ROMA.- Fiscales de Roma evalúan solicitar que dos gerentes del banco del
Vaticano que renunciaron esta semana sean sometidos a un juicio bajo
sospechas de haber autorizado transacciones financieras ilegales,
dijeron el martes dos fuentes judiciales.
El director general del banco del Vaticano, Paolo Cipriani, y su
subdirector, Massimo Tulli, dejaron sus cargos después del arresto de un
destacado religioso acusado de conspirar para hacer ingresar ilegalmente
20 millones de euros a Italia desde Suiza.
Hasta el momento, ninguna persona ha sido acusada por delitos, aunque
transcripciones de escuchas telefónicas provistas por la policía y
entregadas a los magistrados contenían evidencia de contactos entre
Tulli y el monseñor Nunzio Scarano, el prominente religioso detenido la
semana pasada.
La renuncia de los dos gerentes aumentó las dificultades que rodean al Instituto de
Obras de Religión (IOR), que durante décadas ha sido vinculado a
operaciones secretas y sospechosas, y cuyo futuro es incierto desde el
nombramiento del papa Francisco en marzo.
El arresto de Scarano se produjo después de que el papa Francisco
designó una comisión especial de investigación para que hiciera frente a
los problemas del banco y recomendara cambios.
Scarano está acusado, junto con un agente del servicio secreto y un
operador financiero, de colaborar en el lavado de millones de euros en
favor de una familia vinculada a la construcción naval en la ciudad de
Salerno, cerca de Nápoles, en el sur de Italia.
El abogado de Scarano dijo que amigos ricos donaron dinero al clérigo
para que construyera una casa para personas con enfermedades terminales.
Aunque no ha surgido evidencia que pudiera vincular al IOR directamente
con los cargos que afronta Scarano, el banco ya está sujeto a una
investigación sobre supuestas actividades de lavado de dinero.
Las fuentes judiciales dijeron que los fiscales se estaban preparando
para concluir su indagación sobre lavado de dinero y que se espera que
indiquen que la pesquisa los lleva hasta Ettore Gotti Tedeschi, exjefe
del IOR que fue despedido de su cargo el año pasado.
El papa Francisco, que rechaza varias de las prácticas excesivas y
extravagantes del Vaticano, y ha llamado a un regreso a la austeridad en
la Iglesia Católica, ha puesto un importante énfasis en la necesidad de
limpiar la imagen del IOR.
Las funciones de los dos dirigentes del banco de la Santa Sede serán
asumidas interinamente por el presidente del IOR, el noble alemán Ernst
von Freyberg, nombrado en febrero por el Benedicto XVI pocos días antes
de su renuncia, precisó el Vaticano en un comunicado.
Desde el 2010, la Guardia de Finanzas, la policía tributaria, y la
fiscalía de Roma investigan el IOR por estar involucrado en operaciones
oscuras de blanqueo de dinero y corrupción.
Unas seis investigaciones judiciales han sido abiertas en los últimos
años por la justicia italiana contra el banco del Vaticano por
irregularidades y transacciones sospechosas, según el informe anual de
la Autoridad de Información Financiera divulgado en mayo.
Para el diario ‘Il Corriere della Sera’, los dos dirigentes del banco
vaticano no sólo aprobaban las operaciones ilegales que programaba
Scarano, sino que también autorizaron otras operaciones ilícitas, a
través de cuentas corrientes de simples religiosos empleadas por laicos
con conexiones con organizaciones criminales o mafiosas.
Para el vaticanista del diario económico italiano ‘Il Sole 24 Ore’,
inicia una nueva fase en el Vaticano. “El clima cambió” con la elección
de Francisco, determinado a reformar la entidad, escribió Carlo Marroni.
El papa jesuita, que hace menos de una semana designó con un documento
escrito por su propia mano a una comisión especial de cinco miembros
para indagar sobre las actividades económicas y la situación jurídica
del IOR, pasó de los gestos a los hechos.
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