miércoles, 1 de enero de 2014

Para el obispo mexicano Patrón Wong, este Papa revoluciona a la Iglesia Católica

MÉXICO. Jorge Carlos Patrón Wong, el mexicano con más alto rango en el Vaticano, cree que, con el Papa Francisco, la Iglesia está volviendo a sus orígenes.

"A mí me queda muy claro que estamos en un momento en que Dios está dando respuestas a los errores que pudimos haber cometido y nos está volviendo a recordar que hay que volver a los orígenes", explica en una entrevista en 'Reforma'

Por ello, en su opinión, la Iglesia está en un momento de grandes cambios.

"Ésta es una revolución que es también un momento de evolución (para la Iglesia)", indica.

La evolución consiste en recuperar parte del cristianismo original, cuando Iglesia y fieles se mantenían próximos.

"Si nos alejamos de Jesús, nos alejamos de la gente. Este principio es revolucionario y muy antiguo", remata este sacerdote, originario de Yucatán.

Patrón acaba de asumir como Secretario para los Seminarios, una sección de la Congregación del Clero del Vaticano que se estrena este año.

"El Papa proclama el Evangelio para que cada uno se haga un examen de conciencia. Yo creo que, justamente para no caer en (la trampa) del poder, no debo juzgar", dice.

"Y, además, creo que las nuevas generaciones van a renovar y están renovando a la Iglesia".
  

"Hay caminos humanos y espirituales, intelectuales y apostólicos, realizados con un gran éxito y con muchos frutos", afirma. 

Convivencia diaria

Patrón acaba de asumir como Secretario para los Seminarios, una sección de la Congregación del Clero del Vaticano que se estrena este año.

"Nunca como ser humano ni como sacerdote ni como Obispo", reconoce, se imaginó estar tan cerca del Papa.

Un Pontífice que ahora, incluso, es su vecino, pues ambos viven en la residencia de Santa Marta.

Así, cuando se le cuestiona sobre cómo siente el haber llegado a la cúpula de la Iglesia, se adelanta al final de la pregunta.

"No, no me siento una persona de poder", asevera. "Mi vida es muy sencilla: me levanto temprano, rezo en la mañana, mis comidas son muy normales, trabajo todo el tiempo".

"El 28 de noviembre llegué, dejé mis maletas en Santa Marta y me fui a trabajar inmediatamente", cuenta.

Fue en esa ocasión que vio por primera vez al Papa en Roma, luego de un breve encuentro con él en Brasil, durante el viaje de Francisco a ese país latinoamericano.

"Volví a comer a Santa Marta y me lo encontré. Me dijo: 'Bienvenido. ¡Qué bueno que estás acá! Estoy aquí para servirte'. Me quedé rojo y le contesté: 'No, padre. Yo vine aquí para servirle y servir a la Iglesia, ¿verdad?", relató.

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