jueves, 30 de abril de 2020

La oración especial del Papa por las víctimas anónimas de la pandemia


CIUDAD DEL VATICANO.- En la misa de Santa Marta hoy, Francisco piensa en los que murieron a causa del Covid-19, rezando especialmente por los muertos anónimos enterrados en fosas comunes. En su homilía, recordó que proclamar a Jesús no es hacer proselitismo, sino dar testimonio de la fe con la vida y rezar al Padre para que atraiga la gente al Hijo.

Francisco presidió la misa en la Casa Santa Marta el jueves de la tercera semana de Pascua. En la introducción dirigió sus pensamientos a las víctimas del nuevo coronavirus:
Recemos hoy por los muertos, los que murieron por la pandemia; y también de manera especial por los muertos - digamos - anónimos: hemos visto las fotografías de las fosas comunes. Muchos...
En su homilía, el Papa comenta el pasaje de hoy de los Hechos de los Apóstoles (Hechos 8:26-40) que relata el encuentro de Felipe con un eunuco etíope, funcionario de Candáce, deseoso de comprender quién era, tal como lo describió el profeta Isaías: "Como una oveja fue llevado al matadero. Después de que Felipe le explicara que era Jesús, el etíope se dejó bautizar.
Es el Padre -afirma Francisco recordando el Evangelio de hoy (Jn 6, 44-51)- quien nos lleva al conocimiento del Hijo: sin esta intervención no podemos conocer el misterio de Cristo. Esto es lo que le pasó al funcionario etíope, que al leer al profeta Isaías tuvo una inquietud puesta en su corazón por el Padre. Esto - observa el Papa - también se aplica a la misión: no convertimos a nadie, es el Padre quien atrae. Podemos simplemente dar un testimonio de fe. El Padre atrae a través del testimonio de la fe. Es necesario rezar para que el Padre atraiga a la gente a Jesús: el testimonio y la oración son necesarios. Este es el centro de nuestro apostolado. Preguntémonos: ¿doy testimonio con mi forma de vida, rezo para que el Padre atraiga a la gente a Jesús? Ir a una misión no es hacer proselitismo, es ser testigo. No convertimos a nadie, es Dios quien toca los corazones de la gente. Pidamos al Señor - esta es la oración conclusiva del Papa - la gracia de vivir nuestro trabajo con el testimonio y la oración para que pueda atraer a la gente a Jesús.

Texto de la homilía 

"Nadie puede venir a mí si el Padre no lo atrae": Jesús recuerda que incluso los profetas habían predicho esto: "Y todos serán instruidos por Dios". Es Dios quien atrae al conocimiento del Hijo. Sin esto, uno no puede conocer a Jesús. Sí, uno puede estudiar, incluso estudiar la Biblia, incluso saber cómo nació, lo que hizo. Pero conocerlo desde dentro, conocer el misterio de Cristo es sólo para aquellos que son atraídos por el Padre.
Esto es lo que le pasó a este Ministro de Economía de la Reina de Etiopía. Se puede ver que era un hombre piadoso y que se tomaba el tiempo, en muchos de sus asuntos, para ir a adorar a Dios. Un creyente. Y regresó a casa leyendo al profeta Isaías. El Señor toma a Felipe, lo envía a ese lugar y le dice: "Ve al lado, detente en ese carruaje", y escucha al ministro leyendo a Isaías. Se acerca a él y le hace una pregunta: "¿Lo entiendes?" - "¡Pero, cómo puedo entenderlo si nadie me guía!", y hace la pregunta: "¿De quién dice esto el profeta?" "Por favor, sube al carruaje", y durante el viaje - no sé cuánto tiempo, creo que al menos un par de horas - Felipe explicó: Jesús explicó.
Esa inquietud que este señor tenía en la lectura del profeta Isaías era la del Padre, que lo acercaba a Jesús: lo había preparado, lo había traído de Etiopía a Jerusalén para adorar a Dios y luego, con esta lectura, había preparado su corazón para revelar a Jesús, hasta el punto de que en cuanto vio el agua dijo: "Puedo ser bautizado". Y él creyó.
Y esto - que nadie puede conocer a Jesús sin que el Padre lo atraiga - es válido para nuestro apostolado, para nuestra misión apostólica como cristianos. También pienso en las misiones. "¿Qué vas a hacer en las misiones?" - "Yo, convirtiendo a la gente" - "Pero detente,  ¡no estás convirtiendo a nadie! El Padre atraerá a esos corazones para que reconozcan a Jesús". Ir a una misión es dar testimonio de tu fe; sin testimonio no harás nada. Ir a la misión... ¡y los misioneros son buenos! - no significa hacer grandes estructuras, cosas... y detenerse así. No: las estructuras deben ser testimonios. Podéis hacer una estructura hospitalaria, educativa, de gran perfección, de gran desarrollo, pero si una estructura está sin testimonio cristiano, vuestra obra no será una obra de testimonio, una obra de verdadera predicación de Jesús: será una sociedad de beneficencia, ¡muy buena, muy bien! - pero nada más.
Si quiero ir a una misión, y digo esto si quiero ir a hacer un apostolado, tengo que ir con la voluntad del Padre para atraer a la gente a Jesús, y esto es lo que hace el testimonio. Jesús mismo se lo dijo a Pedro cuando confesó que Él es el Mesías: "Eres feliz, Simón Pedro, porque el Padre te lo ha revelado". Es el Padre quien atrae, y también atrae con nuestro testimonio. "Haré muchas obras, aquí, de aquí, desde allá, de educación, esto, lo otro...", pero sin testimonio son cosas buenas, pero no son la proclamación del Evangelio, no son lugares que den la posibilidad de que el Padre atraiga al conocimiento de Jesús. Trabajar y ser testigo.
"¿Pero cómo puedo hacer que el Padre se moleste en atraer a esa gente?". Oración. Y esta es la oración para las misiones: rezar para que el Padre atraiga a la gente a Jesús. El testimonio y la oración, van juntos. Sin testimonio y oración no se puede hacer predicación apostólica, no se puede hacer anuncio. Dará un hermoso sermón moral, hará muchas cosas buenas, todas buenas. Pero el Padre no tendrá la posibilidad de atraer a la gente hacia Jesús. Y este es el centro: este es el centro de nuestro apostolado, que el Padre puede atraer a la gente a Jesús. Nuestro testimonio abre las puertas al pueblo y nuestra oración abre las puertas al corazón del Padre para atraer a la gente. Testimonio y oración. Y esto no es sólo para las misiones, sino también para nuestro trabajo como cristianos. ¿Doy testimonio de la vida cristiana, realmente, con mi forma de vida? ¿Rezo para que el Padre pueda atraer a la gente hacia Jesús?
Esta es la gran regla para nuestro apostolado, en todas partes, y de manera especial para las misiones. Ir en misiones no es proselitismo. Un día... una señora -buena, se veía que era de buena voluntad- se me acercó con dos chicos, un niño y una niña, y me dijo: "Este [niño], Padre, era protestante y se convirtió: lo convencí. Y esta [chica] era..." - No sé, animista, no sé qué me dijo, "y la convertí". Y la señora era buena: buena. Pero se equivocó. Perdí un poco la paciencia y dije: "Pero escucha, no convertiste a nadie: fue Dios quien tocó los corazones de la gente. Y no lo olvides: testimonio, sí; proselitismo, no".
Pidamos al Señor la gracia de vivir nuestro trabajo con el testimonio y la oración, para que Él, el Padre, pueda atraer a la gente a Jesús.
El Papa concluyó la celebración con la adoración y la bendición eucarística, invitando a la gente a hacer la comunión espiritual. Aquí sigue la oración recitada por el Papa, de San Alfonso María de Ligorio:
Creo, Jesús mío,
que estáis realmente presente en el Santísimo Sacramento del Altar.
Os amo sobre todas las cosas
y deseo recibiros en mi alma.
Pero como ahora no puedo recibiros sacramentado,
venid a lo menos espiritualmente a mi corazón.
Y como si ya os hubiese recibido,
os abrazo y me uno del todo a Ti.
Señor, no permitas que jamás
Me aparte de Ti. Amén.

Como es habitual, antes de dejar la Capilla dedicada al Espíritu Santo, se entonó la antífona mariana “Regina caeli”, cantada en este tiempo pascual: 

Regina caeli, laetare, alleluia.
Quia quem meruisti portare, alleluia.
Resurrexit, sicut dixit, alleluia.
Ora pro nobis Deum, alleluia.

(Reina del cielo, alégrate, aleluya.
Porque el Señor, a quien has llevado en tu vientre, aleluya.
Ha resucitado según su palabra, aleluya.
Ruega al Señor por nosotros, aleluya)

Obispos de Estados Unidos y Canadá consagrarán los dos países a la Virgen María


CIUDAD DEL VATICANO.- Este 1 de mayo, los Obispos de Estados Unidos y Canadá, unidos, renovarán la consagración de sus respectivas naciones a la Santísima Virgen María, invocando su protección al comienzo del mes mariano contra la pandemia del coronavirus.

Las Conferencias Episcopales de Estados Unidos y Canadá anunciaron, en sus respectivas páginas web, que este 1 de mayo consagrarán los dos países a la Virgen María. “La entrega de una nación a María, o el acto de consagración de la misma a la Virgen, pretende ser un recordatorio para los fieles del testimonio de la Santísima Madre al Evangelio y una forma de pedir su intercesión ante su Hijo en nombre de quienes se encuentran en necesidad”, lo dijo Monseñor José Horacio Gómez, Arzobispo de Los Ángeles y Presidente de la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos.
La consagración de este 1 de mayo, sigue a la ya realizada por el Consejo Episcopal de América Latina y el Caribe (CELAM) que consagró sus respectivas naciones a Nuestra Señora de Guadalupe el Domingo de Pascua.
“Esto dará a la Iglesia la oportunidad de rezar por la continua protección de la Virgen por los más vulnerables, por la curación de los enfermos y por la sabiduría de aquellos que trabajan para curar este terrible virus”, afirmó Monseñor Gómez.
El Prelado dirigirá una breve liturgia a las 3 p.m. hora local, a la cual ha invitado a los Obispos a participar desde sus respectivas diócesis extendiendo la invitación a los fieles de sus diócesis.
Por su parte, Monseñor Richard Gagnon, Arzobispo de Winnipeg y Presidente de la Conferencia Episcopal de Canadá (CEC), dijo que esta consagración se realiza el primer día de mayo porque esta fecha “tiene un significado especial, ya que marca el comienzo de todo un mes en el que se rinde homenaje a la Santísima Virgen María, ella que, en un sentido espiritual pero real, es nuestra Madre, nos dirigimos a ella y pedimos la ayuda de sus poderosas y maternales oraciones a Dios por nosotros. Consagrarse a María significa estar unidos a ella confiando nuestras vidas enteramente a Dios”.
Asimismo, se recuerda que, en 1792, con una carta pastoral, por primera vez Monseñor John Carroll, Obispo de Baltimore, promovió la devoción a María, Madre de Dios, poniendo a los Estados Unidos bajo su protección. Los veintiún Obispos presentes en el Sexto Concilio Provincial de Baltimore en 1846 decidieron entonces nombrar a la Santísima Virgen María, bajo el título de la Inmaculada Concepción, Patrona de los Estados Unidos, y el Papa Pío XI aprobó esta decisión al año siguiente.
Recientemente, la dedicación del Santuario Nacional de la Inmaculada Concepción en Washington en 1959 fue una oportunidad para que los Obispos consagraran una vez más la nación a la Virgen María.

Luces y sombras en el nuevo informe de la Comisión para la libertad religiosa

CIUDAD DEL VATICANO.- La libertad religiosa en el mundo: India empeora, Sudán mejora. Son los datos que sobresalen del último informe anual del Uscirf, la Comisión de Estados Unidos para la Libertad Religiosa Internacional, creada por la Ley de Libertad Religiosa Internacional de 1998.

Empeoramientos, pero también signos positivos en el frente de la libertad religiosa en el mundo. Es lo que se desprende del último Informe Anual de la Comisión de Estados Unidos para la Libertad Religiosa Internacional (Uscirf), la Comisión especial independiente establecida hace 22 años en el Departamento de Estado para asesorar al gobierno y al Congreso de Estados Unidos sobre cómo promover la libertad religiosa a nivel internacional.
El informe, publicado el 28 de abril, incluye 14 naciones en la lista de "Países de especial preocupación" (CPC, Countries of Particular Concern) es decir, aquellos en los que se producen hostigamientos "más sistemáticos, continuos y graves".
Estos incluyen nueve países ya clasificados en diciembre pasado por el Departamento de Estado como CPS: China, Eritrea, Irán, Corea del Norte, Pakistán, Arabia Saudita, Tayikistán y Turkmenistán, más otros cinco: India, Nigeria, Rusia, Siria y Vietnam.
Hay seis actores no estatales señalados al Departamento de Estado que son motivo de especial preocupación ("Entidades de especial interés", EPC). Se trata de las milicias islamistas al-Shabab en Somalia, el grupo terrorista islámico nigeriano Boko Haram, los rebeldes chiítas huthíes en el Yemen, el Estado Islámico de la provincia afgana de Khorasan, los talibanes del Afganistán y Hay'at Tahrir al-Sham, una formación militante salafista actualmente activa en la guerra de Siria.
Entre las novedades más significativas desde el año pasado se encuentra el descenso de categoría de la India, que por primera vez desde 2004 figura en la lista del CPC. El informe afirma que esta decisión fue motivada por el hecho de que el gobierno federal del Primer Ministro Narendra Modi habría utilizado su mayoría parlamentaria después de ganar las elecciones de mayo de 2019 "para promover políticas a nivel nacional que violan la libertad religiosa, especialmente de los musulmanes".
Se trata, en particular, de la controvertida Ley de Ciudadanía aprobada en diciembre, que excluye a los musulmanes perseguidos en sus países de origen de la protección jurídica, que se garantiza a los refugiados de otras religiones.
Por otra parte, la Comisión ha visto mejoras en varios otros países, como el Sudán, que hasta el año pasado estaba clasificado como un CPC. Mejoras que los ponentes consideran "alentadoras": "Aunque la situación ha empeorado en otros países, en general la tendencia de la libertad religiosa a nivel internacional está mejorando", puntualizó el Presidente del Uscirf, Tony Perkins.

1 de mayo de 2020: ¡Tiempo de prueba, tiempo de Evangelio!

CIUDAD DEL VATICANO.- Este viernes 1 de mayo, de la tercera semana de Pascua, el padre Samuel Velásquez nos invita a todos a hacernos Eucaristía, es decir, a hacernos pan compartido para los demás, especialmente en el servicio en medio de este tiempo de prueba.

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan 6, 52-59
En aquel tiempo, disputaban los judíos entre sí:
«¿Cómo puede este darnos a comer su carne?».
Entonces Jesús les dijo:
«En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día. Mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él. Como el Padre que vive me ha enviado, y yo vivo por el Padre, así, del mismo modo, el que me come vivirá por mí. Este es el pan que ha bajado del cielo: no como el de vuestros padres, que lo comieron y murieron; el que come este pan vivirá para siempre».
Esto lo dijo Jesús en la sinagoga, cuando enseñaba en Cafarnaún.

La cercanía del Papa a los trabajadores explotados por el “caporalato”


CIUDAD DEL VATICANO.- En una carta firmada por el Sustituto, la oración del Papa Francisco por los trabajadores que, comprometidos en la cadena agroalimentaria, se enfrentan a los riesgos vinculados a la pandemia y sufren la explotación por parte de las empresas.

El compromiso y los sacrificios de los trabajadores de la cadena agroalimentaria en tiempos de pandemia y la explotación y marginación de los trabajadores inmigrantes. Este es lo que está en el corazón y en las palabras del Papa Francisco quien, en una carta firmada por el sustituto de la Secretaría de Estado, Edgar Peña Parra, responde al Secretario General de la Federación Agrícola Italiana (Fai Cisl), Onofrio Rota quien, en los últimos días, había pedido consuelo y atención para las cuestiones críticas que marcan el sector agrícola.

Riesgos y marginación

El Sustituto de la Secretaría de Estado transmitió la cercanía del Papa Francisco "a los numerosos trabajadores que, en el marco de la cadena alimentaria, realizan esfuerzos considerables, entre muchos riesgos y dificultades, para proporcionar los alimentos necesarios a la comunidad".
"El Papa – continúa – los recuerda en la oración, mientras lleva en su corazón la dolorosa situación de los trabajadores ilegales de varios países, que son relegados a los márgenes de la sociedad y sufren condiciones de explotación inaceptables".

Salir de la ilegalidad

En el mensaje se expresa "compartir" la necesidad expresada por el sindicato para regularizar las actividades de los hombres que, hoy más que nunca, están expuestos a riesgos de contaminación por no encontrarse en seguridad, y que siguen garantizando el suministro de alimentos en las mesas.
"Es ciertamente compartible – se lee en la carta – la necesidad de atender a quienes, privados de dignidad, sienten las consecuencias de una integración no realizada de manera más aguda, estando ahora más expuestos a los peligros de la pandemia.
Es de esperar, pues, que su situación salga de la clandestinidad y se regularice, de manera que se reconozcan los derechos y deberes de todo trabajador, se oponga a la ilegalidad y se evite el flagelo del ‘caporalato’ (forma ilegal de trabajo agrícola y mano de obra a bajo costo) y el surgimiento de conflictos entre personas desfavorecidas".

Covid-19, nuevo caso de positividad en el Vaticano


CIUDAD DEL VATICANO.- Un empleado de la Santa Sede, ya en confinamiento solitario con síntomas, dio positivo en los controles antes de volver al trabajo.

En una declaración, el Director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede informa que "esta mañana se ha confirmado otro caso positivo de Covid-19 entre los empleados de la Santa Sede.
Se trata de una persona que tenía síntomas desde la primera mitad de marzo y por ese motivo estaba en aislamiento voluntario en su casa.
Antes de volver al trabajo, como medida de precaución, el empleado fue sometido a una prueba y dio positivo a la enfermedad. Ahora está, de nuevo, en cuarentena en su domicilio".

El Papa en la catequesis: “Una vida coherente con el Evangelio atrae persecuciones”


CIUDAD DEL VATICANO.- “Bienaventurados los perseguidos a causa de la justicia, porque de ellos será el Reino de los Cielos”. La última Bienaventuranza es el tema de la catequesis del Santo Padre este miércoles, 29 de abril de 2020.

“Queridos hermanos y hermanas, hoy concluimos las catequesis dedicadas a las bienaventuranzas, y lo hacemos con la última de ellas que proclama la alegría que viene de la persecución a causa de la justicia. Esta bienaventuranza culmina un camino, que es el que conduce de una vida según este mundo a la de Dios, de una vida guiada por el egoísmo a la del Espíritu”, lo dijo el Papa Francisco en su catequesis en la Audiencia General de este miércoles, 29 de abril de 2020, la misma que fue transmitida en directo desde la biblioteca del Palacio Apostólico del Vaticano.

Las Bienaventuranza un camino unificado

En su catequesis, el Santo Padre señaló que esta última Bienaventuranzas evangélica nos habla de la alegría escatológica de los perseguidos por la justicia. “Esta bienaventuranza anuncia la misma felicidad que la primera: el reino de los Cielos es de los perseguidos así como es de los pobres de espíritu; así comprendemos que hemos llegado al final de un recorrido unificado desarrollado en las proclamaciones anteriores”. La pobreza de espíritu, el llanto, la mansedumbre, la sed de santidad, la misericordia, la purificación del corazón y las obras de paz pueden conducir a la persecución por causa de Cristo, pero esta persecución al final es causa de alegría y de gran recompensa en el cielo.
“El camino de las Bienaventuranzas es un camino pascual que conduce de una vida según el mundo a una vida según Dios, de una existencia guiada por la carne – es decir, por el egoísmo – a una guiada por el Espíritu”

El mundo rechaza las Bienaventuranzas

La vida según el mundo, afirmó el Pontífice, con sus ídolos, sus compromisos y sus prioridades, no puede aprobar este tipo de existencia. Las "estructuras de pecado", precisó el Papa, a menudo producidas por la mentalidad humana, tan ajenas al Espíritu de verdad que el mundo no puede recibir (cf. Jn 14,17), sólo pueden rechazar la pobreza o la mansedumbre o la pureza y declarar la vida según el Evangelio como un error y un problema, por lo tanto como algo que hay que marginar. Así piensa el mundo: estos son idealistas o fanáticos. Así piensan ellos.

El testimonio cristiano es incomodo para el mundo

Por ello, el Papa Francisco subrayó que el testimonio cristiano muchas veces se convierte en una molestia para el sistema de la codicia. Esta palabra “incomodidad”, es clave, porque solo el testimonio cristiano, que hace tanto bien a la gente porque lo sigue, incomoda a quienes tienen una mentalidad mundana. Lo viven como un reproche. “Cuando aparece la santidad y surge la vida de los hijos de Dios, en esa belleza hay algo incómodo que exige una postura: o se cuestiona y se abre a la bondad o se rechaza esa luz y se endurece el corazón, incluso hasta la oposición y el ensañamiento”. Es curioso, llama la atención ver como en las persecuciones de los mártires, crece la hostilidad hasta el ensañamiento.
“Basta ver las persecuciones del siglo pasado de las dictaduras europeas: como se llega al ensañamiento contra los cristianos, contra el testimonio cristiano y contra la heroicidad de los cristianos”

Hoy hay más mártires que en los primeros siglos

Todo esto, precisó el Santo Padre, muestra que el drama de la persecución es también el lugar de la liberación del sometimiento al éxito, la vanagloria y los compromisos del mundo. Porque como dice el Evangelio, ¿de qué sirve que un hombre gane el mundo entero y pierda su vida?" (Mc 8, 36). “Es doloroso recordar que, en este momento, hay muchos cristianos que sufren persecución en varias partes del mundo, y debemos esperar y rezar para que lo antes posible su tribulación se detenga. Son muchos: los mártires de hoy, hay más mártires que en los primeros siglos. Expresemos a estos hermanos y hermanas nuestra cercanía: somos un solo cuerpo, y estos cristianos son los miembros sangrantes del cuerpo de Cristo que es la Iglesia”.

El desprecio de los hombres no es sinónimo de persecución

Asimismo, el Pontífice advirtió que, debemos tener cuidado de no leer esta Bienaventuranza de una manera victimista, autocompasiva. En efecto, no siempre el desprecio de los hombres es sinónimo de persecución: justo después de que Jesús dice que los cristianos son la "sal de la tierra", y advierte contra la "pérdida del sabor", de lo contrario la sal "no sirve para otra cosa que para ser tirada y pisoteada por los hombres" (Mt 5,13). Por lo tanto, también hay un desprecio que es nuestra culpa cuando perdemos el sabor de Cristo y del Evangelio. “Debemos ser fieles al camino humilde de las Bienaventuranzas, porque es eso lo que lleva a ser de Cristo y no del mundo. Vale la pena recordar el camino de San Pablo: cuando creía ser un justo, era de hecho un perseguidor, pero cuando descubrió que era un perseguidor, se convirtió en un hombre de amor, que afrontaba con gusto los sufrimientos de la persecución que sufría”.

La presencia de Jesús siempre nos consuela

Finalmente, el Papa Francisco dijo que, la exclusión y la persecución, si Dios nos concede la gracia, nos hacen parecer a Cristo crucificado y, asociándonos a su pasión, son la manifestación de la vida nueva. Esta vida es la misma que la de Cristo, que por nosotros los hombres y por nuestra salvación fue "despreciado y rechazado por los hombres". Aceptar su Espíritu puede llevarnos a tener tanto amor en nuestros corazones que ofrezcamos nuestras vidas por el mundo sin comprometerse con sus engaños y aceptando el rechazo. Los compromisos con el mundo son un peligro: el cristiano siempre es tentado de hacer pactos con el mundo, con el espíritu del mundo. Esto – rechazar los compromisos e ir por el camino de Jesucristo – es la vida del Reino de los Cielos, la mayor alegría, la verdadera felicidad. Y luego, en las persecuciones siempre está la presencia de Jesús que nos acompaña, la presencia de Jesús que nos consuela y la fuerza del Espíritu que nos ayuda a ir adelante.
“No nos desanimemos cuando una vida coherente con el Evangelio atrae las persecuciones de la gente: está ahí el Espíritu que nos sostiene, en este camino”

Sigamos la senda de las bienaventuranzas

Antes de concluir su Audiencia General, el Papa Francisco saludó cordialmente a los fieles de lengua española que siguen esta catequesis a través de los medios de comunicación social. “Los animo a seguir la senda de las bienaventuranzas, haciéndolas vida con quienes tienen cerca y sufren, de modo particular en estos momentos de adversidad y dificultad. El Señor les concederá experimentar, en medio de las circunstancias que les toca vivir, una gran alegría y paz interior”.

miércoles, 29 de abril de 2020

Papa Francisco: "Que Europa sea unida y fraterna"

CIUDAD DEL VATICANO.- Hoy el Papa Francisco presidió la misa en la Casa Santa Marta el día en que la Iglesia celebra la fiesta de Santa Catalina de Siena, virgen, doctora de la Iglesia, patrona de Italia y de Europa. En la introducción dirigió sus pensamientos a Europa, como lo ha hecho en otras ocasiones en estos días marcados por la pandemia de Covid-19: Hoy es Santa Catalina de Siena, Doctora de la Iglesia, Patrona de Europa. Recemos por Europa, por la unidad de Europa, por la unidad de la Unión Europea: para que todos juntos podamos seguir adelante como hermanos.

En su homilía, el Papa comentó la Primera Carta de San Juan (1 Jn 1, 5-2, 2) en la que el Apóstol afirma que Dios es luz y si decimos que estamos en comunión con él, también estamos en comunión unos con otros, y la sangre de Jesús nos purifica de todo pecado. Y señala: el que dice que está sin pecado se engaña a sí mismo, pero si confiesa su pecado, Dios le perdona y le limpia de toda iniquidad. 
El apóstol - observa Francisco - llama a la concreción, a la verdad: dice que no podemos caminar en la luz y estar en las tinieblas. Peor es caminar en el gris, porque te hace creer que estás caminando en la luz y esto te tranquiliza. El gris es muy traicionero. Lo contrario es la concreción de reconocer los propios pecados. 
La verdad es concreta: significa confesar los pecados no de manera abstracta, sino concreta. Como dice el Evangelio de hoy (Mt 11, 25-30) en el que Jesús alaba al Padre porque escondió el Evangelio a los sabios y doctos y lo reveló a los pequeños. 
Los pequeños -subraya el Papa- confiesan sus pecados de forma sencilla, dicen cosas concretas porque tienen la sencillez que Dios les da. También nosotros debemos ser sencillos y concretos y confesar nuestros pecados con humildad y vergüenza concretos. Y el Señor nos perdona: debemos dar el nombre a los pecados. 
Si somos abstractos al confesarlos, somos genéricos, terminamos en las tinieblas. Es importante - dice el Papa - tener la libertad de decir al Señor las cosas como son, tener la sabiduría de la concreción, porque el diablo quiere que vivamos en el gris, ni blanco ni negro. 
Al Señor no le gustan los tibios. La vida espiritual es simple, pero nosotros la complicamos con matices. Pidamos al Señor -concluye Francisco- la gracia de la sencillez, la transparencia, la gracia de la libertad y de conocer bien quiénes somos ante Dios.

Texto íntegro de la homilía 

En la Primera Carta del Apóstol San Juan hay muchos contrastes: entre luz y tinieblas, entre mentira y verdad, entre  pecado e inocencia. Pero el apóstol siempre llama a la concreción, a la verdad, y nos dice que no podemos estar en comunión con Jesús y caminar en las tinieblas, porque Él es la luz. O una cosa u otra: el gris es aún peor, porque el gris te hace creer que estás caminando en la luz, porque no estás en la oscuridad y esto te tranquiliza. El gris es muy traicionero. O una cosa u otra.

El apóstol continúa diciendo: "Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y la verdad no está en nosotros". Y aquí hay una cosa que puede engañarnos: decir "todos somos pecadores", como quien dice "buenos días", "feliz jornada", una cosa habitual, incluso una cosa social, y así no tenemos una verdadera conciencia del pecado. No: soy un pecador por esto, esto, esto. La concreción. La concreción de la verdad: la verdad siempre es concreta; las mentiras son etéreas, son como el aire, no puedes agarrarlas. La verdad es concreta. Y no puedes ir a confesar tus pecados de forma abstracta: "Sí, yo... sí, perdí la paciencia una vez, volví a perder la paciencia...", y cosas abstractas. "Soy un pecador". La concreción: "Yo hice esto. Esto es lo que pensé. He dicho esto." La concreción es lo que me hace sentir como un pecador en serio y no un pecador en el aire.

Jesús dice en el Evangelio: "Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, por haber ocultado estas cosas a los sabios y a los prudentes y haberlas revelado a los pequeños". La concreción de los pequeños.  Es hermoso escuchar a los pequeños cuando vienen a confesarse: no dicen cosas extrañas, en el aire; dicen cosas concretas, y a veces demasiado concretas porque tienen esa simplicidad que Dios da a los pequeños. Recuerdo siempre a un niño que una vez vino a decirme que estaba triste porque se había peleado con su tía...  Luego siguió. Le dije: "¿Qué has hecho?" - "Eh, yo estaba en casa, quería ir a jugar al fútbol - un niño, ¿eh? - pero la tía, la mamá no estaba allí, ella le dijo: "No, no salgas: primero tienes que hacer los deberes". Palabra más, palabra menos y al final le dije que se fuera a aquel lugar". Era un niño de gran cultura geográfica... ¡Incluso me dijo el nombre del país al que había enviado a su tía! Son así: simples, concretos.

También nosotros debemos ser simples, concretos: la concreción te lleva a la humildad, porque la humildad es concreta. "Todos somos pecadores" es algo abstracto. No: "Yo soy un pecador por esto, por esto y por esto", y esto me lleva a la vergüenza de mirar a Jesús: "Perdóname". La verdadera actitud del pecador. Y si decimos que estamos sin pecado nos engañamos a nosotros mismos y la verdad no está con nosotros. Es una forma de decir que estamos sin pecado, es esta actitud abstracta: "Sí, somos pecadores, sí, perdí la paciencia una vez...", pero todo en el aire. No me doy cuenta de la realidad de mis pecados. "Pero, usted sabe, todos, todos hacemos estas cosas, lo siento, lo siento... me da dolor, no quiero hacerlo más, no quiero decirlo más, no quiero pensarlo más". Es importante que nosotros, dentro de nosotros mismos, pongamos nombre a nuestros pecados... la concreción. Porque si los mantenemos en el aire, terminaremos en las tinieblas. Somos como los pequeños, que dicen lo que sienten, lo que piensan: todavía no han aprendido el arte de decir las cosas un poco envueltas para que se entiendan, pero no se digan. Este es un arte de los grandes, que a menudo no nos hace ningún bien.

Ayer recibí una carta de un chico de Caravaggio. Se llama Andrea. Y me dijo cosas sobre él: las cartas de los chicos, de los niños, son hermosas, por su concreción. Y me decía que había escuchado la misa en la televisión y que tenía que "reprocharme" una cosa: que yo diga "Que la paz esté con ustedes", "y no puedes decir esto porque con la pandemia no podemos tocarnos". No ve que ustedes hacen así con la cabeza y no se tocan. Pero la libertad de decir las cosas como son.

Nosotros también, con el Señor, la libertad de decir las cosas como son: "Señor, yo estoy en pecado: ayúdame". Como Pedro después de la primera pesca milagrosa: "Aléjate de mí, Señor, porque soy un pecador. Tener esta sabiduría de la concreción. Porque el diablo quiere que vivamos en la tibieza, tibios, en el gris: ni bueno ni malo, ni blanco ni negro: gris. Una vida que no complace al Señor. Al Señor no le gustan los tibios. Concreción. No para ser mentirosos. Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonarnos: nos perdona cuando somos concretos. La vida espiritual es tan simple, tan sencilla; pero nosotros la complicamos con estos matices, y al final nunca llegamos...

Pidamos al Señor la gracia de la sencillez y que nos dé esta gracia que da a la gente sencilla, a los niños, a los jóvenes que dicen lo que sienten, que no ocultan lo que sienten. Incluso si es algo equivocado, pero lo dicen. También con Él, decir las cosas: transparencia. Y no vivir una vida que no es ni una cosa ni la otra. La gracia de la libertad para decir estas cosas y también la gracia de conocer bien quiénes somos ante Dios.

El Papa concluyó la celebración con la adoración y la bendición eucarística, invitándonos a hacer la comunión espiritual. A continuación, la oración recitada por el Papa:


“Creo, Jesús mío, que estás realmente presente en el Santísimo Sacramento del Altar. Te amo sobre todas las cosas y deseo recibirte en mi alma. Pero como ahora no puedo recibirte sacramentalmente, ven al menos espiritualmente a mi corazón. Como si ya te hubiese recibido, te abrazo y me uno todo a Ti. No permitas, Señor, que jamás me separe de Ti. Amén”.

Antes de salir de la capilla dedicada al Espíritu Santo, se cantó la antífona mariana del tiempo pascual "Regina caeli":

Regína caeli laetáre, allelúia.
Quia quem merúisti portáre, allelúia.
Resurréxit, sicut dixit, allelúia.
Ora pro nobis Deum, allelúia.

El Papa Francisco invita a vivir con sinceridad y evitar la tibieza: ni negro, ni blanco

CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa Francisco animó a vivir con sencillez y, como los niños, los jóvenes, a hablar con sinceridad y transparencia, “incluso si están equivocados”, porque la transparencia permite recibir de Dios “la gracia de la libertad”. 

“Pidamos al Señor la gracia de la sencillez y que nos dé esta gracia que da a la gente sencilla, a los niños, a los jóvenes que dicen lo que sienten, que no ocultan lo que sienten. Incluso si es algo equivocado, pero lo dicen. También con Él, decir las cosas: transparencia. Y no vivir una vida que no es ni una cosa ni la otra. La gracia de la libertad para decir estas cosas y también la gracia de conocer bien quiénes somos ante Dios”, invitó el Pontífice.
En esta línea, el Papa señaló la importancia de “tener sabiduría en lo concreto” y advirtió también sobre el peligro de vivir “en la tibieza, en el gris, ni buenos, ni malos, ni negro, ni blanco, grises” porque al Señor “no les gustan” las personas que viven su vida con tibieza
“Concreto para no ser mentirosos, si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo, tanto que nos perdona, nos perdona cuando nosotros somos concretos”, subrayó.
Al comentar un pasaje de la Liturgia del día, de la Primera Carta del Apóstol San Juan (1:5-2:2), en el cual el evangelista describe y anuncia que “Dios es Luz y en Él no hay tiniebla alguna”, el Papa destacó que esta narración “hay muchos contrastes: entre luz y tinieblas, entre mentira y verdad, entre pecado e inocencia. Pero el apóstol siempre llama a la concreción, a la verdad, y nos dice que no podemos estar en comunión con Jesús y caminar en las tinieblas, porque Él es la luz”.
Por ello, el Santo Padre explicó que “o una cosa u otra: el gris es aún peor, porque el gris te hace creer que estás caminando en la luz, porque no estás en la oscuridad y esto te tranquiliza. El gris es muy traicionero. O una cosa u otra”, reiteró el Papa al explicar que “si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y la verdad no está en nosotros".
“Aquí hay una cosa que puede engañarnos: decir ‘todos somos pecadores’, como quien dice ‘buenos días’, ‘feliz día’, una cosa habitual, incluso una cosa social, y así no tenemos una verdadera conciencia del pecado. No, soy un pecador por esto, esto, esto. La concreción. La concreción de la verdad: la verdad siempre es concreta.
En esta línea, el Papa Francisco reiteró que “la verdad es concreta y no puedes ir a confesar tus pecados de forma abstracta: ‘Sí, yo... sí, perdí la paciencia una vez, volví a perder la paciencia...’, y cosas abstractas. ‘Soy un pecador’. La concreción: ‘Yo hice esto. Esto es lo que pensé. He dicho esto’. La concreción es lo que me hace sentir como un pecador en serio y no un pecador en el aire”.
De este modo, el Santo Padre animó a decirle al Señor con libertad “la cosas como son” y pedir su ayuda, imitando el ejemplo del apóstol Pedro después de la primera pesca milagrosa: "Aléjate de mí, Señor, porque soy un pecador” por lo que alentó a “tener esta sabiduría de lo concreto”.
“El diablo quiere que vivamos en la tibieza, tibios, en el gris: ni bueno ni malo, ni blanco ni negro: gris. Una vida que no complace al Señor. Al Señor no le gustan los tibios. Concreción. No para ser mentirosos. Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonarnos: nos perdona cuando somos concretos. La vida espiritual es tan simple, tan sencilla; pero nosotros la complicamos con estos matices”, explicó el Santo Padre.

Lectura comentada por el Papa Francisco
 
I Juan 1:5--2:2
5 Y este es el mensaje que hemos oído de Él y que les anunciamos: Dios es Luz, en Él no hay tiniebla alguna. 6 Si decimos que estamos en comunión con Él, y caminamos en tinieblas, mentimos y no obramos la verdad. 7 Pero si caminamos en la luz, como Él mismo está en la luz, estamos en comunión unos con otros, y la sangre de su Hijo Jesús nos purifica de todo pecado.
8 Si decimos: «No tenemos pecado», nos engañamos y la verdad no está en nosotros. 9 Si reconocemos nuestros pecados, fiel y justo es Él para perdonarnos los pecados y purificarnos de toda injusticia. 10 Si decimos: «No hemos pecado», le hacemos mentiroso y su Palabra no está en nosotros.
1 Hijos míos, os escribo esto para que no pequéis. Pero si alguno peca, tenemos a uno que abogue ante el Padre: a Jesucristo, el Justo. 2 El es víctima de propiciación por nuestros pecados, no sólo por los nuestros, sino también por los del mundo entero.

El Papa invoca la protección de Santa Catalina para Italia y Europa por el Covid-19

CIUDAD DEL VATICANO.- Este miércoles, 29 de abril, el Santo Padre en sus saludos después de la catequesis recordó la memoria litúrgica de Santa Catalina de Siena, y pidió su intercesión por todos aquellos que han perdido el trabajo. Además, el Pontífice invitó a rezar el Santo Rosario durante el mes dedicado a la Virgen María para que nos ayude a superar la crisis del Covid-19.

“Pido a Santa Catalina que proteja a Italia durante esta pandemia y que proteja a Europa, porque es la Patrona de Europa; que proteja a toda Europa para que pueda permanecer unida”, con estas palabras el Papa Francisco pidió la intercesión de Santa Catalina de Siena, Doctora de la Iglesia y Co-patrona de Europa, en el día en el que la Iglesia celebra su memoria litúrgica. Al final de la catequesis, el Pontífice volvió a recordar la figura de Santa Catalina de Siena, ya esta mañana, en la Misa en la Casa Santa Marta, había invocado su intercesión por la unidad de Europa.

Amor a la Iglesia y preocupación por la sociedad

En la Audiencia general, en sus saludos en lengua italiana, el Santo Padre subrayó el ejemplo de esta joven y valiente mujer que, aunque analfabeta, dirigió muchos llamamientos a las autoridades civiles y religiosas, a veces reprimendas o llamamientos a la acción, entre ellos para la pacificación de Italia y el regreso del Papa de Aviñón a Roma. Fue una mujer que influyó en la esfera civil, incluso en los niveles más altos, y en la Iglesia. 
“Esta gran figura de mujer sacó de la comunión con Jesús el coraje de la acción y esa inagotable esperanza que la sostuvo en las horas más difíciles, incluso cuando todo parecía perdido, y le permitió influir en los demás – subrayó el Papa – incluso en los más altos niveles civiles y eclesiásticos, con la fuerza de su fe. Que su ejemplo ayude a cada uno a saber unir, con coherencia cristiana, un intenso amor a la Iglesia a una efectiva preocupación por la comunidad civil, especialmente en este tiempo de prueba”.

El Papa pide por los desempleados a causa del Covid-19

Asimismo, el Santo Padre al saludar a los fieles en lengua francesa, recordó que este viernes, 1 de mayo, se celebra la fiesta de San José Obrero y pidió especialmente por las personas afectadas por la desocupación a causa de la pandemia del coronavirus. “Por su intercesión – invocó el Pontífice – encomiendo a la misericordia de Dios a las personas afectadas por el desempleo a causa de la actual pandemia. ¡Que el Señor sea la Providencia de todos los necesitados y nos anime a ayudarlos!”.

Dirijamos la mirada al maternal corazón de María

Además, el Papa Francisco al saludar a los fieles en lengua polaca, invitó a rezar el Santo Rosario durante el mes dedicado en Europa a la Virgen María. El Pontífice anima a todos los fieles a pedir la intercesión de la Madre de Jesús, como ya la había hecho este fin de semana en su Carta al pueblo de Dios, especialmente por el dolor causado por el coronavirus. “Permaneciendo en las casas a causa de la pandemia, aprovechemos este tiempo para redescubrir la belleza del rezo del Rosario y las tradiciones de las funciones marianas. En la familia, o individualmente – invitó el Papa – en cada momento fijen con la mirada el rostro de Cristo y el corazón de María. Que su intercesión maternal nos ayude a afrontar este tiempo de prueba particular”.

La Iglesia Católica en América Latina lleva ayuda a los más pobres

CIUDAD DEL VATICANO.- A causa de la pandemia provocada por el virus Covid-19, muchos se ven privados de la subsistencia básica. Es el caso de los habitantes de la calle, de las personas que viven “al día” a causa de trabajos precarios o de empleos serviles no registrados, vendedores ambulantes, y grupos de personas que no gozan de la protección del gobierno ni de derechos laborales, que, con el establecimiento de cuarentenas parciales o totales, vieron desaparecer repentinamente sus ingresos. 

Desde México hasta la Argentina y Chile, las instituciones católicas están muy activas en ofrecer apoyo a los segmentos sociales más desfavorecidos durante la pandemia.
“Gracias, padre...” se escucha decir a los habitantes de la calle que, gracias a la Fundación Callejeros de la Misericordia y al franciscano Gabriel Gutiérrez Ramírez, reciben un desayuno en el centro de Bogotá todos los días. En Colombia, parte de la población se ve enfrentada a condiciones de total vulnerabilidad, difícilmente pueden cumplir con su aseo personal, muchos duermen en las calles, no tienen una alimentación asegurada, cuando comen lo hacen en ollas comunitarias, son parte de una población que el resto de la sociedad de alguna manera ha invisibilizado y que ante la situación actual están completamente expuestos.
Los hermanos franciscanos distribuyen comidas en diversos países, como en el centro de São Paulo, Brasil, donde se estima que la gente sin hogar es de 25.000 personas. "La población sin hogar está ahora muy marginada. Muchos grupos que solían distribuir alimentos entre ellos dejaron las calles por miedo a la enfermedad", dijo el P. Diego Melo a National Catholic Reporter. Los franciscanos ya tenían diferentes programas de alimentos dirigidos a comunidades pobres y a personas sin hogar en São Paulo, Río de Janeiro, Curitiba, y en el estado de Espírito Santo. "Nos dimos cuenta de que la nueva situación requería una reconfiguración de nuestro trabajo y lo hicimos".
En Chile, las Hermanas Franciscanas Misioneras de Jesús y los voluntarios llevan comida para compartir con las personas sin hogar y a los barrenderos de las calles de Santiago de Chile, mientras que, en Buenos Aires, Argentina, otro ejemplo, dos refugios de Cáritas da refugio permanente a personas que antes sólo pasaban la noche, unas 370 personas. Siempre a NCR, el padre Domingo Legua, señaló que, en la República Dominicana, al menos la mitad de la población no tiene condiciones para abastecerse de alimentos: "Recientemente, conocí a una anciana que me dijo que estaba en casa con cuatro nietos y que no habían comido en cuatro días".
En México, la Iglesia ha hecho un gran esfuerzo para coordinar las diversas iniciativas de asistencia que se llevan a cabo en el país, como en el caso de la Compañía de Jesús, que ha tratado de coordinar sus trabajos en las nueve regiones mexicanas en las que están presentes, para ayudar a los pobres de las zonas urbanas y rurales.
Las congregaciones católicas y las comisiones pastorales diocesanas que ya trabajaban para ayudar a los más necesitados, siguen al frente con el acompañamiento demostrando, también en este tiempo de pandemia, su "opción preferencial por los pobres".
En Perú, la Arquidiócesis de Trujillo entregó a 24 mil familias afectadas por la cuarentena, en los distritos de Moche, Huanchaco, Florencia de Mora y El Porvenir, pollos vivos, gracias a la campaña “Comparte tu pan con el más necesitado”, emprendida hace un mes por el Arzobispado de Trujillo, con el objetivo de ayudar a responder el impacto de la pandemia, en la población más vulnerable. La brigada de voluntarios de Cáritas Trujillo, sacerdotes, religiosas y  20 jóvenes de la sociedad civil, entregaron  las aves de corral, encomendándose previamente a Dios y la Virgen María, para la protección divina, durante esta arriesgada labor. Todos contaron con el apoyo de la Policía Nacional y empleados ediles del lugar. Asimismo, el arzobispo de Trujillo, Mons. Miguel Cabrejos, solicitó a la clase empresarial, que tenga acciones solidarias concretas hacia los más necesitados. Para continuar con la campaña "Comparte tu pan con el más necesitado".

El apoyo de los obispos de EE UU a los trabajadores agrícolas migrantes

CIUDAD DEL VATICANO.- En un comunicado, los obispos estadounidenses exhortan a la clase dirigente del país a que tomen en cuenta las necesidades urgentes de las comunidades de trabajadores agrícolas migrantes, puesta a dura prueba a causa de la pandemia. Y mientras honran “su heroico papel entre los muchos desafíos que deben enfrentan durante esta crisis”, recuerdan que ellos son particularmente vulnerables.

"Instamos a nuestros líderes políticos a que consideren las realidades y necesidades emergentes y urgentes de las comunidades de campesinos y trabajadores agrícolas migrantes en todo el país durante este período de la pandemia del Coronavirus. Para derrotar el virus, nadie debe quedar fuera", dijeron los obispos estadounidenses a cargo de la pastoral de migrantes dentro de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos en un comunicado publicado en el sitio web del Episcopado.
"El Coronavirus ha cambiado la vida de la gente en la mayor parte del planeta, haciendo experimentar el aislamiento social y la cuarentena", escriben, "aquí en los Estados Unidos, se estima que alrededor del 95% de los americanos han sido afectados por alguna forma de orden para permanecer en casa".
"Deseamos expresar nuestra sincera gratitud y oraciones por los numerosos trabajadores esenciales de todo el país, que nos han ayudado a recibir nuestras medicinas, alimentos y otras necesidades básicas en este difícil momento", continúan, "entre ellos queremos destacar la realidad de las comunidades de campesinos migrantes y honrar su heroico papel entre los muchos desafíos que deben enfrentan durante esta crisis".
Más de un millón de agricultores de los Estados Unidos son considerados trabajadores esenciales, fundamentales para satisfacer las necesidades nutricionales de la nación durante esta pandemia. El Departamento de Trabajo de los Estados Unidos estima que cerca de la mitad de estos trabajadores agrícolas no están certificados.
"Al igual que muchas poblaciones móviles e itinerantes, los trabajadores agrícolas migrantes indocumentados son particularmente vulnerables a los efectos de la epidemia del Coronavirus", añaden los obispos, "muchos trabajadores agrícolas migrantes carecen de acceso al seguro médico, a la atención médica y a opciones de licencia por enfermedad o de licencia pagada; sus condiciones de vivienda suelen ser precarias en hogares superpoblados con pocas oportunidades de desplazamiento social, condición que también se da en el transporte hacia y desde el trabajo, mientras que no siempre se dispone de dispositivos de protección personal".
Por lo tanto, las consecuencias económicas de la pandemia están teniendo efectos devastadores en estas comunidades, destacan los obispos: "Con las interrupciones y los despidos debidos al Covid-19, muchos trabajadores agrícolas y sus familias se encontrarán sin ingresos en un futuro próximo, mientras que otros que se quedarían en casa por motivos de salud corren el riesgo de ir a trabajar durante este período como trabajadores esenciales. El cuidado de los hijos para las familias, tras el cierre de las escuelas, es otra esfera de preocupación conexa, mientras la realidad de la inestabilidad financiera, el aumento del estrés y la ansiedad durante este período también puede contribuir al aumento de los casos de violencia doméstica y de explotación laboral.
Además de estos retos, ya muy numerosos, existe también el temor de que las medidas de aplicación de la ley en materia de inmigración puedan disuadir a alguien de buscar el tratamiento médico necesario o de hablar de las formas de abuso en el hogar o en el lugar de trabajo que puedan producirse.
"A pesar de estas preocupaciones, hay signos de esperanza en la industria agrícola en toda la nación. Muchos agricultores están haciendo todo lo posible para proteger a sus trabajadores y garantizar la comunicación y la aplicación de directrices y medidas de distanciamiento social. Expresamos nuestra sincera gratitud a estas empresas e imploramos que esta tendencia se aplique en todo el país para la protección, la seguridad y el bienestar básico de todos los trabajadores agrícolas y sus familias", concluyen los prelados.

martes, 28 de abril de 2020

Papa: el Señor dé prudencia a su pueblo ante la pandemia


CIUDAD DEL VATICANO.- En la misa en la Casa Santa Marta, el Papa Francisco rezó hoy para que el pueblo de Dios sea obediente a las disposiciones para el fin de la cuarentena de modo que la pandemia no regrese. En su homilía, el Papa invitó al pueblo a no caer en el pequeño linchamiento cotidiano de la habladuría que provoca juicios falsos sobre las personas

Francisco preside la misa en la Casa Santa Marta el martes de la tercera semana de Pascua. En la introducción piensa en el comportamiento del pueblo de Dios ante el final de la cuarentena:
En este tiempo, cuando empezamos a tener disposiciones para salir de la cuarentena, le pedimos al Señor que le dé a su pueblo, a todos nosotros, la gracia de la prudencia y la obediencia a las disposiciones, para que la pandemia no vuelva.
En su homilía, el Papa comentó el pasaje de hoy de los Hechos de los Apóstoles (Hechos 7:51-8:1), en el que Esteban habla con valentía al pueblo, a los ancianos y a los escribas, que lo juzgan con falsos testimonios, lo arrastran fuera de la ciudad y lo apedrean.
"Hicieron lo mismo con Jesús también," afirma el Papa, "tratando de convencer a la gente de que era un blasfemo". 
"Es una bestialidad empezar de testimonios falsos para 'hacer justicia': noticias falsas, calumnias, que incitan a la gente a 'hacer justicia', es un verdadero linchamiento". Así lo hicieron con Esteban, usando a un pueblo que fue engañado. Así sucede con los mártires de hoy, como Asia Bibi, durante muchos años en prisión, juzgada por calumnia. Frente a la avalancha de falsas noticias que crean opinión, a veces no se puede hacer nada. 
Pienso en el Holocausto, dice el Papa: la opinión se creó en contra de un pueblo para acabar con él. Luego está el pequeño linchamiento diario que trata de condenar a la gente, de crear una mala reputación, el pequeño linchamiento diario de habladuría que crea opiniones para condenar a las personas. La verdad, en cambio, es clara y transparente, es el testimonio de lo verdadero, de aquello en lo que se cree. 
Pensemos en nuestro lenguaje: muchas veces con nuestros comentarios comenzamos un linchamiento semejante. Incluso en nuestras instituciones cristianas hemos visto tantos linchamientos cada día que nacieron de las habladurías.
Roguemos al Señor - es la oración conclusiva del Papa - para que nos ayude a ser justos en nuestros juicios, a no empezar y seguir esta condena masiva que provoca la habladuría.

Homilia completa del Santo Padre

En la primera lectura de estos días escuchamos el martirio de Esteban: una cosa simple, cómo sucedió. Los Doctores de la Ley no toleraban la claridad de la doctrina, y como salió, fueron a pedirle a alguien que dijera que habían oído que Esteban blasfemaba contra Dios, contra la Ley. Y después de eso, se abalanzaron sobre él y lo apedrearon, así de sencillo. Es una estructura de acción que no es la primera: también con Jesús hicieron lo mismo. El pueblo que estaba allí trató de convencer de que era un blasfemo y gritaron: "Crucifíquenlo". Es una bestialidad. Una bestialidad, partir de falsos testimonios para llegar a "hacer justicia". Ese es el patrón. Incluso en la Biblia hay casos como este: a Susana hicieron lo mismo, a Nabot hicieron lo mismo, luego Aman trató de hacer lo mismo con el pueblo de Dios... Noticias falsas, calumnias que encienden al pueblo y piden justicia. Es un linchamiento, un linchamiento de verdad.
Y así, [lo] llevan al juez, para que éste le dé forma legal a esto: pero ya llega juzgado, el juez debe ser muy, muy valiente para ir en contra de un juicio tan popular, hecho a propósito, preparado. Este es el caso de Pilatos: Pilatos vio claramente que Jesús era inocente, pero vio a la gente, se lavó las manos. Es una forma de hacer jurisprudencia. Incluso hoy en día vemos esto: también hoy, en algunos países, cuando se quiere dar un golpe de Estado o sacar a algún político para que no vaya a las elecciones o así, se hace esto: noticias falsas, calumnias, entonces se cae en un juez de los que les gusta crear jurisprudencia con este positivismo "situacionista" que está de moda, y luego se condena. Es un linchamiento social. Y así se le hizo a Esteban, así se le hizo al juicio de Esteban: llevan a juzgar a uno ya juzgado por el pueblo engañado.
Esto también sucede con los mártires de hoy: que los jueces no tienen la oportunidad de hacer justicia porque ya están juzgados. Pensemos en Asia Bibi, por ejemplo, que hemos visto: diez años de prisión porque fue juzgada por una calumnia y un pueblo que quiere su muerte. Frente a esta avalancha de falsas noticias que crean opinión, muchas veces no se puede hacer nada: no se puede hacer nada.
Pienso mucho, en esto, en la Shoah. La Shoah es un caso de este tipo: se creó una opinión en contra de un pueblo y luego fue normal: "Sí, sí: hay que matarlos, hay que matarlos". Una forma de proceder para acabar con la gente que molesta, que disturba.
Todos sabemos que esto no es bueno, pero lo que no sabemos es que hay un pequeño linchamiento diario que intenta condenar a las personas, crear una mala reputación a las personas, descartarlas, condenarlas: el pequeño linchamiento diario de las habladurías que crea una opinión, y muchas veces uno escucha hablar mal de alguien, dice: "¡Pero no, esta persona es una persona correcta!" - "No, no: se dice que...", y con ese "se dice que" se crea una opinión para acabar con una persona. La verdad es otra: la verdad es el testimonio de lo verdadero, de las cosas que una persona cree; la verdad es clara, es transparente. La verdad no tolera las presiones. Veamos a Esteban, mártir: el primer mártir después de Jesús. Primer mártir. Pensemos en los apóstoles: todos han dado testimonio. Y pensemos en muchos mártires - incluso el de hoy, San Pedro Chanel -; fue la habladuría allí, lo que creó que estaba en contra del rey... se crea una fama, y es asesinado. Y pensemos en nosotros, en nuestro lenguaje: tantas veces nosotros, con nuestros comentarios, empezamos un linchamiento de este tipo. Y en nuestras instituciones cristianas, hemos visto tantos linchamientos diarios que nacieron de las habladurías.
Que el Señor nos ayude a ser justos en nuestros juicios, a no empezar o seguir esta condena masiva que provoca la habladuría.

El Papa terminó la celebración con la adoración y la Bendición Eucarística, invitando a hacer la comunión espiritual. A continuación se encuentra la oración recitada por el Papa:
A tus pies, oh Jesús mío, me postro y te ofrezco el arrepentimiento de mi corazón contrito que se abandona en su nada y en tu Santa presencia. Te adoro en el sacramento de tu amor, la inefable Eucaristía. Deseo recibirte en la pobre morada que mi corazón te ofrece; esperando la felicidad de la comunión sacramental, quiero poseerte en espíritu. Ven a mí, oh Jesús mío, que yo vengo a Ti. Que tu amor inflame todo mi ser para la vida y la muerte. Creo en Ti, espero en Ti, te amo.

Antes de salir de la capilla dedicada al Espíritu Santo, se entonó la antífona mariana "Regina Coeli", que se canta durante el Tiempo Pascual:

Regina coeli, laetare, alleluia.
Quia quem meruisti portare, alleluia.
Resurrexit, sicut dixit, alleluia.
Ora pro nobis Deum, alleluia.
Reina del cielo alégrate; aleluya.
Porque el Señor a quien has merecido llevar; aleluya.
Ha resucitado según su palabra; aleluya.
Ruega al Señor por nosotros; aleluya.

Francisco da el primer paso para recuperar el legado de Juan Pablo I


CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa Francisco, con Rescriptum ex audientia Ss.mi del 17 de febrero de 2020, erigió la Fundación Vaticana Juan Pablo I, respondiendo así a la propuesta de crear un organismo destinado a profundizar en la figura, el pensamiento y las enseñanzas de Juan Pablo I - Albino Luciani (26 de agosto de 1978 - 28 de septiembre de 1978) - y a promover el estudio y la difusión de sus escritos, recuerda Religión Digital.

La Fundación tiene por objeto proteger y preservar el patrimonio cultural y religioso dejado por el Papa Juan Pablo I; promover iniciativas como conferencias, reuniones, seminarios, sesiones de estudio; instituir premios y bolsas de estudio; cuidar la la actividad editorial tanto de los resultados de sus propios estudios e investigaciones como de los trabajos de terceros; servir de punto de referencia, en Italia y en el extranjero, para quienes trabajan en el mismo campo y con los mismos fines.

El Papa nombró como Presidente de la Fundación al Cardenal Secretario de Estado Pietro Parolin, quien a su vez nombró a estos miembros del Consejo de Administración: la Dra. Stefania Falasca, que también asume el papel de Vicepresidente; el Cardenal Beniamino Stella; Monseñor Andrea Celli; el padre Davide Fiocco; la Dra. Lina Petri; el Dr. Alfonso Cauteruccio.

Palabras del Cardenal Pietro Parolin

En respuesta a la propuesta de dar vida a un organismo destinado a profundizar en la figura, el pensamiento y las enseñanzas de Juan Pablo I (26 de agosto de 1978 - 28 de septiembre de 1978), el Santo Padre Francisco estableció el 17 de febrero la Fundación Vaticana Juan Pablo I.

El Papa Juan Pablo I ha sido y sigue siendo un punto de referencia en la historia de la Iglesia universal, cuya importancia -como había señalado San Juan Pablo II- es inversamente proporcional a la duración de su brevísimo pontificado: «magis ostentus quam datus».

La historia de Albino Luciani es la de un pastor cercano a la gente, centrado en lo esencial de la fe y con una extraordinaria sensibilidad social. Su magisterio es actual. Proximidad, humildad, sencillez, insistencia en la misericordia de Dios, en el amor al prójimo y en la solidaridad son las características más destacadas.

Fue un obispo que vivió la experiencia del Concilio Ecuménico Vaticano II, la aplicó y en su breve pontificado hizo avanzar a la Iglesia por los principales caminos que éste indicaba: el regreso a las fuentes del Evangelio y una renovada misionariedad, la colegialidad episcopal, el servicio en la pobreza eclesial, la búsqueda de la unidad de los cristianos, el diálogo interreligioso, el diálogo con el mundo contemporáneo y el diálogo internacional, llevado a cabo con perseverancia y determinación, en favor de la justicia y la paz.

Pienso en su llamamiento en el Ángelus del 10 de septiembre de 1978 a favor de la paz en Oriente Medio, con la invitación a la oración dirigida a los presidentes de las diferentes religiones. Un llamamiento que ya había expresado en su discurso al Cuerpo Diplomático el 31 de agosto, en el que, apartándose de las presunciones de protagonismo geopolítico, definió la naturaleza y la peculiaridad de la acción diplomática de la Santa Sede desde el punto de vista de la fe. 

Al recibir entonces a los más de cien representantes de las misiones internacionales presentes en la inauguración de su pontificado, destacó que «nuestro corazón está abierto a todos los pueblos, a todas las culturas y a todas las razas», y luego afirmó: «Ciertamente no tenemos soluciones milagrosas para los grandes problemas mundiales, pero podemos dar algo muy precioso»: un espíritu que ayude a resolver estos problemas y los sitúe en la dimensión esencial, la de la apertura a los valores de la caridad universal... para que la Iglesia, humilde mensajera del Evangelio para todos los pueblos de la tierra, pueda contribuir a crear un clima de justicia, de fraternidad, de solidaridad y de esperanza sin el cual el mundo no puede vivir". 

Y así, en la estela de la Constitución Conciliar Gaudium et Spes, como en tantos mensajes de San Pablo VI, se movió en la senda de la gran diplomacia que muchos frutos han dado a la Iglesia al alimentarse de la caridad.

A través de la causa de canonización de Juan Pablo I, se ha realizado hoy la adquisición de las fuentes, iniciando un trabajo de investigación y elaboración importante desde el punto de vista histórico e historiográfico. Por lo tanto, ahora es posible devolver la memoria del Papa Luciani, para que su valor histórico pueda ser plenamente restituido en las contingencias históricas atravesadas con el rigor analítico que le es debido y abrir nuevas perspectivas de estudio sobre su obra.

A este respecto, el establecimiento de una nueva Fundación ad hoc puede cumplir debidamente la tarea no sólo de proteger todo el patrimonio de los escritos y la obra de Juan Pablo I, sino también de incentivar el estudio sistemático y la difusión de su pensamiento y espiritualidad. Tanto más motivados por la consideración de cómo su figura y su mensaje son extraordinariamente actuales.

Comisión vaticana aprueba milagro del Dr. José Gregorio Hernández


CIUDAD DEL VATICANO.- La Santa Sede reconoce finalmente el milagro concedido por intercesión del venerable Doctor José Gregorio Hernández, uno de los más amados médicos para los venezolanos, científico de profunda vocación religiosa, reconocido por su solidaridad con los más necesitados y servicio a los pobres.​ 

“Con inmensa alegría en medio de esta pandemia recibimos buenas noticias”. Con estas palabras inicia el comunicado que el mismo arzobispo de Mérida y Administrador Apostólico de la Arquidiócesis de Caracas, cardenal Baltazar Porras, leyó, ayer, para informar que la Santa Sede finalmente reconoció el milagro concedido por intercesión del venerable Dr. José Gregorio Hernández, uno de los más amados médicos para los venezolanos, profesor y científico de profunda vocación religiosa, laico franciscano, reconocido por su solidaridad con los más necesitados y recordado por su caridad, generosidad, rectitud y servicio a los pobres.​
El purpurado venezolano, en un video filmado junto a la tumba del futuro beato, anunció que la Congregación para la Causa de los Santos del Vaticano informó que la Comisión teológica, compuesta de siete expertos, examinó el presunto milagro del Dr. José Gregorio Hernández, en la curación de la niña Yaxury Solorzano y aprobó por unanimidad el estudio hecho sobre el mismo. 
“Recibimos esta buena nueva como una gracia de lo alto que nos anima a seguir en oración para implorar que nuestro venerable médico sea elevado a los altares, y a continuar pidiendo por su intercesión la superación de situaciones adversas en la salud física y espiritual como la petición para que pronto cese la pandemia que azota al mundo entero”- dijo el card. Porras
“El doctor José Gregorio Hernández es un ícono de venezolanidad, más allá de las posiciones ideológicas”- ha declarado en más de una ocasión el purpurado venezolano que ahora, en medio de la pandemia del coronavirus, lo coloca como “el mejor ejemplo de un hombre que puso toda su capacidad de científico, de servidor, para el progreso de la ciencia y la atención a los más pobres”. 
El arzobispo venezolano recordó que el Dr. José Gregorio, hace 102 años, en compañía de otros prominentes médicos venezolanos, dieron lo mejor de sí en la atención a los enfermos causados por la epidemia de la gripe española que causó estragos en el mundo. “La pericia sanitaria – agregó - se unió la férrea voluntad de servir a los apestados y a denunciar las fallas del sistema sanitario de entonces. Qué mejor ejemplo para seguir sus huellas e imitar su conducta en medio del Covid-19”.
Luego de asegurar que en este largo camino hacia la beatificación aún falta la Plenaria de Cardenales y Obispos y la aprobación del Papa Francisco, el cardenal Porras invitó a continuar en oración sincera y esperanzados para que su fama de santidad e intercesión proclamada en el corazón del pueblo venezolano se extienda por el mundo entero como ejemplo heroico de entrega a Dios y al prójimo. Y concluyó: “Les recuerdo siempre, ¡José Gregorio Hernández va por muy buen camino!

El aniversario del día en el que cuatro Papas "se reunieron" en el Vaticano


MADRID.- Han pasado 6 años del dia de los "cuatro Papas" en la historia de la Iglesia pero ese 27 abril de 2014 sigue muy presente en la historia de Iglesia. La plaza se llenó rápidamente después de que se abrieran las puertas a las cinco de la mañana, los fieles rompieron el silencio respetuoso en contadas ocasiones: cuando Benedicto XVI hizo su aparición, cuando Papa Francisco salió de la Basílica y cuando ambos se saludaron.

Poco después de las 10:30, llegó el que era quizá el momento más esperado por los fieles. Y Francisco pronunció una palabra latina que muchos parecieron comprender: "Decernimus" ("Lo ordenamos").

Un mandato que convirtió en santos para la Iglesia católica a Juan XXIII y Juan Pablo II, recuerda la Cadena de Ondas Populares Españolas (COPE).

93 delegaciones internacionales frente al altar del Papa

Frente al altar desde donde el Papa celebró la ceremonia de canonización, 93 delegaciones internacionales asistieron a la primera canonización doble de dos papas en la historia. El orden de las sillas perfectamente alineadas en las que se sentaron los dignatarios contrastó con el tumulto del resto de la plaza, donde se reflejó durante unas horas el mapa humano del catolicismo. 

Hubo religiosos – sacerdotes, frailes y monjas con hábitos variados – pero la mayoría fueron laicos. No hubo cifras oficiales sobre el origen de los peregrinos, pero una mirada alrededor, bastaba para dar una idea aproximada del crisol de procedencias que llenó esta plaza.

El testimonio y el rostro de la bondad de Dios

Plaza de San Pedro todavía llevaba los colores de la Pascua de Resurrección, olía a flores, pero sobre todo a santidad. El centro del cristianismo ofreció al mundo el testimonio de "dos hombres valientes, llenos de la parresia del Espíritu Santo", el rostro de la bondad y de la misericordia de Dios. Papa Francisco dibujó así a Juan XXIII y Juan Pablo II en la homilía de la Misa celebrada en la Plaza de San Pedro frente a más de 500 mil personas, que vinieron de todo el mundo.

Era el domingo de la Divina Misericordia, fiesta establecida precisamente por Juan Pablo II en 1992, el primer domingo después de Pascua, el llamado "domingo en albis". Una decisión tomada por las visiones de la Hermana Faustina Kowalska, la religiosa polaca que vivió a principios de 1900 y canonizada por el propio Wojtyla en 2000. 

Benedicto XVI también participó en la Misa en San Pedro, elegido en 1981 por Juan Pablo II para dirigir la Congregación para la Doctrina de la Fe y su sucesor al trono de Pedro. Un verdadero vínculo de amistad en la fe. Juan Pablo II es santo por la curación de una lesión cerebral grave de una mujer, Floribhet Mora, que fue reconocida el 1 de mayo de 2011, el día de su beatificación. Para Juan XXII es una canonización "Pro gratia", sin un milagro certificado.

La pandemia aumentará hambre y pobreza en América Latina, alerta la FAO

ROMA.- La pandemia del nuevo coronavirus traerá un incremento del hambre y la pobreza en los países de América Latina, dijo este martes la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en un informe.

"La región ha visto empeorar su seguridad alimentaria en los últimos años y esta nueva crisis podrá impactar de forma especialmente severa a ciertos países y territorios", dijo el organismo en el documento que encargó México en su calidad de presidente pro tempore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
En ese sentido, la FAO resaltó a los países donde hay inseguridad alimentaria aguda por factores económicos y climáticos: Venezuela, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Haití.
Agregó que el mayor riesgo en el corto plazo es no poder garantizar alimentos "a la población que está cumpliendo con las medidas de seguridad sanitaria para evitar la propagación del virus, y que en muchos casos ha perdido su principal fuente de ingresos".
Por ello, el organismo dijo que los gobiernos deben declarar la alimentación y agricultura como actividades estratégicas de interés público nacional.
"Es esencial mantener vivo el sistema alimentario para que la crisis sanitaria no se transforme en una crisis alimentaria", dijo Julio Berdegue, representante regional de la FAO, citado en un comunicado difundido por el gobierno mexicano.
El organismo recomendó reforzar los programas de apoyo nutricional para madres en edad fértil y niños menores de cinco años, así como asegurar la alimentación escolar y expandir programas de protección social.
"Para garantizar la oferta de alimentos, la FAO recomienda facilitar el transporte y acceso económico a insumos productivos (semillas, fertilizantes, piensos, etc) y a maquinaria e infraestructura", dijo.
También instó a apoyar el transporte y envasado de productos agropecuarios y "resolver problemas logísticos de las cadenas de valor alimentaria". Dijo que es necesario, a su vez, garantizar la operación de puntos de venta como mercados y supermercados.
América Latina superó el fin de semana los 150.000 casos de contagios del nuevo coronavirus que causaron la muerte a más de 7.400 personas en la región, según un balance elaborado con datos oficiales.

lunes, 27 de abril de 2020

El Papa reza por los artistas: que el Señor nos dé la gracia de la creatividad


CIUDAD DEL VATICANO.- Este 27 de abril, en la Misa en la Casa Santa Marta, el Santo Padre pidió por los artistas y recordó el camino de la belleza y la creatividad que nos pueden ayudar en este difícil momento caracterizado por la pandemia. En su homilía, nos invitó a pedir la gracia de volver siempre al primer encuentro con Jesús, ese primer momento cuando Jesús nos miró con amor y nos dijo sígueme.

En la Misa matutina celebrada – y transmitida en vivo – en la Capilla de la Casa Santa Marta, este Lunes de la Tercera Semana de Pascua, el Papa Francisco pidió por los artistas:
“Oremos hoy por los artistas, que tienen esta gran capacidad de creatividad y por la vía de la belleza nos muestran el camino a seguir. Que el Señor nos dé a todos la gracia de la creatividad en este momento”.
En su homilía, el Papa Francisco comentando el Evangelio de hoy (Jn 6, 22-29) en el que Jesús reprocha a la muchedumbre que lo busca, después de la multiplicación de los panes y los peces, sólo porque se han satisfecho y les exhorta a trabajar no por el alimento que no dura, sino por el alimento que permanece para la vida eterna y que el Hijo del Hombre dará. La multitud pregunta qué hacer y Jesús responde: "Esta es la obra de Dios: que crean en el que Él ha enviado". La multitud que escuchaba a Jesús sin cansarse – afirmó el Pontífice – una vez saciada, pensó que lo harían rey: habían olvidado su primer entusiasmo por la palabra de Jesús. Y el Señor recuerda a la multitud el primer sentimiento. Corrigió el camino de la gente que había tomado un camino más mundano que evangélico. Esto también nos sucede cuando nos alejamos del camino del Evangelio y perdemos la memoria del primer entusiasmo por la palabra del Señor. Jesús nos hace volver al primer encuentro; esto es una gracia, frente a las tentaciones de alejarse. La gracia de volver siempre a la primera llamada, cuando Jesús nos miró con amor. Cada uno de nosotros tiene la experiencia del primer encuentro en el que Jesús nos dijo: "Sígueme". Luego, en el camino, nos alejamos y perdemos la frescura de la primera llamada. El Papa nos invita a rezar para que el Señor nos dé la gracia de volver al momento en el que tuvimos la experiencia de encontrar a Jesús.

La homilía del Papa Francisco

A continuación el texto de la homilía:

La gente que había escuchado a Jesús durante todo el día, y luego tuvo la gracia de multiplicar los panes y vio el poder de Jesús, quería hacerlo rey. Primero fueron a Jesús para escuchar la palabra y también para pedir la curación de los enfermos. Se quedaron todo el día escuchando a Jesús sin aburrirse, sin cansarse o (estar) cansados, pero estaban allí, felices. Pero cuando vieron que Jesús los alimentaba, lo cual no esperaban, pensaron: "Pero este sería un buen gobernante para nosotros y seguramente podrá liberarnos del poder de los romanos y llevar el país adelante". Y estaban encantados de hacerle rey. Su intención cambió, porque vieron y pensaron: "Bien... porque una persona que realiza este milagro, que alimenta a la gente, puede ser un buen gobernante. Pero habían olvidado en ese momento el entusiasmo que la palabra de Jesús hacía nacer en sus corazones.
Jesús se marchó y se fue a rezar. Se puede ver a esa gente, se quedaron allí, y al día siguiente buscaban a Jesús, "porque debe estar aquí" dijeron, porque habían visto que no había subido al barco con los demás. Y había un barco allí, se quedó allí... Pero no sabían que Jesús había alcanzado a los otros caminando sobre las aguas. Así que decidieron ir al otro lado del Mar de Tiberíades para buscar a Jesús y cuando lo vieron, la primera palabra que le dijeron fue: "Maestro, ¿cuándo has llegado aquí?", como diciendo: "No entendemos, esto parece una cosa extraña".
Y Jesús les hace volver al primer sentimiento, a lo que tenían antes de la multiplicación de los panes, cuando escucharon la palabra de Dios: "En verdad, en verdad les digo que no me buscan porque han visto signos – como al principio, los signos de la palabra, que les emocionaron, los signos de la curación – no porque hayan visto signos sino porque han comido de esos panes y los he saciado. Jesús revela su intención y dice: "Pero es así, has cambiado de actitud. Y ellos, en vez de justificarse: "No, Señor, no...", fueron humildes. Jesús continúa: "No trabajen por la comida que no dura, sino por la comida que queda para la vida eterna y que el Hijo del Hombre te dará. Porque sobre Él, el Padre, Dios, ha puesto su sello". Y ellos, buena gente, dijeron: "¿Qué debemos hacer para hacer las obras de Dios?". "Que creas en el Hijo de Dios". Este es un caso en el que Jesús corrige la actitud de la gente, de la multitud, porque a mitad del camino se había desviado un poco del primer momento, del primer consuelo espiritual y había tomado un camino que no era el correcto, un camino más mundano que evangélico.
Esto nos hace pensar muchas veces que en la vida empezamos a seguir a Jesús, detrás de Jesús, con los valores del Evangelio, y a mitad de camino nos hacemos otra idea, vemos algunos signos y nos alejamos y nos conformamos con algo más temporal, más material, más mundano, tal vez, y perdemos el recuerdo de ese primer entusiasmo que tuvimos cuando escuchamos hablar a Jesús. El Señor siempre nos hace volver al primer encuentro, al primer momento en que nos miró, nos habló e hizo nacer en nosotros el deseo de seguirle. Esta es una gracia para pedirle al Señor, porque en la vida siempre tendremos esta tentación de alejarnos porque vemos otra cosa: "Pero eso irá bien, pero esa idea es buena...". Nos estamos alejando. La gracia de volver siempre a la primera llamada, al primer momento: no olvides, no olvides mi historia, cuando Jesús me miró con amor y me dijo: "Este es tu camino"; cuando Jesús a través de tantas personas me hizo comprender cuál era el camino del Evangelio y no otros caminos un poco mundanos, con otros valores. Vuelve al primer encuentro.
Siempre me ha llamado la atención que entre las cosas que Jesús dijo la mañana de la Resurrección: "Ve a mis discípulos y diles que vayan a Galilea, allí me encontrarán", Galilea fue el lugar del primer encuentro. Allí habían conocido a Jesús. Cada uno de nosotros tiene su propia "Galilea" dentro, nuestro propio momento cuando Jesús se acercó a nosotros y dijo: "Sígueme". En la vida esto le pasa a esta gente - bueno, porque entonces les dice: "¿Pero qué debemos hacer?", ellos obedecieron inmediatamente - sucede que nos vamos y buscamos otros valores, otra hermenéutica, otras cosas, y perdemos la frescura de la primera llamada. El autor de la carta a los Hebreos también nos recuerda esto: "Recuerda los primeros días". La memoria, la memoria del primer encuentro, la memoria de "mi Galilea", cuando el Señor me miró con amor y me dijo: "Sígueme".

La comunión espiritual, adoración y bendición Eucarística

Finalmente, el Papa terminó la celebración con la adoración y la bendición Eucarística, invitando a todos a realizar la comunión espiritual con esta oración:

“Creo, Jesús mío, que estás realmente presente en el Santísimo Sacramento del Altar. Te amo sobre todas las cosas y deseo recibirte en mi alma. Pero como ahora no puedo recibirte sacramentalmente, ven al menos espiritualmente a mi corazón. Como si ya te hubiese recibido, te abrazo y me uno todo a Ti. No permitas, Señor, que jamás me separe de Ti. Amén”.

Antes de salir de la Capilla dedicada al Espíritu Santo, se entonó la antífona mariana que se canta en el tiempo pascual, el Regina Coeli.

Regína caeli laetáre, allelúia.
Quia quem merúisti portáre, allelúia.
Resurréxit, sicut dixit, allelúia.
Ora pro nobis Deum, allelúia.