silva, arzobispo de Ribeirao Preto, así como a los bolivianos Jesús
Juárez Párraga, arzobispo de Sucre, y Alfredo Gualberti Calandrina,
arzobispo de Santa Cruz de la Sierra.
Otros arzobispos
latinoamericanos que recibieron el palio fueron los mexicanos Rogelio
Cabrera López, arzobispo de Monterrey; Alfonso Cortés Contreras,
arzobispo de León, y Fabio Martínez Castilla, arzobispo de Tuxtla
Gutiérrez, así como los argentinos Carlos María Franzini, arzobispo de
Mendoza; Ramón Alfredo Dus, arzobispo de Resistencia, y Mario Aurelio
Poli, arzobispo de Buenos Aires.
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