viernes, 21 de febrero de 2014

Sin señales de la austeridad de Francisco en el comercio de ropa clerical

CIUDAD DEL VATICANO.- Mientras el Vaticano se prepara para recibir a 19 prelados que serán designados cardenales, el llamamiento del papa Francisco a la austeridad ha tenido poco efecto en el negocio de la familia Gammarelli, suministradora de la suntuosa ropa clerical desde hace más de dos siglos.

En enero, cuando el Papa anunció planes para nombrar nuevos cardenales y establecer la fecha de la ceremonia para el sábado, también les envió una carta pidiendo que no vieran su nombramiento como una promoción y que no malgastasen dinero con fiestas celebratorias.
También dijo que deberían "vestir con la virtud y el sentimiento del Señor Jesús" cuando le ayuden a dirigir la Iglesia. Como el atuendo ceremonial de un cardenal está regulado por la tradición, el Papa hablaba figuradamente.
Pero después de tal comunicado papal se podría esperar ver un aumento de las ropas heredadas o de tiendas de descuento.
Sin embargo, no ha habido un descenso en el negocio de los sastres eclesiásticos de lujo en Roma, los preferidos de los clérigos por los acabados de calidad y estilo famosos en la artesanía italiana.
Lorenzo Gammarelli, que pertenece a la sexta generación de la familia que ha vestido a papas y prelados desde 1798, dijo que la austeridad todavía tiene que calar, y que la demanda de calcetines de lana, uniformes y sotanas buenas no ha variado.
La capa corta o muceta, una prenda que llega hasta la altura del codo, las rochetas de encaje y el gorro rojo o birreta que llevan los cardenales varían en precio dependiendo de la calidad de los materiales empleados, pero Gammarelli dijo que no hay señales de que los prelados cambien a otros tejidos menos lujosos.
"Según nuestra experiencia, los cambios de este tipo suceden muy despacio, así que si ocurren, espero que tengan lugar en unos años", dijo Gammarelli en el mostrador de su acogedora tienda del centro de Roma, junto a una pila de paquetes etiquetados con los nombres de los cardenales a la espera de su recogida.Francisco ha realizado muchos gestos para señalar su preferencia por la sencillez y la humildad desde que hace alrededor de un año se convirtió en el primer Papa no europeo en 1.300 años.
Ha pedido una "Iglesia pobre y para los pobres" y ha optado por vivir en una casa sencilla en lugar de en el Palacio Apostólico. Viaja en un Ford Focus azul y no en un gran coche de lujo escoltado por guardias.
El estilo se extiende a su vestimenta. Mientras que Benedicto llevaba una cruz de oro, zapatos rojos papales y una capa carmesí de armiño, Francisco prefiere una cruz plateada y unos zapatos negros normales.
La revista Esquire nombró a Francisco el hombre mejor vestido de 2013, diciendo que sus ropas sencillas "apuntaban a una nueva era".
Pero Andrea Koray, un monje franciscano que lleva sandalias y el hábito marrón de su congregación, dijo que las acciones de Francisco como lavar o besar los pies de los no cristianos en una tradicional ceremonia de Semana Santa son indicadores de cambio mucho más importantes.
"No quiero trivializar señalando esos gestos, como que la cruz no es de oro o que no lleve los mismos zapatos que papas anteriores", dijo Koray.
"Eso son trivialidades. No deberíamos prestarles demasiada atención. Son un signo, pero sus gestos humanitarios son más importantes", dijo.

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