lunes, 21 de abril de 2014

Acusan al primer ministro británico de alimentar divisiones con una referencia al cristianismo

LONDRES.- Un grupo de científicos, académicos y escritores destacados acusó el lunes al primer ministro británico, David Cameron, de alimentar las divisiones confesionales al describir repetidamente a Gran Bretaña como un "país cristiano".

Los estudiosos, entre los que se encuentran los escritores Philip Pullman y Terry Pratchett, dijeron respetar las creencias religiosas personales del político conservador, de las que ha hablado en diversas ocasiones.
Pero se mostraron contrarios a su repetida caracterización de Gran Bretaña como cristiano y en una carta al Daily Telegraph aseguraron que el país es en realidad "una sociedad plural" de gente en su mayoría "no-religiosa".
"Reclamar lo contrario constantemente alimenta la alienación y la división en nuestra sociedad", dijeron los 55 integrantes del grupo, entre los que también se encuentra el científico ganador de un Nobel John Sulston.
"Fomenta de manera innecesaria debates sectarios enervantes que en su mayor parte están ausentes de la vida de la mayoría de los británicos, que no quieren que las religiones o las identidades religiosas sean priorizadas de manera activa por sus gobiernos electos", añadió la carta.
Según el censo de 2011, el cristianismo era la religión más seguida en Inglaterra y Gales, pero el número de personas que se calificaban de cristianas había caído de casi el 72 por ciento de la población en 2001 a poco más de 59 por ciento, es decir, 33,2 millones de personas.
Unos 14 millones de británicos dijeron no tener religión.
Este mes, Cameron dijo en una recepción con motivo de la Semana Santa que estaba "orgulloso de ser cristiano y de tener a mis hijos en un colegio de la iglesia".
En un artículo publicado la semana pasada en el Church Times, dijo considerarse "un integrante de la Iglesia de Inglaterra, y, sospecho, uno bastante clásico: no tan habitual en la asistencia y un poco ambiguo en algunas de las cuestiones más difíciles de la fe".
Grn Bretaña, añadió, debería tener más confianza sobre su estatus como país cristiano y más evangélico.
Estas declaraciones llegan después de un periodo de tensión entre la Iglesia de Inglaterra y el Partido Conservador, el principal de la coalición de gobierno, que afronta elecciones parlamentarias el próximo año.
Los líderes religiosos han unido fuerzas para criticar las reformas al estado del bienestar y al uso creciente de bancos alimentarios gratuitos por todo el país.
Cameron también ha airado a algunos cristianos -además de dividir profundamente su partido conservador- con la aprobación de la ley que permite los matrimonios entre personas del mismo sexo en Gran Bretaña.
Una portavoz del primer ministro dijo que su opinión de que el país no debería temer llamarse cristiano no significa que piense que está mal tener otra fe, o no tenerla.
"Ha dicho en numerosas ocasiones que está increíblemente orgulloso de que Gran Bretaña sea el hogar de muchas comunidades religiosas diferentes, que hacen tanto para convertir a Reino Unido en un país más fuerte", declaró.

No hay comentarios:

Publicar un comentario