CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa ha reconocido ante los 19 nuevos
cardenales creados este sábado que también son "humanos y pecadores" y
les ha recordado la tentación de pensar según el modo de los hombres.
"También nosotros somos humanos , pecadores y estamos expuestos a
la tentación de pensar según el modo de los hombres y no de Dios", ha
advertido durante la ceremonia de creación de sus primeros purpurados.
Así, ha agregado que "si prevalece la mentalidad del mundo, surgen
las rivalidades, las envidias, los bandos" pero que la palabra de Dios
"es muy saludable" porque "purifica interiormente", "proyecta luz en la
conciencia" y "ayuda a ponerse en plena sintonía con Jesús".
Durante la homilía de la celebración de su primer Consistorio, el
Papa ha pedido a los nuevos cardenales "colaboración" y "comunión" con
él y entre ellos, porque la Iglesia los "necesita" para "dar testimonio
de la verdad". Además, les ha exhortado a ser "artesanos" de paz y a
anunciar el evangelio en toda ocasión, oportuna e inoportunamente".
En la ceremonia estaba presente el Papa emérito Benedicto XVI. Es
la primera vez que el Papa emérito participa en una ceremonia pública.
El Papa Francisco se apartó de la procesión hacia el altar para saludar
con un emocionado abrazo a Benedicto XVI. El próximo viernes, 28 de
febrero, se cumplirá un año desde que se hizo efectiva la renuncia del
ahora Papa Emérito.
El Pontífice También ha hecho presente la necesidad de sus
"oraciones, para apacentar bien la grey de Cristo" y de su "compasión,
sobre todo en estos momentos de dolor y sufrimiento en tantos países del
mundo".
Durante la ceremonia el Papa ha mostrado su "cercanía espiritual a
las comunidades eclesiales y a todos los cristianos que sufren
discriminación y persecución" y ha pedido oraciones por ellos "para que
sean fuertes en la fe y sepan responder el mal con bien".
También ha implorado "la paz y la reconciliación para los pueblos
que en estos tiempos sufren la prueba de la violencia y de la guerra".
La solemne celebración ha comenzado a las 11 de la mañana en la
basílica de San Pedro con la intervención del secretario de Estado del
Vaticano, el nuevo cardenal Pietro Parolin, que ha dado las gracias al
Papa Francisco en nombre de todos y se ha comprometido a responder a la
confianza del pontífice "con fidelidad, generosidad, y perseverancia".
El italiano Francesco Capovilla, de 98 años, ha sido el único de
los nuevos purpurados que no ha podido asistir a la ceremonia, por su
avanzada edad. La birreta cardenalicia le será entregada en los próximos
días en Sotto il Monte, ciudad natal del Papa Juan XXIII, en el norte
de Italia, donde reside el anciano nuevo cardenal.
El Papa ha explicado que Jesús no vino "a enseñar una filosofía", o
"una ideología", sino "una senda para recorrerla con él", y ha
recordado que esa senda "se aprende haciéndola, caminando". Así ha
resaltado que Jesús siempre "camina por delante" porque les "precede" y
les "abre el camino".
Sin embargo, Francisco ha matizado que "no es fácil, no es cómodo,
porque la vía escogida por Jesús es la vía de la cruz". El Papa ha
explicado que cuando Jesús anunció a sus discípulos su pasión, muerte y
resurrección, ellos se quedaron "sorprendidos" porque "para ellos subir a
Jerusalén significaba participar en el triunfo del Mesías, en su
victoria", y "asustados" porque "por lo que Jesús habría tenido que
sufrir, y que también ellos corrían el riesgo de padecer". En esta línea
ha expresado ante los nuevos purpurados que no tienen que tener "miedo
de la Cruz" porque en la Cruz tienen "la esperanza".
Tras la homilía el Papa Francisco ha pronunciado la fórmula de
creación y ha proclamado solemnemente los nombres de los nuevos
cardenales, su Título o Diaconía. Proseguirán la Profesión de Fe y el
Juramento.
Cada nuevo cardenal se ha aproximado entonces al Papa y se ha
arrodillado ante él para recibir el birrete cardenalicio, el anillo
cardenalicio y la asignación de un Título o Diaconía. El Papa ha
colocado el birrete sobre la cabeza del nuevo cardenal y ha entregado
entonces el anillo cardenalicio. Después ha asignado a cada cardenal una
Iglesia de Roma (Título o Diaconía) como símbolo de su participación en
el cuidado pastoral del Papa por la ciudad. El cardenal Sebastián
Aguilar, arzobispo emérito de Pamplona y Tudela ha recibido el título de
Santa Ángela Merici. El Papa ha entregado después la Bula de creación
de cardenales y ha intercambiado el beso de la paz con los nuevos
miembros del colegio cardenalicio.
A media tarde, las puertas del Aula Pablo VI y del Palacio
Apostólico se abrieron para que los nuevos cardenales recibieran los
tradicionales saludos de cortesía. El domingo, el Papa Francisco
celebrará Misa con todos los cardenales, también con los 18 nuevos,
entre ellos el español Fernando Sebastián, y el consistorio habrá
finalizado oficialmente.
La Delegación Oficial que representó a España en dicha ceremonia
estaba compuesta por el presidente del Tribunal Supremo, Carlos Lesmes;
el embajador de España ante la Santa Sede, Eduardo Gutiérrez Sáenz de
Buruaga; el secretario de Estado para la Unión Europea, Iñigo Méndez de
Vigo; el secretario de Estado para la Seguridad, Francisco Martínez
Vázquez; y el vicepresidente del Parlamento Europeo, Jaime Mayor Oreja.
También formaron parte de la misma el diputado en las Cortes
españolas, Eugenio Nasarre; el senador por Navarra, José Ignacio
Palacios; el director general de Cooperación Jurídica Internacional y
Relaciones con las Confesiones (Ministerio de Justicia), Ángel Llorente;
el director de Relaciones con la Santa Sede, Gabriel Ferrán; el
alcalde de Calatayud, José Manuel Aranda Lassa; la primera teniente de
alcalde del Ayuntamiento de Calatayud, María Mercedes Sarrate de Castro;
y el director del Instituto Cervantes, Sergio Rodríguez López-Ros.
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