jueves, 13 de mayo de 2021

El Papa dice a los peregrinos de Fátima que es hora de rezar por el mundo entero


 FÁTIMA.- El Papa Francisco ha dicho hoy, en un videomensaje a los peregrinos en Fátima, que es el momento de pedir por el mundo entero, en un momento en el que muchos sufren la pandemia.

"Este es el momento de pedir a la Madre por el mundo entero (...) y por cada uno de nosotros, por vuestras familias, por vuestra patria, por Portugal", dijo Francisco en el mensaje presentado en los momentos iniciales de la misa de la peregrinación internacional de aniversario al Santuario de Fátima.

Tras saludar a los fieles "de manera especial" y agradecer su presencia en el santuario, el Papa hizo un llamamiento a "todos los que están sufriendo con esta pandemia del covid-19, por tantos que han perdido sus trabajos, sus seres queridos", advirtiendo de "tanta pobreza y miseria que está generando esta pandemia."

"Este es el momento de la oración", subrayó e instó a los fieles a no olvidar nunca a la Virgen de Fátima. Dirigiendo una bendición a los peregrinos, el Papa también les pidió que rezaran por él.

El mensaje de vídeo fue recibido con aplausos por los 7.500 fieles que podían estar en la zona de oración, un número estipulado debido a la pandemia del covid-19.

La peregrinación internacional de mayo al Santuario de Fátima, presidida por el cardenal Tolentino Mendonça, concluye hoy, cuando se cumplen 40 años del atentado contra Juan Pablo II, en Roma, cuya bala está en la corona de la Imagen de Nuestra Señora.

Las celebraciones, 104 años después de los sucesos de Cova da Iria, comenzaron a las 9:00, con el rezo del rosario, y luego la misa seguida de la procesión de despedida.

El cardenal Tolentino Mendonça pide desde Fátima que la crisis sanitaria no sea una crisis de esperanza




FÁTIMA.-El cardenal Tolentino Mendonça advirtió hoy sobre las otras crisis derivadas de la pandemia covid-19, como la precariedad laboral y la pobreza, y pidió que no se trate de una crisis de esperanza.

"La crisis sanitaria ha activado otras crisis, en el ámbito social, en la precariedad laboral, en el agravamiento de las dificultades económicas, en la pobreza que crece y no sólo entre los segmentos considerados más frágiles, en el debilitamiento del ámbito educativo, en la disminución de presencias en las comunidades cristianas y en la incertidumbre que pesa sobre la vida de tantos", afirmó Tolentino Mendonça.

El cardenal, que preside la peregrinación internacional del aniversario de mayo al Santuario de Fátima, que ha comenzado hoy, recordó que la pandemia "ha cobrado vidas y ha sembrado el dolor" y se remontó a los sucesos de Cova da Iria, en 1917.

"De repente, nos sentimos trasladados a la época de los santos pastores Francisco y Jacinta Marto, cuando la pandemia de fiebre española se cobraba millones de víctimas", dijo en la homilía que siguió a la procesión de las velas, pidiendo a la Virgen de Fátima que "ilumine el dolor de todos, sin fronteras ni distinciones", de los cercanos y de los lejanos, de los creyentes y de los no creyentes, "como si fueran uno solo".

"Que escuches, en el silencio de esta noche, la fatiga y los esfuerzos, la soledad y las lágrimas, el cansancio y las necesidades de todos, que veles por la gran familia humana herida y nos movilices a todos para el urgente reto de consolar, cuidar y reconstruir", continuó el archivero y bibliotecario del Vaticano.

La Virgen de Fátima también pidió que la crisis actual "no se convierta en una crisis de esperanza", ya que la esperanza es necesaria para "mirar más adelante, para ganar confianza y para compartir".

"Necesitamos esperanza para transformar los obstáculos en caminos y los caminos en nuevas oportunidades", subrayó.

Señalando que la presencia en Fátima no es sólo para pedir, sino también para dar gracias, el cardenal destacó que si cada persona "tiene una historia de sufrimiento que contar, también tiene historias de amor, de reencuentro, de ayuda mutua y de solidaridad y estas historias constituyen un patrimonio" que no puede olvidarse, así como "el testimonio de quienes ponen el bien de los demás por encima de su propio bien".

En un recinto en el que estaban presentes 7.500 personas, el máximo permitido debido a la pandemia del covid-19, el cardenal destacó que "las turbulencias de la pandemia" ayudaron a "identificar lo esencial con mayor claridad", dirigiéndose de nuevo a la Virgen, para pedir que "este dolor sirva para algo".

"Que todo este sufrimiento nos haga mejores, más espirituales, más humanos y más fraternos", añadió.

La semana pasada, el Santuario de Fátima, en el municipio de Ourém (Santarém), anunció que las celebraciones de la peregrinación del 12 y 13 de mayo tienen un límite de 7.500 personas, justificando que la pandemia del covid-19 "no ofrece todavía garantías" para acoger "sin reservas" a todos los fieles.

En 2020, debido a la pandemia, la peregrinación de los días 12 y 13 de mayo al Santuario de Fátima tuvo lugar sin fieles, lo que ocurrió por primera vez en la historia del templo mariano. En la peregrinación de octubre no se alcanzó el límite estipulado de 6.000 personas.

Asignados los Premios de las Academias Pontificias


CIUDAD DEL VATICANO.- La edición 2020 del Premio de las Academias Pontificias ha sufrido un aplazamiento inevitable debido a la emergencia del Covid-19, el Secretario de Estado, en nombre del Santo Padre, entregará a los ganadores sus respectivos premios, a principios del próximo año.

La Oficina de Prensa de la Santa Sede dio a conocer que la propuesta del Consejo de Coordinación de las Academias Pontificias, el Premio 2020, reservado a la Pontificia Academia Romana de Arqueología y a la Pontificia Academia Cultorum Martyrum, y consistente en la Medalla de Oro del Pontificado, ha sido otorgado al Prof. Győző Vörös, miembro de la Academia Húngara de las Artes, por el proyecto "The Machaerus Archaeological Excavations", ilustrado en tres volúmenes publicados por Edizioni Terra Santa (2013, 2015, 2019).

Asimismo, da a conocer que, a propuesta del Consejo de Coordinación de las Academias Pontificias, la Medalla de Plata del Pontificado se ha concedido al Dr. Domenico Benoci, por su tesis doctoral inédita "Le Iscrizioni Cristiane dell'Area I di Callisto", discutida en el Pontificio Instituto de Arqueología Cristiana, y al Dr. Gabriele Castiglia, por la monografía "Topografia Cristiana della Toscana centro-settentrionale (Città e campagne dal IV al X secolo)", Pontificio Istituto de Arqueología Cristiana, Ciudad del Vaticano 2020.

La sesión de las Academias Pontificias, en la que el Secretario de Estado, en nombre del Santo Padre, entregará a los ganadores sus respectivos premios, se celebrará a principios del próximo año, coincidiendo con la conmemoración del bicentenario del nacimiento del arqueólogo Giovanni Battista De Rossi, fundador de la moderna arqueología cristiana y Magister del Collegium Cultorum Martyrum.

miércoles, 12 de mayo de 2021

Agotadas las plazas para 7.500 peregrinos en el Santuario de Fátima


FÁTIMA.- El Santuario de Fátima alcanzó a las 20:25 horas el aforo máximo de 7.500 personas, establecido con motivo de la pandemia covid-19, informó hoy una fuente oficial de la institución.

El límite máximo se alcanzó una hora antes del inicio de la peregrinación internacional de mayo al santuario, que comienza a las 21:30 con el rezo del rosario, seguido de la procesión con velas y la celebración de la palabra.

Esta mañana, los peregrinos ya estaban en el recinto marcando sus lugares o dejando sillas atadas a las barras para garantizar su presencia en las celebraciones de la noche.

La peregrinación internacional del mes de mayo al Santuario de Fátima, 104 años después de los acontecimientos de Cova da Iria, está presidida por el cardenal José Tolentino Mendonça, bibliotecario y archivero del Vaticano.

El año pasado, debido a la pandemia, la peregrinación del 12 y 13 de mayo al Santuario de Fátima se realizó sin fieles, lo que supuso la primera vez en la historia del templo mariano. En la peregrinación de octubre no se alcanzó el límite estipulado de 6.000 personas.

La semana pasada, el Santuario de Fátima, en el municipio de Ourém (Santarém), anunció que las celebraciones de la peregrinación de los días 12 y 13 de mayo tendrán un límite de 7.500 personas, justificando que la pandemia del covid-19 "todavía no ofrece garantías" para acoger "sin reservas" a todos los fieles.

Catequesis del Papa: “Rezar no es fácil; es un combate alegre y fatigoso”


CIUDAD DEL VATICANO.- Hoy el Papa Francisco ha continuado su ciclo de Catequesis sobre la oración cristiana, y ha asegurado que “rezar no es algo fácil” y que ninguno de los grandes oradores que encontramos en la Biblia y en la historia de la Iglesia “ha tenido una oración cómoda”, de hecho, ha dicho: “se puede rezar como los loros - bla, bla, bla - pero eso no es rezar”.

Durante la Audiencia General de este miércoles 12 de mayo, el Pontífice ha querido mostrar el otro lado de la oración, ese del que no se suele hablar, y que es ese “combate interior, a veces duro – dice el Papa – que puede acompañar también periodos largos de la vida”. “Rezar no es fácil, ha dicho Francisco, y por eso escapamos de la oración”.  

También ha explicado que todos los hombres y las mujeres de Dios mencionan no solamente la alegría de la oración, sino también la molestia y la fatiga que puede causar. “Algún santo la ha llevado adelante durante años sin sentir ningún gusto, sin percibir la utilidad” ha expresado el Papa, explicando que el silencio, la oración y la concentración “son ejercicios difíciles, y alguna vez la naturaleza humana se rebela”. 

“Preferiríamos estar en cualquier otra parte del mundo, pero no ahí, en ese banco de la iglesia rezando” continúa el Santo Padre, y recuerda que quien quiere rezar “debe recordar que la fe no es fácil, y alguna vez procede en una oscuridad casi total, sin puntos de referencia”.

El Catecismo enumera una larga serie de enemigos de la oración

Después, se ha centrado en “los enemigos de la oración” que cita el Catecismo, aquellos que hacen que sea difícil rezar y que nos ponen en dificultad, como por ejemplo “que algunos dudan de que esta pueda alcanzar verdaderamente al Omnipotente”; otros, en cambio – dice el Papa – “sospechan que la oración sea una mera operación psicológica; algo que quizá es útil, pero no verdadera ni necesaria: se podría incluso ser practicantes sin ser creyentes”. 

El Papa asegura que los peores enemigos de la oración “están dentro de nosotros” y el Catecismo los llama así: “desaliento ante la sequedad, tristeza de no entregarnos totalmente al Señor, porque tenemos “muchos bienes”, decepción por no ser escuchados según nuestra propia voluntad; herida de nuestro orgullo que se endurece en nuestra indignidad de pecadores, difícil aceptación de la gratuidad de la oración, etc.”.

En la historia de la espiritualidad encontramos ejemplos útiles para hoy

Ante esta situación en la que la oración no es siempre de “color rosa”, el Papa invita a explorar la historia de la espiritualidad, en la que notamos enseguida cómo los maestros del alma tenían bien clara la situación que hemos descrito y para superarla, cada uno de ellos ofreció alguna contribución que mostraba la importancia de resistir y de perseverar en la oración.

“Sería interesante repasar al menos algunos de estos consejos – dice – por ejemplo, los Ejercicios espirituales de San Ignacio de Loyola que enseñan a poner en orden la propia vida. Hace entender que la vocación cristiana es militancia, es decisión de estar bajo la bandera de Jesucristo y no bajo la del diablo, tratando de hacer el bien también cuando se vuelve difícil”.

Francisco también pone de ejemplo a San Antonio abad, el fundador del monacato cristiano, en Egipto, quien “afrontó momentos terribles en los que la oración se transformaba en dura lucha” dice el Papa. 

 “Su biógrafo San Atanasio, obispo de Alejandría, narra que uno de los peores episodios le sucedió al Santo ermitaño en torno a los treinta y cinco años, mediana edad que para muchos conlleva una crisis. Antonio fue turbado por esa prueba, pero resistió. Cuando finalmente volvió a la serenidad, se dirigió a su Señor con un tono casi de reproche: «¿Dónde estabas? ¿Por qué no viniste enseguida a poner fin a mis sufrimientos?». Y Jesús respondió: «Antonio, yo estaba allí. Pero esperaba verte combatir»”.

Esto son solo ejemplos con los que el Pontífice ha querido transmitir ánimos, pero lo mas importante es recordar que Jesús siempre está con nosotros: “si en un momento de ceguera no logramos ver su presencia, lo lograremos en un futuro”.

Luchar en la oración para pedir la gracia

Al final de la Audiencia General, el Santo Padre ha puesto un ejemplo más, esta vez, basado en una experiencia que vivió bien de cerca cuando estaba en una diócesis la Argentina. Se trata de la historia de un matrimonio que tenía una hija de nueve años con una enfermedad que los médicos no sabían qué era y que diagnosticaron como incurable. Los médicos dijeron a los padres que a la pequeña le quedaban horas de vida. “Puede que el hombre no fuera a misa todos los domingos – ha dicho el Papa – pero tenía una gran fe”.

 Francisco continúa narrando que el padre de la niña, tras la noticia, tomó un tren e hizo un viaje de setenta kilómetros hasta la Basílica de Nuestra Señora de Luján, la Patrona de Argentina. Cuando llegó, la Basílica ya estaba cerrada, eran casi las diez de la noche, pero el hombre se aferró a las rejas de la Basílica y durante toda la noche rezó a la Virgen, luchando por la salud de su hija. 

“Esto no es una fantasía; ¡lo he visto! Lo he vivido” dice Francisco. Finalmente, a las seis de la mañana, se abrió la iglesia y entró a saludar a la Virgen y se fue a casa. 

“Estuvo toda la noche luchando”. Cuando llegó, vio a su mujer sonriendo y diciendo: "No sé qué ha pasado, los médicos dicen que ha cambiado así y que ya está curada". 

 “Aquel hombre que luchaba con la oración tenía la gracia de la Virgen, la Virgen le escuchó. Y lo he visto: la oración hace milagros” ha puntualizado el Papa, recordando con este ejemplo la importancia de la lucha en la oración para pedir la gracia.

Memoria Litúrgica de la Santísima Virgen María de Fátima

Tras la catequesis, el Papa Francisco saludó cordialmente a los polacos, recordando que mañana se celebra la memoria litúrgica de la Santísima Virgen María de Fátima. "Pongámonos con confianza -dijo Francisco- bajo su maternal protección, especialmente cuando encontremos dificultades en nuestra vida de oración".

Aniversario del atentado a San Juan Pablo II

Al saludar a los polacos, el Papa recordó que también mañana se cumple "el 40º aniversario del atentado a San Juan Pablo II".

 "Él mismo -dijo el Pontífice- subrayó con convicción que debía su vida a la Señora de Fátima. "Este acontecimiento nos hace conscientes de que nuestras vidas y la historia del mundo están en manos de Dios. Al Corazón Inmaculado de María confiamos la Iglesia, a nosotros mismos y al mundo entero. Pedimos en la oración por la paz, el fin de la pandemia, un espíritu de penitencia y nuestra conversión".

martes, 11 de mayo de 2021

El Papa establece el ministerio de catequista


CIUDAD DEL VATICANO.- Se publicó hoy el Motu proprio “Antiquum ministerium” con el que Francisco establece el ministerio laical de catequista: una necesidad urgente para la evangelización en el mundo contemporáneo, que debe realizarse de forma secular, sin caer en la clericalización

“Fidelidad al pasado y la responsabilidad por el presente” son “las condiciones indispensables para que la Iglesia pueda llevar a cabo su misión en el mundo”: así lo escribe el Papa Francisco en el Motu proprio Antiquum ministerium – firmado ayer, 10 de mayo, memoria litúrgica de San Juan de Ávila, presbítero y Doctor de la Iglesia – con el que instituye el ministerio laical de catequista. 

En el contexto de la evangelización en el mundo contemporáneo y ante “la imposición de una cultura globalizada”, de hecho, “es necesario reconocer la presencia de laicos y laicas que, en virtud del propio bautismo, se sienten llamados a colaborar en el servicio de la catequesis”. 

No sólo: el Pontífice subraya la importancia de “auténtico encuentro con las jóvenes generaciones”, así como “la exigencia de metodologías e instrumentos creativos que hagan coherente el anuncio del Evangelio con la transformación misionera que la Iglesia ha emprendido”.

Un ministerio nuevo, pero con orígenes antiguos

El nuevo ministerio tiene orígenes muy antiguos que se remontan al Nuevo Testamento: de forma germinal, se menciona, por ejemplo, en el Evangelio de Lucas y en las Cartas del Apóstol San Pablo a los Corintios y a los Gálatas. 

Pero “toda la historia de la evangelización en estos dos milenios”, escribe el Papa, “muestra con gran evidencia lo eficaz que ha sido la misión de los catequistas”, que han conseguido que “la fe fuese un apoyo válido para la existencia personal de cada ser humano”, llegando a “dar incluso la vida” por este fin.

Desde el Concilio Vaticano II, pues, se ha tomado conciencia de que “la tarea del catequista es de suma importancia”, además de necesaria para el “desarrollo de la comunidad cristiana”. Todavía hoy, continúa el Motu Proprio, “muchos catequistas capaces y tenaces” desempeñan una “misión insustituible en la transmisión y profundización de la fe”, mientras que una “larga fila” de beatos, santos y mártires catequistas “han marcado la misión de la Iglesia”, constituyendo “una fuente fecunda para toda la historia de la espiritualidad cristiana”.

Transformar la sociedad a través de los valores cristianos

Por ello, sin restar importancia a la “misión propia del Obispo, que es el primer catequista de su Diócesis”, ni a la “peculiar responsabilidad de los padres” en cuanto a la formación cristiana de sus hijos, el Papa exhorta a valorar a los laicos que colaboran en el servicio de la catequesis, saliendo al encuentro de "los muchos que esperan conocer la belleza, la bondad y la verdad de la fe cristiana." 

Corresponde a los pastores – subraya además Francisco – reconocer “los ministerios laicales capaces de contribuir a la transformación de la sociedad mediante ‘la penetración de los valores cristianos en el mundo social, político y económico’”.

Evitar las formas de clericalización

Testigo de la fe, maestro, mistagogo, compañero y pedagogo, el catequista – explica el Pontífice –  está llamado a ponerse al servicio pastoral de la transmisión de la fe desde el primer anuncio hasta la preparación para los sacramentos de la iniciación cristiana, hasta la formación permanente. 

Pero todo esto sólo es posible “a través de la oración, el estudio y la participación directa en la vida de la comunidad”, para que la identidad del catequista se desarrolle con “coherencia y responsabilidad”.  Recibir el ministerio laical del catequista, de hecho, “da mayor énfasis al compromiso misionero propio de cada bautizado”. 

Debe realizarse – recomienda Francisco – “de forma plenamente secular, sin caer en ninguna expresión de clericalización”.

La Congregación para el Culto Divino publicará el Rito de Institución

El ministerio laical de catequista tiene también “un fuerte valor vocacional” porque “es un servicio estable prestado a la Iglesia local” que requiere “el debido discernimiento por parte del Obispo” y un Rito de Institución especial que la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos publicará próximamente. 

Al mismo tiempo – señala el Pontífice – los catequistas deben ser hombres y mujeres “de profunda fe y madurez humana”; deben participar activamente en la vida de la comunidad cristiana; deben ser capaces de “hospitalidad, generosidad y vida de comunión fraterna"; deben formarse desde el punto de vista bíblico, teológico, pastoral y pedagógico; deben tener una experiencia previa madura de catequesis; deben colaborar fielmente con los presbíteros y diáconos, y "estar animados por un verdadero entusiasmo apostólico”.

La invitación del Papa a las Conferencias episcopales

Por último, el Papa invita a las Conferencias Episcopales a “hacer efectivo el ministerio del catequista" estableciendo el proceso formativo y los criterios normativos necesarios para acceder a él, de forma coherente y en conformidad con el Motu proprio que puede ser acogido también, "en base a su derecho propio", por las Iglesias orientales”.

Formar un sacerdote, fibra de fuerza y misericordia


CIUDAD DEL VATICANO.- Los Dicasterios de la Santa Sede contados desde dentro: historia, objetivos y el "presupuesto de misión", cómo funcionan las estructuras que apoyan el ministerio del Papa. La Congregación para el Clero en la entrevista con el Prefecto, el Cardenal Beniamino Stella.

El "laboratorio" es el seminario, donde no sólo se construye el intelecto, sino sobre todo el corazón, la fibra misma, humana incluso más que cristiana, del hombre llamado a ser pastor de almas. Un camino, el de la formación sacerdotal, que la Congregación para el Clero cuida con especial atención en el marco de una actividad que abarca y administra todos los aspectos de la vida de un ministro de Dios en sus diversas articulaciones, con un presupuesto misionero anual de unos 2 millones de euros (cifra de 2021). 

El Cardenal Beniamino Stella, Prefecto del Dicasterio, explica el trabajo de sus colaboradores en el camino indicado por el Papa Francisco, el de una Iglesia servida y animada por inteligencias y brazos que reavivan, en cualquier parte del mundo, la figura del buen samaritano.

La Carta escrita el 4 de agosto de 2019, con motivo del 160 aniversario de la muerte del Cura de Ars, representa una pequeña "summa" pastoral y espiritual del magisterio del Papa Francisco sobre el sacerdocio; ¿cuál es el identikit del sacerdote que se extrae de ella?

R. - El Papa Francisco está siempre muy atento a los sacerdotes y a su ministerio. De hecho, les ha hablado en varias ocasiones, destacando ciertos aspectos de la vida sacerdotal. La Carta con motivo del 160 aniversario de la muerte de San Juan María Vianney es un regalo especial del Santo Padre, que se dirige a los sacerdotes partiendo, en primer lugar, de su propia experiencia vital. Leyendo el texto del Papa, parece que "ve" a sus "hermanos sacerdotes", que "sin hacer ruido" lo dejan todo para comprometerse al servicio de las comunidades y trabajar "en las trincheras", expuestos a las más variadas situaciones, poniendo "la cara", pero sin darse "demasiada importancia, para que el pueblo de Dios sea cuidado y acompañado".

El Papa Francisco ofrece así un identikit "existencial" del sacerdote. No habla, en efecto, de un sacerdote ideal, que no existe, sino que se dirige en realidad a la multitud de sacerdotes que "en muchas ocasiones, de manera silenciosa y sacrificada", comprometiéndose en el "servicio a Dios y a su pueblo", en el anuncio del Evangelio, en la celebración de los Sacramentos y en el testimonio de la caridad, escriben "las páginas más bellas de la vida sacerdotal". A pesar de los pecados e incluso a veces de los delitos de algunos miembros del clero, sobre los que el Santo Padre no se calla, señala que hay "muchos sacerdotes que, de manera constante e integral (...), hacen de su vida una obra de misericordia".

Precisamente la misericordia, dice el Santo Padre, después del don de la propia vida, es otra "cualidad exquisita" del sacerdote, que lo configura con Cristo Buen Pastor. Es una actitud alegre, que saca su fuerza de la oración y de los sacramentos, que se concreta en la comunión con el Obispo y sus hermanos, que se realiza en el entusiasmo por la evangelización y que, en la perseverancia y la "paciencia", se convierte en proximidad y cercanía "a la carne del hermano que sufre".

Otra característica indicada por el Santo Padre es la "valentía sacerdotal", que la Ratio Fundamentalis Institutionis Sacerdotalis sitúa dentro de la necesaria madurez humana exigida a los candidatos a las órdenes sagradas. El Papa Francisco explica que el ministerio sacerdotal no es inmune "al sufrimiento, al dolor e incluso a la incomprensión", que son medios de configuración con Cristo, cuando se asumen y se integran en el camino de la fe y de la oración, a través del cual el sacerdote, huyendo de la acedia -que el Papa llama "tristeza dulcificada"-, permanece "ante el Señor", que cura su corazón herido y lava sus pies ensuciados por la "mundanidad".

Finalmente, el identikit que ofrece la Carta, al describir, sin citarla, la experiencia de santidad del Cura de Ars, hace explícitos "dos vínculos constitutivos" de la identidad sacerdotal: el vínculo personal, íntimo y profundo con Jesús, y el vínculo con el Pueblo de Dios. La actitud que el Santo Padre propone para concluir, siguiendo el ejemplo de la Madre de Dios, es la alabanza. Podríamos decir, resumiendo los rasgos de la vida sacerdotal presentados en la Carta, que el Papa Francisco pide a los sacerdotes de hoy que sean sacerdotes del Magnificat.

Para el Pontífice, "la renovación de la fe y el futuro de las vocaciones es posible sólo si tenemos sacerdotes bien formados". ¿Qué espacio ocupan los temas de la pastoral vocacional y la formación permanente del clero en el trabajo de la Congregación?

R. - La Congregación para el Clero ha dedicado tiempo y energía a la redacción de la Nueva Ratio Fundamentalis Institutionis Sacerdotalis, publicada el 8 de diciembre de 2016, que, por tanto, a finales de 2021 habrá cumplido cinco años de vigencia.  Es precisamente el "don de la vocación al presbiterado, puesto por Dios en el corazón de algunos hombres, lo que compromete a la Iglesia a ofrecerles un camino serio de formación". 

El Papa Francisco, en su encuentro con la Congregación con motivo de la Asamblea Plenaria de 2014, definió la formación como "custodiar y hacer crecer las vocaciones para que den frutos maduros". De hecho, son un diamante en bruto, que hay que trabajar con cuidado, respeto a la conciencia de las personas y con paciencia, para que brillen en medio del pueblo de Dios." En la perspectiva de la Ratio, la formación sacerdotal es única, comienza en el seminario (Formación Inicial), y continúa durante toda la vida del sacerdote (Formación Permanente).

La Congregación, por tanto, acompaña a las Conferencias Episcopales, y a veces también a las diócesis individuales, en la promoción de la formación inicial y permanente del clero. Una ocasión propicia para el diálogo en este sentido con los Obispos de los distintos países del mundo son las periódicas Visitas ad limina, momento en el que, además de tratar otros temas diversos relacionados con las competencias del Dicasterio, se da amplio espacio al tema de los seminarios y a los caminos de formación permanente del clero. 

La Congregación insta a la realización de proyectos de formación y acompaña los caminos iniciados ofreciendo indicaciones tanto de método como de contenido.

Por último, la Congregación presta especial atención a las vocaciones sacerdotales, instando a la creación y promoción en cada diócesis, o a nivel regional o nacional, de los Centros adecuados, fomentando las iniciativas de oración y, finalmente, apoyando a los Obispos como primeros responsables de las vocaciones al sacerdocio. 

Es una convicción compartida, en efecto, que la presencia en las comunidades de clérigos formados humana, espiritual, intelectual y pastoralmente, según las conocidas cuatro dimensiones presentadas por Pastores dabo vobis, contribuirá significativamente a crear un clima espiritual adecuado para el crecimiento de nuevas vocaciones.

¿Cómo se articula la actividad del Dicasterio y cuáles son los gastos de gestión que le permiten sostener los objetivos de la "misión" que le ha sido confiada?

R. - Como la palabra Congregación sugiere, el Dicasterio está compuesto por una pluralidad de personas que colaboran en el servicio del clero. Algunos Cardenales, Arzobispos y Obispos, designados por el Santo Padre tanto de la Curia Romana como de distintas partes del mundo, están llamados a ser miembros de la Congregación, garantizando así su alcance universal. 

Un Cardenal Prefecto preside la Congregación, asistido por dos Arzobispos secretarios, uno de ellos encargado de los seminarios, y por un subsecretario. En el Dicasterio hay 27 sacerdotes y 4 laicos. Además, cuando es necesario, colaboran con el Dicasterio varios consultores (teólogos, canonistas, psicólogos, juristas), tanto clérigos como laicos.

La actividad de la Congregación para el Clero se divide en cuatro Oficinas. La Oficina del Clero, además de los numerosos casos "disciplinarios" y de apoyo a las Iglesias particulares, examina las quejas y responde a las peticiones de los Obispos y clérigos. 

Un ámbito significativo es el de los "Recursos Jerárquicos", por ejemplo contra la supresión de parroquias, como expresión de la libertad de los fieles para "dialogar" con la autoridad cuando se sienten agobiados por algún acto de gobierno y no es posible, a pesar de los intentos, llegar a una solución pacífica de otra manera. 

A través de las "Facultades Especiales" concedidas al Dicasterio, la Congregación puede despedir, por razones muy graves, a presbíteros y diáconos del estado clerical. Del trabajo y la experiencia de la Oficina del Clero surgió la reciente Instrucción La conversión pastoral de la comunidad parroquial al servicio de la misión evangelizadora de la Iglesia (20 de julio de 2020).

La Oficina de Seminarios se ocupa de la promoción de las vocaciones y apoya a los Obispos diocesanos y a las Conferencias Episcopales en el ámbito de la formación sacerdotal, tanto inicial como permanente, especialmente en los seminarios. Promueve el conocimiento y la aplicación de la Ratio Fundamentalis Institutionis Sacerdotalis y acompaña a los episcopados locales en la redacción de la Ratio Nationalis, que luego debe ser aprobada por la Congregación para el Clero. 

También es responsable de los Colegios e Internados Sacerdotales de Roma. La Oficina Administrativa, considerando que la propiedad de todos los bienes eclesiásticos está en todo caso "bajo la Suprema Autoridad del Romano Pontífice", es uno de los instrumentos de los que se sirve el Santo Padre para velar por la correcta administración del patrimonio de la Iglesia. 

El Dicasterio también ejerce esta función cuando se trata de conceder la necesaria Licencia ad validitatem para determinados actos de enajenación de bienes. La Oficina de Dispensaciones se ocupa de aquellos clérigos que han abandonado el ejercicio del ministerio y pretenden reconciliarse con Dios, con la comunidad eclesial y también con su propia "historia". La concesión de la dispensa -reservada al Santo Padre- no es un derecho, sino una gracia, concedida caso por caso, como signo de misericordia, cuando la situación de abandono del ministerio y de pérdida de identidad por parte del clérigo parece ya irreversible.

En cuanto a los gastos de gestión, deben atribuirse a los sueldos del personal y a los gastos de funcionamiento, y se cubren con los ingresos procedentes de las Actividades Institucionales (la concesión de Rescriptos con referencia a la ordenación de los bienes eclesiásticos, las dispensas de las obligaciones sacerdotales y diaconales y la aplicación de Facultades Especiales). Por último, los cursos de formación que ofrece el Dicasterio se financian en parte con una aportación simbólica de los alumnos, y el resto a través de la generosidad de otras entidades, entre las que se encuentra, en su mayor parte, la Pía Fundación Pontificia "Ayuda a la Iglesia Necesitada".

La cuestión del celibato sacerdotal vuelve cíclicamente al centro del debate de la Iglesia. El Papa Francisco ha reiterado en varias ocasiones su valor como "don" y -haciendo suya una clara postura de San Pablo VI- siempre ha excluido un cambio en la actual disciplina eclesiástica. ¿De qué manera la Congregación relanza el Magisterio del Papa y promueve la reflexión entre los sacerdotes sobre el valor de la opción celibataria?

R. - El tema de la vida célibe de los sacerdotes surge cíclicamente, también porque es un "signo de contradicción" respecto a la mentalidad mundana, como lo es el matrimonio fiel, indisoluble y abierto a la vida. 

Además, las incoherencias y a veces incluso los delitos de los sacerdotes podrían hacer pensar que el problema radica precisamente en el hecho de que el sacerdote es célibe. Sin embargo, los Pontífices del último siglo han reafirmado y motivado, incluso en tiempos no fáciles, el valor del celibato como donación total a Dios y, en consecuencia, como espacio de libertad para el ministerio.

La Congregación para el Clero contribuye a la reafirmación de este valor en primer lugar con un trabajo constante de estudio, por así decirlo, interno: los funcionarios -teólogos, canonistas, psicólogos, formadores- se aplican a un examen continuo del tema, con la contribución de los Miembros y Consultores, para que la elección del celibato sea comprendida en su autenticidad pero también en su actualidad. 

El fruto de este trabajo se presenta en los Cursos promovidos por el Dicasterio y compartidos con las Conferencias Episcopales, con los Formadores de los Seminarios y con las Universidades. Un aspecto fundamental es la formación para el celibato sacerdotal. 

La formación al celibato sacerdotal, en efecto, no puede limitarse al tiempo del seminario (formación inicial), sino que debe continuar a lo largo de toda la vida del sacerdote (formación permanente), para que los presbíteros asuman y renueven constantemente su conciencia de estar "enraizados en Cristo Esposo y totalmente consagrados al servicio del Pueblo de Dios", precisamente entendiendo "el celibato como un don especial de Dios", según la enseñanza de la Ratio, n. 110.

No se trata, sin embargo, de observar exteriormente una pura disciplina, sino de captar y asimilar siempre y de nuevo, como ya exhortaba San Juan Pablo II en Pastores dabo vobis, n. 29, "la motivación teológica de la ley eclesiástica sobre el celibato". Se trata, por así decirlo, de vivir un misterio, que tal vez "no es dado a todos entender" (Mt 19 11-12), pero que precisamente por ello exige una profunda madurez humana y espiritual, que la Congregación se compromete a promover a través de los diversos canales de formación y apoyo a las Iglesias locales. 

Hay una bella imagen utilizada por el Papa Francisco en la Exhortación Apostólica Postsinodal Querida Amazonia, en el n. 101: "Jesús se presenta como el Esposo de la comunidad que celebra la Eucaristía, a través de la figura de un hombre que la preside como signo del único Sacerdote." Por eso el sacerdote célibe no sólo representa, sino que vive, podríamos decir, la representación viva de "este diálogo entre el Esposo y la Esposa".

El tema de los abusos a menores por parte de sacerdotes sigue siendo una herida abierta en el corazón de la Iglesia. ¿Cuál es la contribución específica que su Dicasterio puede ofrecer a la labor de prevención y erradicación de este doloroso fenómeno?

R. - La prevención de estos delitos por parte de los clérigos se encuentra en una cuidadosa formación sacerdotal. Hay que precisar, sin embargo, que la formación no significa simplemente la comunicación de conceptos, desde el punto de vista de la información o de la actualización, sino -tanto en el seminario como después de la ordenación- una formación integral, es decir, relativa a todos los aspectos de la persona, incluyendo también la dimensión humana en los aspectos de la afectividad, la sexualidad y la voluntad. 

El seminarista, primero, y el sacerdote, después, están llamados a crecer armónicamente como hombres dotados de un sano equilibrio psicológico, de madurez afectiva y de capacidad relacional.

La Congregación para el Clero propone este tipo de educación de la personalidad en los seminarios y en los cursos de formación permanente del clero. La Ratio, de hecho, reclama "la mayor atención" en este campo, excluye de las órdenes sagradas a quienes "hayan estado de alguna manera implicados en delitos o situaciones problemáticas en este ámbito", y prevé "en el programa de formación, tanto inicial como permanente" unas adecuadas "lecciones, seminarios o cursos específicos sobre la protección de los menores", interesándose también "por ámbitos de posible explotación o violencia" como "por ejemplo, la trata de menores" o "el trabajo infantil" (Ratio, 202). 

La figura del sacerdote que propone la Ratio Fundamentalis, en este sentido, es la de un Padre y Pastor que se ocupa de los fieles, defensor de los más pobres y más débiles.

En 2013, la Congregación recibió la responsabilidad de los seminarios. ¿En qué ámbitos y de qué manera se lleva a cabo este trabajo?

R. - El Santo Padre Benedicto XVI, con el motu proprio Ministrorum Institutio, del 16 de enero de 2013, ha querido que la Congregación para el Clero se ocupe de todo lo que concierne a la formación, vida y ministerio de los sacerdotes y diáconos, con vistas a la unidad de la materia. 

Desde 1992, en efecto, la Exhortación Apostólica Pastores dabo vobis había permitido superar una concepción de la formación identificada casi exclusivamente con el aspecto intelectual y orientada a la superación de exámenes y a la obtención de títulos. La novedad del documento, por otra parte, consistía en presentar en primer lugar una formación integral, es decir, incluyendo, en armonía, cuatro dimensiones: intelectual, espiritual, pastoral y humana. 

En segundo lugar, pues, una formación única y continua, dividida en dos fases. La primera es en el seminario, como formación inicial que luego continúa a lo largo de la vida del sacerdote en la segunda fase, es decir, la formación permanente.

En este sentido, la transferencia de competencias surgió en 2013, seguida, en 2016, por la nueva Ratio Fundamentalis Institutionis Sacerdotalis. De este modo, las cuatro Oficinas de la Congregación, distinguidas por las necesidades de trabajo, trabajan conjuntamente en favor del clero. De manera particular, las peticiones que surgen de la vida concreta de los sacerdotes contribuyen a estructurar caminos de formación más acordes con la realidad y que respondan a las experiencias del tiempo presente. 

En la práctica, el Dicasterio acompaña a las Conferencias Episcopales en la elaboración de una Ratio Nationalis, es decir, de unas directrices para la formación sacerdotal que, partiendo de las indicaciones para la Iglesia Universal contenidas en la Ratio Fundamentalis, reflejen más adecuadamente la historia, la cultura y los retos de cada país. Además, la Congregación es competente para los seminarios interdiocesanos, para su erección, supresión y unificación, así como para la aprobación de sus estatutos y el nombramiento de su rector, a propuesta del episcopado local.

Un ámbito de particular importancia en este sentido es el de las Visitas Apostólicas ordinarias a los Seminarios, que son necesarias para mantener un diálogo e intercambio constante entre las Iglesias particulares y la Iglesia universal. Para garantizar este espíritu, la Oficina de Seminarios promueve el diálogo con las Comisiones Episcopales correspondientes, así como con las Asociaciones Nacionales de Seminarios. 

Además de este estrecho contacto con las Iglesias locales, el Dicasterio promueve regularmente cursos de formación para formadores en los Seminarios, normalmente por áreas lingüísticas, organiza un Curso de Praxis Administrativa Canónica para aquellos sacerdotes que son estudiantes en Roma y que serán llamados a ser trabajadores legales en sus diócesis de origen, así como un Curso de Praxis Formativa para aquellos que se dedicarán en cambio a actividades educativas, especialmente en los Seminarios. 

La idea básica es "pensar" y construir seminarios que preparen a los sacerdotes según el Corazón de Cristo, adecuados a las necesidades del mundo contemporáneo.

El ambito de actividad de la Congregación incluye también el diaconado permanente. ¿Cuál es la realidad de este ministerio en la Iglesia de hoy? ¿Y qué lugar específico hay que dar a los diáconos para evitar el riesgo de que su papel quede suspendido entre el de sacerdote y el de laico?

R. - El Papa Francisco lo dijo abiertamente: "Debemos tener cuidado de no ver a los diáconos como medio sacerdotes y medio laicos". E identificó su principal característica: son "los custodios del servicio en la Iglesia". Para algunos, conocidos como diáconos transitorios, la ordenación diaconal es una etapa en el camino hacia el sacerdocio ministerial, en la que se asume la actitud de Cristo Siervo de por vida, imitando al Señor Jesús también en el celibato. 

El Concilio Vaticano II, entonces, siguiendo la Tradición de la Iglesia, restableció la posibilidad del diaconado permanente, es decir, de hombres, incluso casados, ordenados no para el sacerdocio, sino precisamente para el servicio en la Iglesia. De hecho, ejercen su ministerio en las celebraciones y la predicación, en las obras de caridad, en la atención a los pobres y en la colaboración competente en la administración de los bienes de la Iglesia.

La Congregación para el Clero, en su reciente Instrucción sobre la renovación de la comunidad parroquial (nn. 79-82), presentando una visión ministerial de la Iglesia, y en la estela de la enseñanza del Concilio y de los Papas, ha subrayado la tarea de los diáconos permanentes como profetas del servicio. 

Su ministerio, además, debe ir más allá de los confines de la comunidad eclesial; de hecho, son enviados a las "periferias" y están marcados por un carisma misionero, especialmente para el "primer anuncio" del Evangelio en los lugares de frontera y en los ambientes de la vida ordinaria de la gente. 

Pienso en los diáconos permanentes comprometidos en los hospitales, en las cárceles, en la acogida de los emigrantes, en el mundo de la educación y en los centros de escucha de Cáritas: hoy continúan, en nombre de toda la Iglesia, la obra del buen samaritano.

Para realizar esta vocación específica, es necesaria una formación que no sólo se refiera a la dimensión intelectual, sino también a la madurez humana y espiritual, con vistas a la evangelización. Por esta razón, el Dicasterio acompaña a las Conferencias Episcopales en la elaboración de una Ratio para la formación de los diáconos permanentes, con el fin de realizar plenamente el potencial inherente a su vocación. 

Además, la Congregación está en diálogo con los episcopados locales para que en todo el mundo se instituya el orden de los diáconos permanentes, que en algunas Iglesias locales aún no han sido restaurados. De hecho, es responsabilidad de las Conferencias Episcopales proveer a la promoción del diaconado permanente en cada país.

Además, un aspecto único del diaconado permanente es el hecho de que los hombres casados también pueden ser admitidos a este ministerio. Esta opción los distingue claramente de los sacerdotes, que son siempre célibes en la Iglesia latina. Además, el diácono permanente que tiene familia y ejerce su profesión es un testigo privilegiado de la llamada universal a la santidad en la vida ordinaria. 

Sin embargo, existen, aunque en menor número, diáconos permanentes célibes, que dan testimonio del valor de la virginidad para el Reino de los Cielos, asumiendo el compromiso del celibato en el momento de la ordenación, para dedicarse con mayor libertad a las exigencias del ministerio.

La Congregación para el Clero se compromete a promover el diaconado permanente en toda su riqueza y relevancia: estos hombres, de hecho, no son "monaguillos con estola", sino que son cristianos comprometidos en manifestar -en comunión con el Obispo y el presbiterio diocesano- el rostro de Jesús, que no vino a ser servido, sino a servir y a dar su vida, siguiendo el ejemplo de San Francisco de Asís, que fue diácono permanente y que, motivando el servicio con la fraternidad, nos enseña a dirigirnos a los demás llamándolos "Fratelli tutti".

lunes, 10 de mayo de 2021

Francisco: "Sistemas sanitarios abiertos a todos los enfermos, sin disparidad"


CIUDAD VATICANO.- El Santo Padre ha enviado un video mensaje a los participantes de la conferencia online "Explorando la mente, el cuerpo y el alma", organizada por el Consejo Pontificio de la Cultura, "The Cura Foundation" y la organización Stem for Life. El Papa celebra los avances científicos y médicos que, sin duda, "han abierto ante nosotros un horizonte de conocimientos e interacciones que hace unos siglos ni siquiera eran concebibles" y pide que sean utilizados para el bien común de todos los enfermos, "sin disparidad alguna".

El Papa Francisco ha enviado un video mensaje a los participantes de la conferencia internacional titulada “Explorando la Mente, el Cuerpo y el Alma. Cómo la innovación y los nuevos sistemas de prestación de servicios mejoran la salud humana".

Una temática -explica el Santo Padre- que a lo largo de los siglos ha sido objeto de investigación para comprender el misterio de la persona humana.

En su mensaje, Francisco recuerda que esta conferencia "aúna la reflexión filosófica y teológica con la investigación científica, especialmente en el ámbito médico" y agradece a todas las personas que "han elegido como compromiso personal y profesional el cuidado de los enfermos y la ayuda a los más necesitados", especialmente en este tiempo de pandemia "que no cesa de cobrarse víctimas y pone a prueba nuestro sentido de la solidaridad y la fraternidad".

Poner al centro a la persona humana

Por eso, el Pontífice propone pensar y poner en el centro a la persona humana, un punto que exige reflexionar "sobre modelos de sistemas sanitarios abiertos a todos los enfermos, sin disparidad alguna". 

Profundizando sobre las tres categorías que aborda el programa de esta conferencia, es decir, "mente, cuerpo y alma"; Francisco expresa que el mérito de esta concepción tripartita, "estriba en indicar que ciertas dimensiones de nuestro ser, demasiado a menudo separadas hoy en día, en realidad constituyen entre sí un entramado profundo e inseparable".

“No somos solo espíritus; para cada uno de nosotros, todo comienza con nuestro cuerpo y más aún: desde la concepción hasta la muerte no tenemos simplemente un cuerpo, sino que somos un cuerpo - y la fe cristiana nos dice que lo seremos también en la resurrección-. La historia de la investigación médica nos presenta, en este sentido, una dimensión del fascinante viaje del ser humano hacia el descubrimiento de sí mismo”

"Igualmente importante es la segunda dimensión: la de la mente -continúa Francisco- que constituye la condición de posibilidad de nuestra autocomprensión y que en la actualidad, se tiende a identificar este componente esencial con el cerebro y sus procesos neurológicos".

“Sin embargo, aun subrayando la relevancia vital del componente biológico y funcional del cerebro, este no es, sin embargo, el elemento capaz de explicar todos los fenómenos que nos definen como humanos, muchos de los cuales no son «mensurables»y por lo tanto, van más allá de la materialidad corporal”

En cuanto al tercer punto de la conferencia, "la dimensión trascendente identificada con el principio inmaterial de nuestro ser, es decir, con el alma", el Obispo de Roma señala que en el curso del tiempo, este término ha adoptado diferentes acepciones en las distintas culturas y religiones: "La idea que hemos heredado de la filosofía clásica asigna al alma el papel de principio constitutivo que organiza todo el cuerpo y del que se originan las cualidades intelectuales, afectivas y volitivas, comprendida la conciencia moral".

“En efecto, la Biblia y, sobre todo, la reflexión filosófico-teológica con el concepto de alma definían la singularidad humana, la especificidad de la persona irreductible a cualquier otra forma de ser vivo, incluida su apertura a una dimensión sobrenatural y, por tanto, a Dios. Esta apertura a lo trascendente, a algo más grande que sí mismo, es constitutiva y atestigua el valor infinito de toda persona humana. Podemos decir, en lenguaje común, que es como una ventana abierta y orientada hacia un horizonte”

Avances científicos sí, pero sin manipulación ética

Teniendo en cuenta estos elementos fundamentales que nos caracterizan como seres humanos, el Papa invita a abrir nuestras perspectivas cuando se habla de innovación y de salud humana, es decir, a no pensar solo en la medicina académica, "sino en la riqueza de las distintas medicinas de las diferentes civilizaciones del mundo".

Finalmente, el Pontífice celebra también los avances científicos y médicos que, "sin duda" -afirma- "han abierto ante nosotros un horizonte de conocimientos e interacciones que hace unos siglos ni siquiera eran concebibles".

“Un verdadero progreso del conocimiento que se ha traducido y se traduce en investigaciones más sofisticadas y en cuidados cada vez más adecuados y precisos. Un ejemplo de todo ello es el vasto campo de investigación en el ámbito de la genética, destinado a superar diversas enfermedades. Pero precisamente esta investigación plantea también algunas cuestiones antropológicas y éticas básicas, como, por ejemplo, la cuestión de la manipulación del genoma humano para controlar o incluso superar el proceso de envejecimiento, o para conseguir una mejora alterada del ser humano”

Francisco concluye alentando a todos "a emprender y proseguir los caminos de la investigación interdisciplinar que involucre a diferentes centros de estudio de cara a una mejor comprensión de nosotros mismos, apuntando siempre a ese horizonte trascendente hacia el que tiende nuestro ser".

Papa: "Amar como Cristo significa salir de uno mismo"


CIUDAD DEL VATICANO.- El VI Domingo de Pascua, 9 de mayo, el Papa Francisco rezó la oración mariana del Regina Coeli asomado desde la ventana del Palacio Apostólico del Vaticano. Comentando el Evangelio dominical según san Juan (Jn 15, 9-17), en el que Jesús nos invita a "permanecer en su amor para que su alegría esté en nosotros y nuestra alegría sea plena" (vv. 9-11); el Santo Padre planteó una cuestión fundamental: "¿Cuál es este amor en el que Jesús nos dice que permanezcamos para tener su alegría?".

"Es el amor que tiene origen en el Padre, porque Dios es amor", dijo el Pontífice haciendo hincapié en que el amor que Jesús nos dona "es el mismo con el que el Padre lo ama a Él: amor puro, incondicionado, gratuito".

"Donándonoslo, Jesús nos trata como amigos, dándonos a conocer al Padre y nos involucra en su misma misión por la vida del mundo", puntualizó Francisco.

"Permanecer en el amor de Jesús"

Siguiendo la exhortación del Maestro, "permanezcan en mi amor", el Papa destacó que para poder lograr esta difícil meta de la vida es necesario cumplir con los mandamientos de Dios que Jesús resumió en uno solo «Amaos los unos a los otros como yo os he amado» (v. 12):

“Amar como ama Cristo significa ponerse al servicio de los hermanos, tal como hizo Él al lavar los pies de los discípulos. Significa salir de uno mismo, desprenderse de las propias seguridades humanas, de las comodidades, para abrirse a los demás, especialmente a quienes tienen más necesidad. Significa ponerse a disposición con lo que somos y lo que tenemos. Esto quiere decir amar no de palabra, sino con obras.”

Decir "no" a otros amores: dinero, éxito y poder

Poniendo en guardia sobre los riesgos de desviarnos del camino marcado por el Señor, el Obispo de Roma recordó que amar como Cristo significa decir no a otros “amores” que el mundo nos propone: amor al dinero, al éxito, al poder…

"Estos caminos engañosos -aseveró Francisco- nos alejan del amor al Señor y nos llevan a ser cada vez más egoístas, narcisistas y prepotentes. La prepotencia conduce a una degeneración del amor, a abusar de los demás, a hacer sufrir a la persona amada".

Asimismo, el Pontífice reflexionó en su alocución sobre los peligros del amor enfermo que se transforma en violencia:

"¡Y cuántas mujeres son sus víctimas hoy en día!", añadió Francisco subrayando que esto no es amor ya que "amar como ama el Señor quiere decir apreciar a la persona que está a nuestro lado y respetar su libertad", es decir, amarla como es y gratuitamente.

“En definitiva, Jesús nos pide que habitemos en su amor, no en nuestras ideas, no en el culto a nosotros mismos; que abandonemos la pretensión de dirigir y controlar a los demás para fiarnos y donarnos a ellos”

El verdadero cristiano no está triste

Finalmente, el Papa recordó que Jesús mismo nos ha dicho que este "permanecer en el amor del Señor" nos conducirá siempre a la alegría: «Para que mi alegría esté en vosotros y vuestra alegría sea plena» (v. 11).

“En vivir esta alegría consiste nuestro ser verdaderos testigos, porque la alegría es el signo distintivo del verdadero cristiano. El verdadero cristiano no está triste, siempre tiene esa alegría en su interior, incluso en los momentos malos”

"El Señor quiere que la alegría que Él posee, porque está en comunión total con el Padre, esté también en nosotros en cuanto unidos a Él", expresó el Santo Padre afirmando que a pesar de nuestras infidelidades, "esta alegría de sabernos amados por Diosnos nos hace afrontar con fe las pruebas de la vida, nos hace atravesar las crisis para salir de ellas siendo mejores".

"Que la Virgen María nos ayude a permanecer en el amor de Jesús y a crecer en el amor hacia todos testimoniando la alegría del Señor resucitado", concluyó.

viernes, 7 de mayo de 2021

Juran 34 nuevos guardias suizos


CIUDAD DEL VATICANO.- Una ceremonia solemne en la que se respira la importancia de esa lealtad al Papa que manifestaron el 6 de mayo de 1527 los 147 soldados suizos que cayeron heroicamente en defensa de Clemente VII durante el "Saco de Roma". Ayer se depositó una corona de flores para ellos en Piazzale dei Protomartiri Romani, mientras que esta tarde los 34 nuevos reclutas de la Guardia Suiza prestaron su juramento en el Patio de San Dámaso. Un juramento que ha sido precedido esta mañana por la misa celebrada por el Secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolin, en la Basílica de San Pedro y por una audiencia con el Papa. Dos días intensos, por tanto, que significan la centralidad de su misión.

Guardias suizos, Parolin: un sí a dar la vida por Pedro

Un toque de trompeta y el redoble de tambores acompañaron el ingreso de los hombres de la Guardia Suiza Papal en el Patio de San Dámaso. Antes del juramento, resonaron los himnos nacional pontificio y suizo. "Juro servir fiel, lealmente y honorablemente al Sumo Pontífice Francisco y a sus legítimos sucesores, así como dedicarme a ellos con todas las fuerzas, sacrificando, si es necesario, incluso mi vida por su defensa". 

Los nuevos 34 guardias suizos, uno por uno, pronuncian estas palabras recordando su deber de velar por la seguridad del Papa y que incluye también el de custodiar el Colegio Cardenalicio durante la Sede Vacante.  

La mano izquierda se coloca sobre la bandera del Cuerpo y la derecha se levanta con tres dedos abiertos, simbolizando la Trinidad. En el fondo están los colores amarillo, azul y rojo de la "Gran Gala", el uniforme de gala con armadura incluida, que se utiliza exclusivamente para la bendición papal "Urbi et Orbi" en Navidad y Pascua.

Debido a la situación actual provocada por la pandemia de coronavirus, el acto se celebró sin público externo y de acuerdo con las normas de protección vigentes. En representación del Papa estuvo Monseñor Edgar Peña Parra, sustituto para los Asuntos Generales de la Secretaría de Estado. Además de sus padres y hermanos, presentes representantes de la Confederación Suiza y del Ejército Suizo, de la Conferencia Episcopal Suiza y de las Fundaciones de la Guardia Suiza Pontificia. Hoy, el Presidente de la Confederación Suiza, Guy Parmelin, también se ha reunido con el Papa.

Comandante Graf: firme confianza en Dios

El ejemplo de San José, que parece ser un hombre no de muchas palabras sino de escucha, acción e integridad, "que, a pesar de todo temor y toda duda, hizo con valor y total confianza en Dios todo lo que se le pedía", es recordado por el comandante Coronel Christoph Graf en su discurso que también recuerda la Carta Apostólica Patris corde, con la que el Papa Francisco proclamó un año dedicado a San José. 

"Inspirémonos cada día en San José y hagamos nuestras esas cualidades, pero sobre todo su firme confianza en Dios", subraya. También se destacan las necesidades del Cuerpo de la Guardia Suiza, que necesita unos 35 nuevos guardias cada año para garantizar una dotación completa de 135 hombres.

De parte del comandante también un agradecimiento al Papa Francisco, a los responsables de la Secretaría de Estado, de la Gobernación y de la Prefectura de la Casa Pontificia por su benévolo apoyo, y a la Conferencia Episcopal Suiza, a la Iglesia Católica Romana en Suiza, a la Confederación y a los Cantones, al Ejército Suizo y a los cuerpos de policía cantonales, a los antiguos guardias y también a las dos fundaciones que, con generoso compromiso, se dedican a los asuntos relacionados con la Guardia Suiza Pontificia. 

En este sentido, se recordó el proyecto de reconstrucción del cuartel, "que -dijo- será un gran reto para todos nosotros en los próximos años, pero que al final será muy importante para el futuro de la Guardia Suiza Pontificia".

El capellán: la importancia del testimonio

El capellán, el padre Thomas Widmer, subrayó en su discurso cómo la misión de la Guardia Suiza está profundamente entrelazada con la fe: "El acto de prestar el juramento -subrayó- no es una simple fórmula vacía que hay que repetir, porque se toma a Dios mismo como testigo. Su juramento, por tanto, es en sí mismo un acto de veneración a Dios". 

En una sociedad en la que Dios y su Palabra corren el riesgo de ser olvidados, el sacerdote recuerda a los nuevos guardias suizos que es también gracias al testimonio de fe que dan, en este tiempo de pandemia que obliga necesariamente a preguntarse qué es lo que realmente cuenta en la vida, "que el hombre moderno puede ser devuelto a Dios una vez más".

Francisco a los Guardias Suizos: "Sean signo de la acogida de la Iglesia"


CIUDAD DEL VATICANO.- Al recibir en audiencia a los reclutas del Cuerpo pontificio, que juraron esta tarde en el patio de San Dámaso, el Papa destacó el especial servicio que prestarán, la devoción y la fidelidad a la Sede Apostólica.

Con sus antiguos uniformes que perfuman de historia, fidelidad y amor al Papa, la Guardia Suiza sigue ofreciendo hoy un precioso servicio hecho de devoción y espiritualidad. Es un tiempo, explica el Papa a los nuevos reclutas recibidos en el Vaticano, para comprender también la vocación de vida. Francisco, al reunirse con ellos antes del juramento de la tarde, destaca la "cortesía y disponibilidad" que muestran a quienes se acercan a ellos con una petición, una pregunta o un simple saludo.

Aprecio mucho su capacidad para combinar los aspectos profesionales y espirituales, expresando así su devoción y fidelidad a la Sede Apostólica. Por su parte, los peregrinos y turistas que acuden a Roma tienen la oportunidad de experimentar la cortesía y la amabilidad de los guardias en las distintas entradas de la Ciudad del Vaticano. No olviden nunca estas cualidades, que son un hermoso testimonio y  son signo de la acogida de la Iglesia.


Saludando también a los padres de los reclutas, Francisco señala que "su presencia testimonia el apego de muchos católicos suizos a la Iglesia, y en particular a la Sede de Pedro." También recuerda el sacrificio de la vida ofrecido por los guardias suizos, el servicio al Papa y la voluntad de los jóvenes de ofrecer unos años "en generosa disponibilidad al Sucesor de Pedro y a la Comunidad eclesial".

A veces el Señor llama a algunos de ustedes a seguirle por el camino del sacerdocio o de la vida consagrada, encontrando un terreno disponible cultivado precisamente durante el tiempo de servicio en la Guardia. Otros, en cambio, siguen la vocación conyugal y forman su propia familia. Agradezco con  ustedes al Señor, fuente de todo bien, por los diversos dones y vocaciones que les confía, y rezo para que los que ahora comienzan su servicio respondan plenamente a la llamada de Cristo, siguiéndole con fiel generosidad.

Por último, el deseo de que las "fructíferas experiencias espirituales y humanas tanto en el Vaticano como en la ciudad de Roma" sean una oportunidad para profundizar en la fe y hacer crecer "un amor aún más fuerte por la Iglesia".

Cardenal Parolin: Hoy su presencia secular se abre al futuro

Con motivo del juramento de la Guardia Suiza Pontificia el Cardenal Secretario de Estado de Su Santidad, Pietro Parolin, presidió esta mañana la Santa Misa en la Basílica de San Pedro. En su homilía manifestó el agradecimiento de la Santa Sede, no sólo por el valioso servicio que presta, sino también por el modo en que lo realiza.

A las 7.30 tuvo lugar la Santa Misa con motivo del juramento de la Guardia Suiza Pontificia en la Basílica de San Pedro. Presidió la celebración el Cardenal Secretario de Estado de Su Santidad, Pietro Parolin, quien comenzó su homilía saludando al Comandante, al Capellán, a los Oficiales y queridos guardias, junto a las distinguidas autoridades e invitados. 

Asimismo manifestó su satisfacción de abrir con todos ellos esta importante jornada elevando la común gratitud al Señor en la Eucaristía. De hecho – dijo – “Eucaristía significa precisamente acción de gracias”. A lo que agregó:

“Y en este día el agradecimiento de la Santa Sede, al que me sumo, se extiende a toda la familia de la Guardia Suiza Pontificia, no sólo por el valioso servicio que presta, sino también por el modo en que lo realiza”

El Purpurado recordó que aunque el 6 de mayo recuerda el sacrificio de los 147 guardias suizos que, aquel día del lejano 1527, durante el saqueo de Roma, permitieron proteger al Santo Padre, también regala cada año nuevos rostros, nuevos reclutas que renuevan el mismo compromiso de vida a través de su juramento.

Que el inicio de su servicio los lleve al origen del discipulado

De manera que para estos queridos guardias, se convierte en la ocasión de reforzar su voluntad de entregarse con todas sus fuerzas, sacrificando incluso la vida cuando sea necesario, tal como dice el juramento, al servicio del Papa, por amor al Señor. Lo que requiere “fe y fortaleza de ánimo, para que a la indispensable disciplina externa se sume una disciplina interna igualmente esencial”.

Aludiendo a las lecturas propuestas por la Liturgia del día, el Cardenal Parolin ofreció dos sugerencias “tomando prestados dos conocidos adjetivos de la física”: “Podríamos hablar, en un sentido espiritual, primero de una fuerza centrípeta y luego de una fuerza centrífuga”.

Permanecer en Jesús

De la primera destacó que “tiende a actuar desde el exterior hacia el interior”, tal como indica el Evangelio de Juan al referirse a este movimiento espiritual, informando de unas palabras pronunciadas por Jesús después de la Última Cena cuando, antes de la Pasión, en el contexto más íntimo y sufrido, entrega su última voluntad a los discípulos. Petición clara, la de permanecer en su amor. Permanecer en Él, que “es el polo de atracción de la vida cristiana”.

“El Señor tiene planes especiales para cada uno de nosotros y la manera de permitirle realizar grandes cosas en nosotros es sólo una: acogerlo cada vez más, vivir cada día su exigencia ¡Quédate en mí!”

El criterio de la misión

El Secretario de Estado prosiguió explicando en su homilía que “a este movimiento centrípeto del alma le sigue un segundo movimiento centrífugo, que procede en cambio desde el interior hacia el exterior”. Y les habló del “criterio de la misión”, cuyas exigencias “fueron decisivas para la Iglesia primitiva” que es misionera por naturaleza.

También les dijo que el Santo Padre llama continuamente a emprender "una transformación misionera", para la que toda estructura y tradición humana es útil en la medida en que favorece el anuncio vital del Señor crucificado y resucitado. 

"Al servir al Sucesor de Pedro en estrecho contacto, pidamos la gracia de aceptar la exigente llamada a la misión. No se trata de partir hacia países aún más lejanos, sino de dar testimonio de Jesús allí donde estamos, para difundir, con mansedumbre, sencillez y sobre todo con el ejemplo, su presencia a los que encontramos y en los lugares donde vivimos".

Al final de sus reflexiones, el Cardenal Parolin les sugirió que “vivan el juramento de hoy con este espíritu, para que el inicio de su servicio los lleve al origen del discipulado”. Y agregó que, de hecho:

“El juramento no es sólo una etapa importante y solemne, sino un verdadero momento de discipulado”

Por esta razón les deseó que el camino que inician con su juramento los haga sentirse discípulos misioneros más unidos a Jesús, como él, el primero entre los Apóstoles.

El Papa al Presidente de Suiza: reforzar la colaboración mutua


 CIUDAD DEL VATICANO.- Durante la audiencia que el Papa Francisco concedió esta mañana al Presidente de la Confederación Helvética, se recordó el generoso servicio de la Guardia Suiza Pontificia en el día del juramento de sus nuevos miembros

La Oficina de Prensa de la Santa Sede publicó un Comunicado en el que informa que esta mañana el Santo Padre Francisco recibió en audiencia, en el Palacio Apostólico del Vaticano, al Presidente de la Confederación Helvética, S.E. el Sr. Guy Parmelin.

Seguidamente,  el Sr. Guy Parmelin se encontró con Su Eminencia el Cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado de Su Santidad, acompañado por Su Excelencia Monseñor Paul Richard Gallagher, Secretario para las Relaciones con los Estados.

Durante las conversaciones, desarrolladas en un clima de cordialidad, además de recordar el generoso servicio de la Guardia Suiza Pontificia en el día del juramento de sus nuevos miembros, se expresó la satisfacción por las buenas relaciones y la fructífera colaboración entre la Santa Sede y la Confederación Helvética.

En el contexto del reciente centenario de la reanudación de las relaciones diplomáticas, se reafirmó la voluntad de reforzar esta colaboración mutua en las principales cuestiones internacionales y en los ámbitos de interés común.

jueves, 6 de mayo de 2021

Consejo de Cardenales sobre las consecuencias de la pandemia


CIUDAD DEL VATICANO.- La Oficina de Prensa de la Santa Sede ha informado que se llevó a cabo en la tarde de este jueves 6 de mayo un encuentro del Consejo de Cardenales, desarrollado en línea debido a la situación sanitaria.

Se conectaron desde sus respectivos países de residencia los Cardenales Óscar A. Rodríguez Maradiaga, S.D.B., Reinhard Marx, Seán Patrick O'Malley, O.F.M. Cap., Oswald Gracias, y Fridolin Ambongo Besungu, O.F.M. Cap., mientras que desde el Vaticano se conectaron los Cardenales Pietro Parolin y Giuseppe Bertello y el Secretario del Consejo, S.E. Mons. Marco Mellino. El Santo Padre siguió los trabajos conectándose desde la Casa Santa Marta.

Tras el saludo del Papa Francisco se trataron varios temas de actualidad, describiendo cada cardenal también la situación en su propia región, las consecuencias económicas y sociales de la pandemia y el compromiso de la Iglesia con la salud, la recuperación económica y el apoyo ofrecido a los más necesitados.

A continuación, los miembros del Consejo debatieron sobre la metodología de trabajo que deberá aplicarse para la revisión y corrección de algunos textos normativos tras la futura entrada en vigor de la próxima Constitución Apostólica, así como sobre las nuevas perspectivas que abre el texto que se está redactando. El próximo encuentro está previsto para el mes de junio.

El presidente argentino Fernández detalla que visitará el Vaticano durante su viaje a Europa a ver al Papa


BUENOS AIRES.- El presidente argentino, Alberto Fernández, que viajará a Europa el sábado, visitará Portugal, España, Francia e Italia donde se reunirá con sus homólogos nacionales, así como al Papa Francisco, en el segundo viaje oficial que emprende el mandatario al continente europeo desde que asumió la Presidencia del país.


El primer destino del líder de Argentina será Portugal, donde el mismo día de su llegada --el domingo-- se reunirá con su homólogo portugués, Marcelo Rebelo de Sousa, para encontrarse con el primer ministro, Antonio Costa, al día siguiente, informa Télam citando a la Casa Rosada.

El mismo lunes por la tarde, Fernández viajará hacia España, donde mantendrá un encuentro con el Rey Felipe VI en el Palacio de la Zarzuela. También en España se reunirá con el presidente, Pedro Sánchez, y el miércoles partirá hacia Francia para reunirse con empresarios en la Embajada argentina y ser recibido en el Palacio del Elíseo por su homólogo francés, Emmanuel Macron.

La visita a Francia se perfila como crucial, en tanto que Argentina renegocia una importante deuda con el Club de París.

Ya el jueves se reunirá con el Papa Francisco en el Palacio Apóstolico, y también mantendrá un encuentro con el presidente italiano, Sergio Mattarella, en el Palacio Quirinale y otro con el presidente del Consejo de Ministros, Mario Draghi.

Ya el viernes, la comitiva argentina, formada por la primera dama, Fabiola Yañez; el ministro de Exteriores, Felipe Solá; el de Economía, Martín Guzmán; el secretario General de la Presidencia, Julio Vitobello; el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz, y el secretario de Comunicación y Prensa, Juan Pablo Biondi, regresará a Argentina.

Este será el segundo viaje oficial que Fernández emprende a Europa, ya que antes del estallido de la pandemia realizó otra gira, concretamente del 31 de enero al 5 de febrero de 2021.