ROMA.- La desacreditada orden católica de los Legionarios de
Cristo, cuyo difunto fundador llevaba una doble vida como pedófilo,
mujeriego y adicto a las drogas, lo denunció oficialmente el jueves y se
disculpó con sus "muchas víctimas".
La orden de los Legionarios de Cristo, que según ex miembros
funcionaba como un culto, acusó al sacerdote Marcial Maciel de
"comportamiento inmoral censurable" mientras ocupaba el cargo de
director, desde 1941 hasta que el papa Benedicto lo destituyó en 2006.
En otro tiempo una de las órdenes preferidas del Vaticano porque
atraía muchos católicos a la vocación religiosa y realizaba enormes
donaciones a la Iglesia, fue declarada suspendida por la Santa Sede y
casi disuelta en 2014.
La disculpa, emitida por delegados de todo el mundo reunidos en Roma
para establecer una nueva dirección para la orden, llegó un día después
de que un comité de Naciones Unidas la mencionara en un crítico informe
que acusó a la Iglesia de ignorar el abuso de sacerdotes a niños.
El comunicado denunció "la magnitud de la maldad y el escándalo
causado" por Maciel, quien falleció en 2008, y dijo que la conservadora
orden estaba ahora preparada para pasar página.
La reunión, que comenzó el 8 de enero y terminará a finales de
febrero, eligió al sacerdote Eduardo Robles Gil como su nuevo líder. Al
igual que Maciel, Robles Gil, de 61 años, es originario de México.
"Queremos expresar nuestra profunda pena por el abuso de menores
seminaristas, los actos inmorales con hombres y mujeres que eran
adultos, el uso arbitrario de su autoridad y de los bienes materiales",
dijo la orden.
Durante décadas, el Vaticano ignoró las acusaciones de los
seminaristas que decían que Maciel había abusado sexualmente de ellos,
algunos cuando tenían apenas 12 años. Las reglas de la orden prohíben
criticar al fundador o cuestionar sus motivos.
El papa Juan Pablo II, que será canonizado en abril, apoyó con
firmeza a Maciel incluso cuando las críticas en su contra aumentaron.
La orden también tenía muchos benefactores conservadores acaudalados
que la veían como un baluarte contra el liberalismo en la Iglesia.
En 2006, un año después de la muerte de Juan Pablo II, una
investigación del Vaticano concluyó que las acusaciones anteriormente
rechazadas de abuso eran ciertas. El Papa Benedicto XVI ordenó a Maciel
que se retirara a una vida de "oración y penitencia".
Tras su muerte, las investigaciones descubrieron que Maciel había
sido padre de varios niños con al menos dos mujeres, los visitaba con
regularidad y les enviaba dinero.
"Nos entristece que muchas víctimas y otras personas afectadas hayan
esperado tanto tiempo en vano a una disculpa y un acto de
reconciliación de parte del padre Maciel. Hoy, quisiéramos emitir esa
disculpa al expresar nuestra solidaridad con esas personas", dijo la
orden.
Los Legionarios de Cristo dirigen escuelas privadas católicas y
organizaciones de caridad en 22 países a través de su red de más de 950
sacerdotes y 1.000 seminaristas. También gestionan una universidad
católica en Roma y su movimiento laico, conocido como Regnum Christi,
tiene unos 30.000 miembros.
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