domingo, 14 de julio de 2013

Francisco dirige su primer angelus en Castel Gandolfo y a pié de calle


CASTEL GANDOLFO.- Por primera vez desde su elección, el papa Francisco dirigió hoy el Ángelus en Castel Gandolfo, la localidad próxima a Roma que acoge la residencia de verano de los pontífices. Sin embargo, al final del día, el Santo Padre volvió al Vaticano ya que decidió no pasar sus vacaciones allí, como es costumbre entre los jefes de la Iglesia católica.

Desde la puerta del palacio apostólico de Castel Gandolfo, ante una abarrotada plaza de la Libertad, el primer papa argentino, quien llegó a la localidad italiana en auto a primera hora de la mañana, recordó que dentro de ocho días partirá hacia Brasil para participar en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), que tendrá lugar entre los días 23 y 28 de este mes.
Estas palabras motivaron un estallido de alegría en la audiencia, entre los que se podían ver numerosas banderas brasileñas, a lo que el Papa respondió con un espontáneo: "Se ve que hay muchos jóvenes, pero que todos son también jóvenes de corazón".
"Recemos, por tanto, por este gran peregrinaje que empieza, para que Nuestra Señora de Aparecida, patrona de Brasil, guíe los pasos de los participantes y abra sus corazones para acoger la misión que Cristo les encomienda", dijo Francisco.
El pontífice recordó además la parábola bíblica del buen samaritano, como "ejemplo del amor por el prójimo", y a San Camilo de Lelis, patrón de los enfermos y de los trabajadores sanitarios, de cuya muerte justo dentro de un año, el 14 de julio de 2014, se cumplirá el cuarto centenario.
"Saludo con gran afecto a todos los hijos y las hijas espirituales de San Camilo, que viven su carisma de caridad en contacto diario con los enfermos. Sed como él, buenos samaritanos. Y también a los médicos, a los enfermeros y a quienes trabajan en los hospitales y casas de cuidados, deseo que mantengan el ánimo del mismo espíritu", señaló.
Por lo general cuando los pontífices están en Castel Gandolfo los domingos se asoman por una ventana que mira sobre un patio interno o en un balcón que da a una plaza del pueblo. Sin embargo en esta ocasión, Francisco habló con la gente y los saludó en la puerta principal, inclinándose para besar a los bebés en sus cochecitos, una actitud habitual en él.
El ex arzobispo Jorge Bergoglio volvió así hoy al palacio de Castel Gandolfo, donde el pasado marzo, ya como nuevo pontífice, mantuvo un encuentro con su predecesor en el cargo, Benedicto XVI, quien permanecía allí tras su renuncia. Poco después Joseph Ratzinger se trasladó a Roma para vivir en un monasterio dentro del Vaticano, donde tiene previsto pasar sus días en oración y meditación.
A su llegada al palacio pontificio de Castel Gandolfo, situada a unos 30 kilómetros al sur de Roma, Francisco saludó a los trabajadores del mismo y al obispo de Albano, Marcello Semeraro, y a la alcaldesa de Castel Gandolfo, Milvia Monachesi.
"En este momento, mi pensamiento va con el beato Juan Pablo II y con Benedicto XVI, que amaban pasar parte del período estival en esta residencia pontificia. Muchos de vosotros han podido conocerlos y acogerlos, conservando de ellos un recuerdo muy querido", dijo el papa argentino.
Tras el rezo del Ángelus, Francisco celebró un almuerzo con los jesuitas del Espéculo Vaticano, dirigido por el argentino José Gabriel Funes, para regresar después a la Ciudad del Vaticano.
Éste es uno de los pocos desplazamientos fuera del Vaticano que Francisco tiene previsto realizar este verano, en el que viajará a finales de este mes a Río de Janeiro para presidir la JMJ. Se espera la participación unos dos millones de jóvenes, en su mayoría de América Latina.
El 15 de agosto Francisco, quien hasta septiembre no tiene planeado celebrar sus tradicionales audiencias públicas de los miércoles en el Vaticano, volverá a Castel Gandolfo para oficiar, como es tradición en los papas, la misa de la festividad de la Asunción de María en la parroquia de esta localidad italiana.

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