BEIRUT.- La entrega a las autoridades libanesas de las monjas secuestradas hace casi tres meses en Siria se ha retrasado y siguen en manos de sus secuestradores por
"discrepancias sobre las condiciones para su puesta en libertad", dijo
hoy un portavoz de la embajada de Qatar en el Líbano.
La fuente señaló que las trece religiosas se encuentran actualmente
en la frontera entre el Líbano y Siria, donde se desarrollan
negociaciones entre los secuestradores y el jefe de la Seguridad
libanesa, general Abás Ibrahim.
Catar está mediando también para la puesta en libertad de las monjas.
La agencia de noticias nacional libanesa, ANN, había informado
anteriormente de que Ibrahim y el jefe de la Inteligencia catarí, Ganem
al Kubaisi, habían cruzado al territorio sirio desde la población
libanesa de Arsal para recibir a las religiosas.
Durante toda la tarde se han sucedido las noticias confusas sobre el
paradero de las monjas, que varias fuentes han dado por liberadas.
Con anterioridad, el presidente del Consejo Ortodoxo libanés, Robert
Eid, indicó que las monjas estaban en Arsal con las fuerzas de
seguridad libanesas.
La televisión oficial siria anunció la puesta en libertad de las
mujeres, que estaban "secuestradas por terroristas", y señaló que se
espera su llegada inminente al Líbano, a través del puesto fronterizo de
Yadid Yabus.
Una fuente de la Nunciatura vaticana en Damasco apuntó que las
religiosas se encuentran en la parte libanesa de la frontera, aunque
advirtió de que todavía no puede afirmar "que hayan sido efectivamente
liberadas" a la espera de obtener una confirmación oficial.
En ese sentido, Ibrahim reveló que la entrega de las religiosas a las
autoridades del Líbano se producirá esta noche, sin precisar más, según
la agencia nacional de noticias libanesa, ANN.
Las monjas desaparecieron del convento de Santa Tecla durante la toma
por los rebeldes de la población de mayoría cristiana de Malula (al
norte de Damasco), el 2 de diciembre pasado.
El régimen del presidente sirio, Bachar Al Asad, acusó a
"terroristas", como denomina a los opositores, de haber secuestrado a
las religiosas, que posteriormente fueron trasladadas a la localidad de
Yabrud, cerca de la frontera con el Líbano.
El grupo insurgente que tiene en su poder a las monjas exigió en
enero pasado la liberación de unas 200 presas en cárceles del régimen
sirio a cambio de su liberación.
Eid dijo entonces que las monjas se encontraban en manos de una
organización insurgente, que no quiso identificar por motivos de
seguridad, cuyo cabecilla era de nacionalidad kuwaití y respondía al
apodo de Abu Anyan.
El contacto con los secuestradores se perdió el pasado miércoles
después de una serie de bombardeos aéreos del ejército sirio contra
Yabrud, la población más importante de la región de Al Qalamun que aún
no ha sido recuperada por las autoridades.
Al menos 14 combatientes islamistas fallecieron en enfrentamientos
contra las tropas gubernamentales en Yabrud y en sus alrededores ayer en
la ofensiva lanzada desde el pasado noviembre por el régimen para
cortar la entrada de suministros a los rebeldes desde el Líbano.
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