sábado, 29 de junio de 2013

Nunzio Scarano, un «monsignore» muy emprendedor

CIUDAD DEL VATICANO.- Monseñor Nunzio Scarano, de 61 años, no es «nuncio» aunque su nombre signifique eso. Tampoco es empleado del banco del Vaticano (IOR) sino que, simplemente, tenía dos cuentas en esa curiosa entidad que lleva años prometiendo una limpieza interna que nunca llega.

A primera vista, Scarano es un ejemplo de eclesiástico «mundano», un tipo de clérigo que el Papa Francisco fustiga con frecuencia por ser contrario al Evangelio. Es cierto que trabajaba en un banco antes de sentir la llamada al sacerdocio y que eso le daba una buena preparación para trabajar como jefe de contabilidad de gestión de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA), un departamento que administra fondos en viviendas y títulos quizá muy superiores a los 6.000 millones de la banca del Vaticano.
El problema con Scarano es que se dedicaba también a varias empresas de construcción en su Salerno natal; que había comprado por poco precio unos pisos de monjas en el centro de la ciudad, convertidos después en apartamentos de lujo; y que tenía amistades «peligrosas» con armadores de buques en Nápoles.
Algunos medios italianos informan que la operación de contrabando de divisas de Suiza a Italia que le ha valido el arresto iba a ser por valor de 40 millones, antes de que se redujese a 20 millones. Y que los fondos pertenecen a sus amigos, los armadores de Nápoles, según 'Abc', de Madrid.

No hay comentarios:

Publicar un comentario