lunes, 28 de mayo de 2018

Curas de todo el mundo, entre ellos once españoles, acusan al Papa de promover un "caos doctrinal"

MADRID.- Son apenas 250, una minúscula parte de los más de 400.000 sacerdotes católicos del mundo, y 11 de ellos son españoles. Pero la dureza de sus críticas al Papa y a sus reformas revelan la existencia, ya indisimulada, de un cisma en toda regla provocado por clérigos y obispos ultraconservadores, que ven como "un caos doctrinal" la situación que se está viviendo en la Iglesia con las aperturas promovidas por Francisco, recoge www.eldiario.es

Uno de los sacerdotes más activos es el misionero español Christopher Hartley Sartorius, que trabaja con los más pobres en Etiopía pero, a la vez, empuña con mano de hierro la espada de la oposición más radical entre los eclesiásticos españoles. 
Hartley está promoviendo, a través de la red, la 'Apelación Pastoral' a los obispos de todo el mundo para que hagan frente a la deriva teológica que, en su opinión, se está viviendo en el actual pontificado, y que se plasma en la apertura a los gays, a los divorciados vueltos a casar o el debate sobre el papel de los laicos, el sacerdocio femenino o los curas casados.
"Que la Santísima Virgen y San Miguel Arcángel protejan a la Iglesia Católica de las asechanzas del demonio, lobos con piel de oveja", concluye el correo en el que el sacerdote español anima a todos los curas de su entorno a suscribir la iniciativa, que "existe para alentar a los sacerdotes a dar testimonio del Evangelio e invitar a los obispos a ejercer su autoridad apostólica".
En la "Apelación Pastoral a los Obispos para una Reafirmación Apostólica del Evangelio", los firmantes denuncian "un enfoque equivocado de la vida moral cristiana que encontramos con frecuencia y que perjudica gravemente a quienes se dejan engañar por él".
En la misma, reclaman a los obispos de todo el mundo -y como tal, al Obispo de Roma- que no permitan la comunión a los divorciados vueltos a casar, gays y demás personas que "cometen actos objetivamente malos" pero "se sienten subjetivamente libres de culpabilidad".
La carta se publica a los 50 años de la polémica encíclica Humanae Vitae, que prohibió el uso de preservativos, el aborto, las uniones civiles o las relaciones homosexuales, y cuya vigencia reivindican estos sacerdotes frente a la nueva pastoral defendida por Francisco que, para los firmantes, resulta "contraria al Evangelio".
Eentre otras cosas, los firmantes resaltan cómo "la actividad sexual fuera del matrimonio es en toda circunstancia gravemente malo", un "grave mal" que "es un pecado mortal". Para estos sacerdotes, la conciencia "puede juzgar erróneamente debido a la deformación que proviene de pecados anteriores".
"Nos damos cuenta, como sacerdotes, de que muchos clérigos y laicos han sido tan afectados por las mentalidades seculares y la falsa teología moral de décadas pasadas que ahora ven el testimonio apostólico de la Iglesia como idealista, anticuado o incluso cruel", resaltan estos curas, que admiten que la actual situación de la Iglesia de Francisco resulta "desalentadora para los sacerdotes y podría llevarnos a evitar ofrecer una presentación clara y auténtica del Evangelio".
La carta de los curas ultras coincide en el tiempo con declaraciones como las del cardenal Sarah, el más poderoso de los opositores al Papa Francisco, pues preside la Congregación para el Culto Divino. Sarah ha advertido que ordenar sacerdotes a personas casadas "podría tener consecuencias serias" para la Iglesia, pues supondría "romper definitivamente con la Tradición Apostólica".
No hay "razones o necesidades pastorales" para ello, ha dicho el purpurado guineano, ya que la innovación tendría el efecto desastroso de acabar con el sacerdocio tal y como fue instituido por Jesucristo.
Por su parte, el cardenal Brandmüller, uno de los cuatro firmantes de los famosos 'Dubia' contra los divorciados vueltos a casar, fue más allá, y recalcó que "quien defiende la ordenación de mujeres es un hereje y está excomulgado".
Temas como "el sacerdocio femenino, el celibato, la intercomunión, el matrimonio después del divorcio", o el reciente "'sí' de la Iglesia a la homosexualidad". 
Para el cardenal, que se sigan hablando de estas cuestiones no producirá una "primavera católica", como pretenden algunos, sino un largo invierno. 
Al igual que ha sucedido en la Iglesia evangélica alemana, las innovaciones podrían tener "el efecto de vaciar las iglesias".

miércoles, 23 de mayo de 2018

Papa Francisco: “Hablar de pobreza y vivir como un faraón es el antitestimonio”

CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa Francisco ha defendido ante los obispispos italianos la pobreza evangélica, que es “madre y muro de la vida apostólica” y que él aprendió como jesuita. “La pobreza evangélica hace nacer y protege la vida apostólica”, ha reseñado. “Quien tiene fe no puede hablar de pobreza y vivir al mismo tiempo como un faraón. Es un ‘anti-testimonio’. Es escandaloso gestionar los bienes de la Iglesia como si fuesen personales”.

Para el Papa, la Iglesia debe gestionar con ejemplaridad, con reglas claras aquello por lo que un día rendirá cuentas. “Soy consciente y reconozco que en la Conferencia Episcopal Italiana se ha hecho mucho en los últimos años, pero todavía se debe hacer más”, ha dicho durante el discurso de apertura de la Asamblea General de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI).
Además, ha señalado ante los prelados que “no es pecado criticar aquí al Papa”. El Ponífice ha aprovechado su alocución para lamentar la crisis vocacional que padece la Iglesia y la ha comparado con una “hemorragia” ocasionada por la cultura del relativismo y los escándalos.
Así, ha hecho un repaso de sus tres principales preocupaciones respecto a la Iglesia en Italia y ha dado cuenta de la crisis de vocaciones, la pobreza evangélica y la reducción y fusión de Diócesis.

martes, 1 de mayo de 2018

El cardenal Pell, jefe de Finanzas del Vaticano, será juzgado por abusos sexuales


SIDNEY.- Un tribunal de Australia anunció este martes la apertura de una causa penal contra el cardenal George Pell, jefe de las finanzas del Vaticano, por múltiples cargos históricos relacionados con presuntos abusos sexuales.

La juez Belinda Wallington estimó que hay suficientes pruebas para enjuiciar al prelado de 76 años por los delitos sexuales que se le atribuyen, en la lectura del fallo en la corte de distrito de Melbourne.
El cardenal se declaró "no culpable" de las acusaciones, cuyo número y detalles no pueden ser divulgados en su totalidad por motivos legales, según confirmaron fuentes judiciales por correo electrónico.
La lectura del fallo, que duró 70 minutos, concluyó una fase de instrucción iniciada hace dos meses y en la que la magistrada descartó la mayoría de las acusaciones más graves presentadas contra Pell.
"La presunta ofensa más seria no habría ocurrido en el período de tiempo supuesto", dijo la juez que recalcó que la prueba presentada "no es suficiente para que sea analizada por un jurado", dijo Wallington en su declaración citada por la agencia local AAP.
Los cargos que afrontará Pell se refieren a presuntas ofensas sexuales ocurridas en una piscina en la década de 1970 cuando era sacerdote en Ballarat, su ciudad natal, y en la Catedral St'Patrick's en la década de 1990 cuando era arzobispo de Melbourne.
Entre los cargos desestimados había acusaciones de delitos sexuales en un cine y una capilla en Ballarat hace más de 40 años.
El abogado de Pell, Robert Richter, dijo que la más "canalla" de las acusaciones había sido desestimada, en declaraciones recogidas por la cadena ABC.
La juez también ordenó al procesado permanecer en el país ante el procedimiento que se celebrará en un tribunal del estado de Victoria, cuya capital es Melbourne, de acuerdo a las fuentes judiciales citadas.
Se prevé que este miércoles se celebre una sesión instructiva en la que podría fijarse la fecha del inicio del juicio.
La decisión de este martes fue el resultado de un proceso sumario que comenzó el 5 de marzo contra Pell, a quien el papa Francisco le autorizó un "periodo de excedencia" del cargo de prefecto de la Secretaría de Economía del Vaticano.
Durante los primeros diez días de las vistas sumarias, decenas de testigos declararon a puerta cerrada, lejos del público y de los medios, de acuerdo con la normativa estatal en supuestos casos de delitos sexuales que mantiene las pruebas bajo secreto de sumario.
Pell, a quien la policía de Victoria acusó formalmente en junio de 2017, es la máxima autoridad de la Iglesia católica que afronta un juicio por presuntos abusos sexuales en la historia de esta institución.
El anuncio tiene un impacto "positivo" en las víctimas, quienes podrán apreciar que "nadie está por encima de la ley", remarcó la gerente nacional de Abusos de la fima legal Shine Lawyers, Lisa Flynn, en un comunicado.
Flynn indicó que las lecciones de este juicio son que si se hacen denuncias de abuso sexual de menores la Policía debe tratar a los acusados como tales sin reparar en el lugar donde vive, su trabajo o su religión.
El actual proceso de Pell comenzó después de que el cardenal declarara en tres ocasiones como testigo ante la comisión real que investigó la respuesta de las instituciones públicas y religiosas de Australia a los abusos sexuales de menores cometidos en su seno.
Según esa comisión, la Iglesia católica recibió quejas de 4.500 personas por presuntos abusos a menores cometidos por unos 1.880 miembros de la institución, sobre todo sacerdotes, entre 1980 y 2015, aunque algunos casos se remontan a la década de 1920.
La comisión no investigó los presuntos casos de pederastia de Pell.