CIUDAD DEL VATICANO.- El cardenal Giuseppe Bertello, presidente del gobierno de la Ciudad del Vaticano, fue el responsable de dar la bienvenida en nombre del papa a 200 mendigos, tullidos y ‘nuevos pobres’, invitados recientemente a una cena de lujo en los jardines del Vaticano.
Organizado por el Círculo de San Pedro,
la cena se celebró a los pies de la gruta de la Virgen de Lourdes, un
rincón vaticano cerca de la casa donde actualmente vive retirado
Benedicto XVI. El ágape fue servido por varios príncipes y un cardenal, y
la velada fue amenizada por la banda de la Gendarmería del Vaticano.
En
sus palabras de bienvenida, el cardenal Bertello recordó a los
invitados que esa era su casa y que les recibían “con alegría”.
“La
Virgen delante de nosotros nos mira con serenidad, con la misma mirada
que les deseo a todos ustedes y a quienes les cuidan con tanto amor”,
añadió.
Además de algunos mendigos y personas con dificultades
físicas, se invitó también a aquellos que sufren la llamada ‘nueva
pobreza’, gente que hasta hace poco tenía una cierta estabilidad
económica y que se han encontrado en la más completa ruina en poco
tiempo.
Los invitados fueron elegidas entre los asistentes a los tres comedores sociales que el Círculo posee en Roma. Dispusieron cuatro autobuses
que los recogieron desde cuatro puntos de la ciudad y hacia las 10 de
la noche, al terminar la cena, fueron devueltos al mismo lugar.
El
Círculo de San Pedro nació en Roma en 1869 por la iniciativa de jóvenes
de la alta burguesía y de familias nobles romanas que querían demostrar
al mundo su fidelidad al pontífice, entonces Pío IX, en un momento muy
difícil de la historia del papado y de la Iglesia. Su lema es “oración,
acción y sacrificio”.
Es la primera vez que el Círculo
organiza una cena dentro del Vaticano, pues hace dos años habían
celebrado otra en San Juan de Letrán, a la que asistió el cardenal Angelo Sodano.
El
lugar estaba adornado con mesas y sombrillas blancas, y la cena fue al
atardecer del verano romano, de manera que aún había luz natural, según
ha explicado uno de los participantes.
Su eminencia, el príncipe Leopoldo Torlonia y el asistente eclesiástico del Círculo de San Pedro, Franco Camaldo sirvieron en las diversas mesas junto a un centenar de miembros del Círculo.
En
la cena vaticana se sirvió de primero regatones a la sorrentina,
ternera con espinacas y queso, verduras, agua y jugo de naranja. De
segundo plato sirvieron una carne que pudiera ser comida también por
personas de otras religiones.
Y de postre, tarta de fruta con
champán italiano para brindar. Repartieron también unas bolsitas con
fruta para que se las pudieran llevaran y un regalo que contenía dulces.
Para
el Círculo de San Pedro dar de comer a los necesitados es algo
habitual. A los que se presentan diariamente en sus comedores no les
preguntan "ni nacionalidad, ni religión, ni nada”, indicó uno de los
organizadores. Los beneficiados sólo tienen que presentar un bono que
los organizadores distribuyen en las parroquias.
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