sábado, 22 de febrero de 2014

El Papa ordena a nuevos cardenales ante la mirada de su predecesor

CIUDAD DEL VATICANO.- El papa Francisco pidió el sábado a sus 19 nuevos cardenales que eviten las rivalidades y facciones durante una ceremonia a la que asistió su predecesor, el papa emérito Benedicto XVI, cuyo pontificado estuvo plagado de escándalos.

Es la primera ocasión en la que Benedicto asiste a un rito papal desde su renuncia hace un año. Su presencia permitió contemplar una inigualable escena con un antiguo pontífice, uno en ejercicio y un posible futuro obispo de Roma reunidos al mismo tiempo en la basílica de San Pedro.
Las rivalidades entre facciones de la curia vaticana son a menudo consideradas responsables de los percances y escándalos vividos durante en los ocho años de papado de Benedicto XVI, entre los que se cuenta el escándalo "Vatileaks" en 2012, en el que el mayordomo del pontífice robó documentos personales y los filtró a la prensa.
Los cardenales son los asesores más cercanos del papa en el Vaticano y en el mundo. Además de ser líderes de la Iglesia en sus países de origen, quienes no están en el Vaticano son miembros de comisiones clave que deciden en Roma las políticas que pueden afectar las vidas de 1.200 millones de católicos.
De los designados en la ceremonia, 16 son "cardenales electores" que se unirán a los 106 existentes menores de 80 años que optan a participar en el cónclave que elegirá al siguiente pontífice.
Los nuevos cardenales vienen de Italia, Alemania, Gran Bretaña, Nicaragua, Canadá, Costa de Marfil, Brasil, Argentina, Corea del Sur, Chile, Burkina Faso, Filipinas y Haití. Los no electores son de Italia, España y Santa Lucía.
Benedicto, de 86 años, entró por una puerta lateral ayudándose con un bastón y se sentó tranquilamente con un largo abrigo blanco en la primera fila junto a algunos cardenales. Cuando llegó al frente de la basílica para iniciar la ceremonia, el papa Francisco fue a saludar a Benedicto, que se quitó su gorro blanco como muestra de respeto y obediencia a Francisco.
Aunque se pidió a la multitud que estaba dentro de la basílica que no aplaudiese durante la ceremonia, lo hicieron cuando Benedicto entró y cuando se pronunció su nombre en un discurso inicial dado por uno de los nuevos cardenales.
Benedicto se convirtió en el primer papa en renunciar en 600 años cuando dejó el cargo el 28 de febrero de 2013. Dos semanas después, Francisco se convirtió en el primer pontífice no europeo en 1.300 años.
Los nuevos cardenales recibieron de manos de Francisco su gorro cuadrado, conocido como birrete, y su anillo en presencia de cientos de otros cardenales y obispos durante la ceremonia solemne dentro de la iglesia más importante de la cristiandad.
El pontífice los llamó a ser hombres de espiritualidad y servicio.
"Si prevalece la mentalidad del mundo, surgen las rivalidades, las envidias, los bandos..", dijo.
Francisco exhortó a los cardenales a permanecer unidos. "La Iglesia (...) los necesita, su cooperación, y aún más su comunión, comunión conmigo y entre ustedes", sostuvo.
Su elección enfatizó la preocupación del Francisco por los países pobres.
Los nuevos cardenales electores tienen entre 55 y 74 años. De América Latina son el arzobispo Aurelio Poli, de 66 años, el sucesor de Francisco en la capital argentina, y los arzobispos de Managua en Nicaragua, Rio de Janeiro en Brasil y Santiago en Chile. Por España fue designado Fernando Sebastián.
Dos son de África - los arzobispos de Uagadugu en Burkina Faso y Abiyán en Costa de Marfil. De Asia son los arzobispos de Seúl en Corea del Sur y Cotabato en Filipinas.
El arzobispo Chibly Langlois, de 55 años, es el primer cardenal de Haití, el país más empobrecido del hemisferio occidental, donde según el Banco Mundial un 80 por ciento de la población rural vive en la extrema pobreza.

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