CIUDAD DEL VATICANO.- Multitud de fieles de todo el mundo han asistido este domingo en la
plaza de San Pedro en el Vaticano a la segunda misa de Pascua que
celebra el papa Francisco. El pontífice argentino sigue suscitando
entusiasmo entre las decenas de miles de católicos de todas las
nacionalidades que se han congregado en la inmensa
explanada para asistir la misa de Pascua, la principal fiesta del Cristianismo.
Decenas de miles de personas han asistido al
término de la misa a la bendición 'Urbi et Orbi' ('a la ciudad y al
mundo') desde el balcón de la basílica de San Pedro.
Vestido con hábitos simples litúrgicos blancos y
amarillo pálido, y no dorados, como suele ser la tradición, el Papa
llegó a la plaza junto con numerosos cardenales y obispos. Más de 35.000
flores, narcisos, lirios, tulipanes, jacintos, rosas, magnolias, muchas
blancas y amarillas, los colores del Vaticano, adornan la plaza.
La bendición 'Urbi et Orbi' se imparte sólo dos
veces al año, el domingo de Pascua y el día de Navidad, y concede la
indulgencia plena a los fieles que la reciben, incluso a través de los
medios de comunicación.
Durante su mensaje de Pascua, el papa Francisco
pidió la pacificación de todos los conflictos de la tierra, "pequeños o
grandes, antiguos o recientes", e instó a la reconciliación de las
partes enfrentadas en Venezuela, entre otros conflictos. Durante su
alocución, mencionó los conflictos que se viven en países como Ucrania,
Irak, la República Centroafricana o Sudán del Sur y reclamó el fin de
las tensiones entre israelíes y palestinos y de los ataques terroristas
en Nigeria. Asimismo, pidió a Cristo que interceda para acabar con la
epidemia de ébola que se vive en países africanos como Sierra Leona,
Libera y Guinea.
Sobre Venezuela el pontífice llamó a la
"concordia" entre las partes, el Gobierno de Nicolás Maduro y sus
opositores, que ya han solicitado la participación de la Santa Sede en
sus negociaciones. "Que las almas se encaminen a la reconciliación y a
la concordia fraterna en Venezuela", pidió el primer papa
latinoamericano.
Por otro lado, el obispo de Roma hizo especial
hincapié en el conflicto de Siria y rezó por la liberación de los
sacerdotes secuestrados y por todos aquellos que sufren persecución por
profesar una fe. "Te suplicamos, Señor, por Siria, la amada Siria, para
que todos los que sufren las consecuencias puedan recibir la suficiente
ayuda humanitaria y para que las partes en causa no usen más la fuerza
para sembrar la muerte", aseveró.
No obstante, no solo criticó la guerra sino que el
papa se dirigió, de nuevo, a los más débiles, a los que sufren
violencia o pasan hambre por culpa de los desperdicios. "Ayúdanos Señor a
derrotar la plaga del hambre, agravada por los conflictos y por los
inmensos desperdicios de los que, a menudo, somos cómplices (...).
Ayúdanos también a proteger a los indefensos, sobre todo a los niños,
las mujeres y los ancianos, tantas veces objeto de abandono", afirmó.
Elegido el 13 de marzo del 2013, Francisco, con
una serie de gestos simbólicos y palabras, está cambiando el rostro del
Vaticano, tras las duras críticas y polémicas de los últimos años. El
Jueves Santo se desplazó a una iglesia de la periferia de Roma para
oficiar la liturgia del lavado de pies a doce discapacitados y enfermos.
El Viernes Santo oró por los "explotados" y nuevos esclavos del mundo
moderno durante el sugestivo Vía Crucis nocturno del Viernes Santo en
Roma alrededor del Coliseo, durante el cual se recordaron "las
injusticias causadas por la crisis económica".
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