CIUDAD DEL VATICANO.- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, aseguró este jueves sentirse "muy conmovido" ante las reflexiones y la compasión por los pobres del Papa Francisco, a quien invitó formalmente a visitar su país porque "los estadounidenses estarían encantados de recibirle".
"Estoy muy conmovido por el mensaje de inclusión y de compasión del Papa Francisco
y profundamente emocionado por sus reflexiones sobre la importancia de
contar con una perspectiva moral con la que afrontar los problemas
mundiales sin pensar en nuestros intereses personales", subrayó Obama.
El
presidente de EEUU hizo estas afirmaciones durante la rueda de prensa
posterior al encuentro bilateral que mantuvo en Roma con el primer
ministro de Italia, Matteo Renzi.
Además, Obama
aseguró haber invitado al Papa Francisco a Estados Unidos porque su
población estaría encantada, a su juicio, de recibirle.
Una invitación que se produjo durante el intercambio de regalos entre ambos mandatarios, cuando Obama sugirió al pontífice visitar la Casa Blanca y "su jardín", a lo que Bergoglio respondió con un "claro, ¿por qué no?" en español.
El presidente estadounidense explicó que abordaron la situación de Oriente Próximo y reconoció que el pontífice mostró su preocupación por los cristianos que sufren persecución en dicha región.
"Hemos
hablado mucho sobre los desafíos y los conflictos actuales y de lo
difícil que es mantener la paz en el mundo. Nos hemos concentrado mucho
en este asunto y del Papa he percibido un profundo interés por Oriente
Próximo, sobre todo en Siria, el Líbano y en la persecución que sufren los cristianos (en estas zonas)", especificó.
También dijo que hablaron sobre "los pobres y los marginados, aquellos que no tienen ninguna oportunidad".
"Nosotros,
los políticos, tenemos el deber de encontrar las políticas para
afrontar esta problemática. Su Santidad tiene la capacidad de abrir los
ojos a la gente para que vean este problema, porque el peligro es la
indiferencia y el cinismo cuando se trata de ayudar al menos
afortunado", aseveró.
Obama reconoció que también habían abordado
el tema de la reforma migratoria que EEUU prepara y es que, según el
presidente, "una persona como el Papa, proveniente de América Latina,
conoce bien la situación de estas personas que viven en la sombra y que
en muchas ocasiones son deportados".
Otro de los temas abordados en el Vaticano fue el de la reforma sanitaria de Estados Unidos.
Según Obama, la Santa Sede defendió tener en cuenta en dicha normativa la objeción de conciencia y el derecho a la vida.
"He
prometido continuar con el diálogo con los obispos y los cardenales
para favorecer el justo equilibrio entre la asistencia sanitaria y el
respeto a la libertad religiosa", aseguró Obama.
La cita a puerta cerrada del Papa Farancisco y Barak Obama se prologó durante 50 minutos, veinte más de los que el Vaticano suele destinar a este tipo de encuentros.
El
mandatario estadounidense entregó al pontífice un estuche con semillas
de árboles que crecen en el jardín de la Casa Blanca y de cuya madera,
explicó Obama, se construyeron las primeras catedrales de América.
Por
su parte, Bergoglio entregó a Obama, al igual que al resto de
mandatarios, su primera exhortación apostólica, "Evangelii Gaudium" (La
alegría del Evangelio), y un medallón en bronce que representa al "Ángel
de la Paz" en bajo relieve.
"Seguro que la voy a leer en el
Despacho Oval cuando esté frustrado y espero que me tranquilice", afirmó
Obama, a lo que el pontífice contestó: "Eso espero".
Las sonrisas se convirtieron en risas cuando Francisco entregó a Obama una colección de monedas de su pontificado, que se cayeron hasta en dos ocasiones cuando intentaba mostrarlas al presidente estadounidense.
Al
despedirse, Obama y Francisco se estrecharon largamente la mano y el
mandatario estadounidense le pidió que rezase por él y por su familia
que, dijo, le tienen que "aguantar".
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