Durante la audiencia general que mantiene cada miércoles con los fieles, el papa esgrimió: "Cuántas veces hemos visto el escándalo de esas personas que van a la Iglesia, están todo el día allí, o van todos los días, y después viven odiando a los demás o hablando mal de la gente. Esto es un escándalo", dijo el pontífice argentino.
"Es mejor no ir a la Iglesia. Vive como un ateo. Si vas a la Iglesia- añadió-, vive como hijo, como hermano, da un verdadero ejemplo". 
El papa realizó esta reflexión durante su catequesis, al aludir al Evangelio de Mateo, cuando se refiere a los "hipócritas" que rezan "para ser vistos por la gente".
Una situación que se replica en la actualidad, con personas que pronuncian oraciones "ateas, sin Dios, solo por ser admirados", aseguró. 
 "Los paganos creen que hablando, hablando, hablando se reza. Yo pienso en muchos cristianos que creen que rezar es hablar a Dios, perdonadme, como un papagayo. No, rezar se hace con el corazón, desde dentro", sostuvo.
Por otro lado, el papa Francisco consideró que Jesús "coronó con felicidad" a las personas "no muy consideradas en aquel tiempo, pero también en el actual", como los beatos, los pobres o los misericordiosos.

"Donde hay Evangelio, hay revolución"

"Es la revolución del Evangelio. Todas las personas capaces de amar, trabajadores de paz que hasta entonces habían permanecido al margen de la historia, son constructores del Reino de Dios", indicó. Y zanjó: "Donde hay evangelio, hay revolución. El Evangelio no nos deja quietos, nos empuja, es revolucionario".
El sermón de este jueves es, hasta ahora, la primera vez que Francisco se ha dirigido a los cristianos hipócritas, según recoge la CNN. En un sermón del pasado mes de febrero, el papa desafió la “falsedad” de los cristianos que hablan de piedad, pero que hacen poco por ayudar a los otros. Tampoco es la primera vez que el papa ha mencionado a los ateos.
En 2013, planteó preguntas para decir que el cielo estaba abierto, potencialmente, para todos. “El señor nos ha redimido a todos nosotros con la sangre de Cristo: todos nosotros, no solo los católicos. Todos”, dijo a los creyentes en una misa. “‘Padre, ¿y los ateos?’ Incluso los ateos. ¡Todos!”. 
El papa continuó: “Debemos encontrarnos el uno al otro haciendo el bien. ‘¡Pero no creo, padre, soy ateo!’ Pero haz el bien: todos nos encontraremos allá”.
En un comunicado posterior, el Vaticano matizó que el papa Francisco simplemente estaba hablando de la gracia de Dios, incluso a los ateos, y estaba urgiendo a creyentes y no creyentes a trabajar juntos.