VALENCIA.- La monja nicaragüense Xiskya Valladares, conocida con
el sobrenombre de "la monja tuitera" entre algunos de sus cerca de
19.000 seguidores en Twitter, considera que la Iglesia necesita un "baño
de realismo", ser "más humilde" y conectar con la gente a través de las
redes sociales.
Valladares ha presentado en el Congreso Comunica 2.0, que se clausura
hoy en el campus de la Universidad Politécnica de Valencia, en Gandía,
el proyecto iMisión, que tiene como objetivo crear una red internacional
de "imisioneros" del mundo hispanohablante en el "sexto continente", el
digital.
"Hoy es fundamental para la Iglesia tener un contacto directo con la
realidad", ha defendido la religiosa, ya que en
su opinión carece de "empatía y misericordia".
La religiosa de la congregación Pureza de María, filóloga, periodista
y docente, tuvo su primer contacto con Twitter en 2011, en la Jornada
Mundial de la Juventud (JMJ) que se celebró en Madrid, y asegura que
esta experiencia supuso un "baño de realismo" y le cambió la vida.
"Los religiosos por desgracia vivimos en una burbuja casi irreal, en
un mundo paralelo, y las redes sociales rompen esas fronteras", señala.
"En la vida religiosa no estamos acostumbrados a que nos cuestionen",
apunta, y "lo interesante es dialogar con los que piensan distinto, que
son los que te hacen pensar y reflexionar", y las redes sociales abren
grandes posibilidades para ello.
Valladares aborda sin tapujos temas de actualidad y de ellos habla en
su blog Xiskya.com con más de 6.000 lectores, y se pronuncia sobre
asuntos controvertidos como la reforma de la Ley del Aborto.
Se muestra a favor de la vida pero no juzga "a nadie" y defiende: "La
libertad de conciencia es uno de nuestros principios y no soy quién
para meterme en la conciencia de nadie".
A su juicio, lo que tienen que hacer los gobiernos es "poner toda su
batería y su fuerza en favorecer más las ayudas a la mujer, dependientes
y gente necesitada".
Cree asimismo que la Iglesia necesita una "revolución" femenina, y
que hay que hacer una "teología de la mujer" que replantee su papel en
esta institución.
El encuentro Comunica 2.0, que se clausura hoy y que ha llegado a ser
tema del momento o "trending topic" en Twitter, ha abordado también
aspectos como la gestión cultural 2.0 y los "virales" que nos gobiernan.
El museo ha dejado de ser un lugar físico para convertirse en un
"sitio virtual" con las nuevas redes sociales, ha explicado la gestora
del perfil en Facebook del Museo Thyssen-Bornemisza, Gema Sesé, una
"oportunidad magnífica" para llegar a públicos muy diversos y de todas
las partes del mundo.
El perfil de los seguidores del museo en las redes (cerca de 76.000
en Twitter), añade, se asemeja mucho al visitante, con una media de edad
de entre 30 y 50 años, pero con la particularidad de que la mayoría, un
60 por ciento, corresponde a mujeres.
"El museo tiene una imagen distante que con las redes se rompe",
puntualiza Botoa Lefé, responsable de los perfiles de Twitter e
Instagram del centro museístico madrileño.
La intención de la presencia de los museos en las redes, apunta Lefé,
"no es captar público" sino "crear comunidad" y dar a los interesados
la oportunidad de dialogar y opinar, y a los gestores de "encauzar" sus
demandas.
Por su parte, la periodista del Huffington Post especializada en
internet Delia Rodríguez ha abordado la "memecracia: los virales que nos
gobiernan", un proceso, ha advertido, inicialmente "espontáneo" que
cada vez está siendo "más intencionado".
Rodríguez ha apelado a ser "más racionales", a "tener cuidado con lo
que estamos trasmitiendo", y conservar la responsabilidad y una "higiene
memética" a la hora de compartir y dar credibilidad a estos mensajes.
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