CIUDAD DEL VATICANO.- El papa Francisco quiere reforzar la colegialidad dentro de la
Iglesia y crear una suerte de “consejo permanente” a partir de los
sínodos, las reuniones de obispos de todo el mundo, un idea en la que
trabaja junto con los ocho cardenales que designó para reformar la Curia
Roma, el Gobierno central, indicó al recibir a una
delegación de religiosos.
“Se trata de un desafío. ¡Adelante, con libertad! ¡Necesito el aporte
de los sínodos. Sin miedo!”, instó Francisco a los miembros de la
Secretaría del Sínodo de Obispos durante una charla informal en el
Vaticano, durante la cual improvisó en numerosas ocasiones.
“Encontremos el camino para la coordinación entre el sínodo y el obispo de Roma”, pidió.
Los sínodos son asambleas de obispos escogidos de las distintas
regiones del mundo, que se reúnen en ocasiones determinadas en el
Vaticano para debatir libremente sobre diferentes temas y fomentar la
unión estrecha entre el pontífice y los obispos, que suelen estar muy
arraigados a la realidad de su propio territorio.
El Papa habló también de las numerosas sugerencias que están llegando
a los ocho cardenales encargados de la reforma de la Curia Romana,
blanco de críticas y escándalos.
Entre los temas que el Papa dijo que abordará con los ocho
cardenales, que se reunirán por primera vez a inicios de octubre, figura
también el de la crisis de la familia.
‘’La familia es un problema serio. En las reuniones que he tenido con
obispos de varias nacionalidades siempre ha surgido ese asunto”,
reconoció.
“Hoy en día muchas parejas no se casan, conviven, inclusive aquellas
católicas. El matrimonio se volvió provisional”, comentó Francisco.
Un mes después de su elección en marzo como primer Papa
latinoamericano y jesuita de la historia, Francisco designó a un grupo
de ocho cardenales para asesorarlo en la reforma del Gobierno central de
la Iglesia, sacudida por una serie de escándalos con intrigas y
corrupción.
Entre los ocho cardenales figuran el hondureño Oscar Andrés Rodríguez
Maradiaga, arzobispo de Tegucigalpa, presidente de Caritas
Internationalis, conocido por sus posiciones a favor de una renovación
del Gobierno central de la Iglesia, y el chileno Francisco Javier
Errázuriz Ossa, arzobispo emérito de Santiago de Chile, con experiencia
en la maquinaria vaticana.
Primera misa en español
El Papa argentino celebró el jueves su primera misa en español en la
capilla de la Casa Santa Marta en el Vaticano, un gesto que, según
confesó, le “ha hecho mucho bien”.
Desde su elección como pontífice el pasado 13 de marzo, Francisco
celebra una misa matutina en italiano en general en la capilla de la
residencia donde se aloja, durante la cual habla con su estilo sencillo y
claro de los problemas de la gente común. “Era desde el 26 de febrero
que no celebraba misa en español. Y me ha hecho mucho bien”, comentó
Francisco ante el personal diplomático argentino que trabaja en Italia
invitado a la misa.
Durante la homilía, el Papa condenó “el mecanismo del insulto”, que
calificó “una forma de denigración hacia los demás”.
“No hace falta ir
al psicólogo para saber que cuando uno denigra a otro es porque es él
mismo quien no puede crecer y necesita desmerecer a los demás para
sentirse alguien”, aseguró.
Encíclica a dos manos
El papa Francisco anunció que trabaja en la conclusión de la
encíclica sobre la fe iniciada por su predecesor, el papa emérito
Benedicto XVI, la primera de la historia escrita por dos pontífices. “Es
una encíclica escrita a cuatro manos, porque la inició Benedicto XVI, y
luego me la entregó para que la terminara”, aseguró. “Es un documento
fuerte. Un gran trabajo, lo ha hecho él y yo lo voy a terminar”.
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