ROMA.- La policía recuperó el jueves un
relicario de oro y cristal que contenía un pedazo de tela bañado en
sangre del difunto papa Juan Pablo II, aunque estaba vacío, dijeron
las autoridades.
Pasquale Corriere, director de la asociación que cuida la
pequeña iglesia en las montañas al este de Roma de donde fue hurtado el
relicario, informó de que dos hombres habían sido detenidos por la
policía en la capital regional, L'Aquila.
Los hombres llevaron a la policía al sitio donde habían arrojado el relicario, pero el pedazo de tela con la sangre del Papa que falleció en 2005 no estaba en su interior, agregó.
La policía interrogaba a los hombres, sobre quienes había sospechas de que serían drogadictos, y registraba en su apartamento, explicó Corriere. También se recuperó un pequeño crucifijo que había sido robado junto con el relicario de la iglesia de San Pietro della Ienca el fin de semana pasado.
La tela con sangre era un fragmento de la sotana que Juan Pablo II vestía el 13 de mayo de 1981, cuando recibió un disparo durante un intento de asesinato.
Muchas iglesias católicas cuentan con relicarios de santos y otras figuras sagradas para ser veneradas por los fieles.
El difunto Papa, quien está previsto que sea declarado santo el 27 de abril, amaba las montañas en la región de los Abruzzo porque le recordaban las de su Polonia natal, y se alejaba en secreto de las presiones del Vaticano para realizar excursiones y esquiar en el lugar durante los primeros años de su papado.
En 2011, el exsecretario de Juan Pablo II cardenal Stanislaw Dziwisz, actual arzobispo de Cracovia en Polonia, entregó a la comunidad local el relicario como muestra del cariño que el Papa sentía por la zona.
Los hombres llevaron a la policía al sitio donde habían arrojado el relicario, pero el pedazo de tela con la sangre del Papa que falleció en 2005 no estaba en su interior, agregó.
La policía interrogaba a los hombres, sobre quienes había sospechas de que serían drogadictos, y registraba en su apartamento, explicó Corriere. También se recuperó un pequeño crucifijo que había sido robado junto con el relicario de la iglesia de San Pietro della Ienca el fin de semana pasado.
La tela con sangre era un fragmento de la sotana que Juan Pablo II vestía el 13 de mayo de 1981, cuando recibió un disparo durante un intento de asesinato.
Muchas iglesias católicas cuentan con relicarios de santos y otras figuras sagradas para ser veneradas por los fieles.
El difunto Papa, quien está previsto que sea declarado santo el 27 de abril, amaba las montañas en la región de los Abruzzo porque le recordaban las de su Polonia natal, y se alejaba en secreto de las presiones del Vaticano para realizar excursiones y esquiar en el lugar durante los primeros años de su papado.
En 2011, el exsecretario de Juan Pablo II cardenal Stanislaw Dziwisz, actual arzobispo de Cracovia en Polonia, entregó a la comunidad local el relicario como muestra del cariño que el Papa sentía por la zona.
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