domingo, 9 de marzo de 2014

Las monjas siguen en poder de sus captores, según una fuente catarí

BEIRUT.- La entrega a las autoridades libanesas de las monjas secuestradas hace casi tres meses en Siria se ha retrasado y siguen en manos de sus secuestradores por "discrepancias sobre las condiciones para su puesta en libertad", dijo hoy un portavoz de la embajada de Qatar en el Líbano.

La fuente señaló que las trece religiosas se encuentran actualmente en la frontera entre el Líbano y Siria, donde se desarrollan negociaciones entre los secuestradores y el jefe de la Seguridad libanesa, general Abás Ibrahim.
Catar está mediando también para la puesta en libertad de las monjas. La agencia de noticias nacional libanesa, ANN, había informado anteriormente de que Ibrahim y el jefe de la Inteligencia catarí, Ganem al Kubaisi, habían cruzado al territorio sirio desde la población libanesa de Arsal para recibir a las religiosas.
Durante toda la tarde se han sucedido las noticias confusas sobre el paradero de las monjas, que varias fuentes han dado por liberadas.
Con anterioridad, el presidente del Consejo Ortodoxo libanés, Robert Eid, indicó que las monjas estaban en Arsal con las fuerzas de seguridad libanesas.
La televisión oficial siria anunció la puesta en libertad de las mujeres, que estaban "secuestradas por terroristas", y señaló que se espera su llegada inminente al Líbano, a través del puesto fronterizo de Yadid Yabus.
Una fuente de la Nunciatura vaticana en Damasco apuntó que las religiosas se encuentran en la parte libanesa de la frontera, aunque advirtió de que todavía no puede afirmar "que hayan sido efectivamente liberadas" a la espera de obtener una confirmación oficial.
En ese sentido, Ibrahim reveló que la entrega de las religiosas a las autoridades del Líbano se producirá esta noche, sin precisar más, según la agencia nacional de noticias libanesa, ANN.
Las monjas desaparecieron del convento de Santa Tecla durante la toma por los rebeldes de la población de mayoría cristiana de Malula (al norte de Damasco), el 2 de diciembre pasado.
El régimen del presidente sirio, Bachar Al Asad, acusó a "terroristas", como denomina a los opositores, de haber secuestrado a las religiosas, que posteriormente fueron trasladadas a la localidad de Yabrud, cerca de la frontera con el Líbano.
El grupo insurgente que tiene en su poder a las monjas exigió en enero pasado la liberación de unas 200 presas en cárceles del régimen sirio a cambio de su liberación.
Eid dijo entonces que las monjas se encontraban en manos de una organización insurgente, que no quiso identificar por motivos de seguridad, cuyo cabecilla era de nacionalidad kuwaití y respondía al apodo de Abu Anyan.
El contacto con los secuestradores se perdió el pasado miércoles después de una serie de bombardeos aéreos del ejército sirio contra Yabrud, la población más importante de la región de Al Qalamun que aún no ha sido recuperada por las autoridades.
Al menos 14 combatientes islamistas fallecieron en enfrentamientos contra las tropas gubernamentales en Yabrud y en sus alrededores ayer en la ofensiva lanzada desde el pasado noviembre por el régimen para cortar la entrada de suministros a los rebeldes desde el Líbano.

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