sábado, 22 de junio de 2013

Polémica en el Vaticano por el futuro del banco del Papa

CIUDAD DEL VATICANO.- "Un banco es necesario, pero hasta cierto punto. Una Iglesia rica carece de vida. San Pedro no tenía cuenta en un banco", dijo el papa Francisco. "Sin un banco, la Iglesia no sería libre. Es esencial para su misión", subrayaron Ernest von Freyberg, presidente del Instituto para las Obras de Religión (IOR), el banco del Papa, y Paolo Cipriani, su director. 

Los tres han hablado en los mismos días, mientras jueces romanos concluyen un sumario sobre seis operaciones no transparentes del IOR y se acerca julio, cuando el Moneyval, organismo del Consejo de Europa, someterá al banco vaticano al examen final sobre medidas contra el blanqueo de dinero --la nota, en diciembre--.
En apariencia se trata, pues, de una pugna --en el Vaticano lo llaman "normal dialéctica"-- entre la voluntad de cambio del Papa y quienes defienden el estatus quo de la institución. El papa Bergoglio explicó lo que dijo en un sermón reservado a los empleados del banco vaticano. Von Freyberg y Cipriani dieron sendas entrevistas a la prensa, en lo que ha parecido una ofensiva mediática, puertas adentro y afuera del Vaticano, frente a posibles reformas radicales del instituto financiero.
En los ambientes vaticanos se asegura que antes del verano el Papa nombrará al nuevo secretario de Estado, que sustituirá al cardenal Tarsicio Bertone, considerado extraño al nuevo papado. Una de los cambios profundos que reclamó el cónclave es la del banco, que casi desde su creación (en 1942) ha estado regularmente implicado en algún escándalo financiero. 
En octubre, Francisco se reunirá con los ocho cardenales nombrados para reformar el Gobierno central de la Iglesia --ninguno de ellos miembro de la curia-- con los que, a distancia, ya trabaja. "El banco formará parte de los cambios", dijo el hondureño Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga, que forma parte del grupo.

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