MADRID.- El cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María
Rouco Varela, dejará de ser pasado mañana, miércoles, presidente de la Conferencia
Episcopal Española (CEE) un cargo que ocupa desde 2008 y que ya ocupó
también entre 1999 y 2005. Es el obispo que más años ha ocupado este
puesto, por delante del cardenal Vicente Enrique y Tarancón --un año en
funciones y tres trienios--.
Rouco Varela no podrá ser reelegido por más trienios ya que, según
los nuevos Estatutos aprobados en diciembre de 2008, los cargos de
presidente y vicepresidente sólo pueden renovarse para un segundo
trienio sucesivo, a diferencia de los antiguos estatutos, que permitían
la reelección por un tercer trienio consecutivo siempre que obtuviesen
dos tercios de los votos emitidos.
Así, Rouco Varela ha permanecido al frente de la CEE durante 12
años que han estado marcados por mensajes, encuentros, valoraciones de
las distintas legislaciones que afectan a la vida, a la familia y a la
Religión, por cambios en el Gobierno --PSOE y PP-- y también en el
Papado, pues ha coincidido con tres Papas: Juan Pablo II, Benedicto XVI y
Francisco.
Uno de los hitos que ha marcado todos estos años en que ha sido
presidente de la CEE al tiempo que arzobispo de Madrid, ha sido la
Jornada Mundial de la Juventud de Madrid 2011, la segunda JMJ que
organizaba después de la de Santiago de Compostela de 1989, cuando era
arzobispo de la sede compostelana.
También fue una alegría para él la visita de Benedicto XVI a
Santiago de Compostela y Barcelona los días 6 y 7 de noviembre de 2010
que, a su juicio, supuso "un aliento de esperanza" para el país y las
familias hacia las que, según indicó, existe "una cultura hostil" en
España y Europa.
Además, durante estos años, Rouco Varela ha participado en dos
Cónclaves, el que eligió a Benedicto XVI y el de 2013, en el que salió
elegido el Papa Francisco. Precisamente, hace un año, Rouco Varela se
encontraba en las reuniones preparatorias del Cónclave a la espera de
encerrarse bajo llave en la Capilla Sixtina junto a los otros 121
cardenales electores.
Esto ocurría un mes después de que Benedicto XVI anunciara su
renuncia, el 11 de febrero de 2013, una decisión ante la que los obispos
españoles dijeron sentirse "como huérfanos". En la tarde de ese mismo
lunes, Rouco Varela, salía a hablar ante los medios y aprovechaba para
destacar el "feeling" que Ratzinger había tenido con los jóvenes y su
interés por los problemas "de este tiempo". Además, calificó de "récord"
su Pontificado y definió su aportación como "no fácilmente superable".
Sobre el Papa Francisco, con el que se ha encontrado en varias
ocasiones durante este último año --la última, en la Visita Ad Limina de
los prelados españoles la semana pasada--, Rouco Varela le ha definido
como "un hermano muy sencillo, muy amable que se parece bastante a
Benedicto XVI en el estilo de cercanía".
Durante estos años, Rouco Varela también ha mantenido encuentros
con periodistas tanto en la sede de la Conferencia Episcopal como fuera
de ella. Uno de los últimos tuvo lugar el pasado 21 de junio de 2013 en
un desayuno de Nueva Economía Forum en el que Rouco Varela reclamó al
Gobierno poner fin al "referéndum anual" al que se somete a los padres
en España para elegir la asignatura de Religión y Moral Católica para
sus hijos.
También defendió que los conciertos "no se retiren de forma
discriminatoria" a ningún colegio "por razones que tengan que ver con el
ideario" y urgió a reformar la Ley de Salud Sexual y Reproductiva y de
la Interrupción Voluntaria del Embarazo.
Por otra parte, sobre la denuncia de los Acuerdos entre el Estado y
la Santa Sede, pedida por el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez
Rubalcaba, indicó que, si se refiere a cambiar el sistema para regular
las relaciones Iglesia-Estado en virtud de unas leyes unilateralmente
promulgadas por el Estado "sería una marcha atrás muy lamentable" pero
que, si se refiere a revisar contenidos de alguno de los acuerdos,
"habría que verlo".
Ante los casos de corrupción en España, el cardenal recordó un
diagnóstico de Pío XII que, a su juicio, puede ser válido en la
actualidad y es que "se ha perdido la conciencia del pecado".
Asimismo, otra de sus preocupaciones constantes ha sido la defensa
de la familia y la vida. De hecho, hace casi diez años, durante el
periodo en que no fue presidente de la CEE, concretamente, el 18 de
junio de 2005, Rouco Varela asistió junto a cerca de una veintena de
obispos, a la manifestación convocada por el Foro de la Familia contra
la ley que permitía el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Precisamente, sobre este tema se pronunció más recientemente,
durante la apertura de la XCVII Asamblea Plenaria de la CEE, en la que
también tuvieron lugar elecciones, y en la que Rouco salió reelegido
para un segundo trienio consecutivo --el cuarto desde que es obispo--.
Allí, dijo que el matrimonio recogido en el Código Civil español
dificulta la salida de la crisis de familia.
También se ha pronunciado junto al resto de los obispos en contra
de la Ley de Salud Sexual y Reproductiva y de la Interrupción Voluntaria
del Embarazo y sus posiciones en este sentido, le han acarreado
críticas en ocasiones, hasta el punto de que el pasado mes de febrero,
después de la aprobación de la Ley para la protección de la vida del
concebido y de los derechos de la mujer embarazada --en la que los
prelados dijeron que veían "un avance positivo"-- fue increpado por
miembros de Femen a la entrada en la Iglesia de los Santos Justo y
Pastor, en Madrid.
BIOGRAFÍA
El cardenal Rouco Varela nació el 20 de Agosto de 1936 en Villalba
(Lugo). Estudió Latín, Humanidades y Filosofía en el Seminario de
Mondoñedo desde 1946 hasta 1954 y Teología en la Universidad Pontificia
de Salamanca desde 1954 a 1958. A los 23 años, se ordenó sacerdote en la
Catedral Vieja de Salamanca.
Cursó estudios de Derecho y Teología en la Universidad de Munich
(Alemania) donde se doctoró en Derecho Canónico con la tesis 'Iglesia y
Estado en la España del siglo XVI'. Fue profesor en el Seminario de
Mondoñedo; profesor adjunto en el Instituto de Derecho Canónico de la
Universidad de Munich; profesor de Derecho Público Eclesiástico en la
Universidad Pontificia de Salamanca, así como catedrático de Derecho
Canónico Fundamental y vicerrector de la misma Universidad.
En 1976, con 40 años, es nombrado obispo auxiliar de Santiago de
Compostela, diócesis de la que ocho años después, en 1984, fue nombrado
arzobispo.
En la CEE ha sido presidente de la Junta Episcopal de Asuntos
Jurídicos (1981-1990); miembro de la Comisión Episcopal de Enseñanza y
Catequesis, durante tres trienios (1981-1989); miembro de la Comisión
Permanente desde 1984; presidente de la Comisión Episcopal de Seminarios
y Universidades (1990-1993) y miembro del Comité Ejecutivo desde 1993.
Entre otros cargos fuera de España, ha ocupado el de miembro del
Sínodo de los Obispos; miembro de la Congregación para la Educación
Católica; de la Congregación del Clero; del Pontificio Consejo de
Cultura; relator general del Sínodo de Obispos para Europa; y miembro
del Pontificio Consejo 'Cor Unum'.
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