domingo, 23 de febrero de 2014

El Papa llama a sus cardenales a evitar intrigas y camarillas

CIUDAD DEL VATICANO.- El papa Francisco llamó el domingo a los cardenales, que conforman el nivel más alto de la jerarquía eclesiástica, a evitar las intrigas, cotilleo y camarillas típicas de una corte real.

Desde su elección hace casi un año, Francisco ha dicho en reiteradas ocasiones a sus máximos asesores que no vivan ni se comporten como una clase privilegiada.
Los ocho años de papado de su predecesor, Benedicto XVI, estuvieron marcados por escándalos y errores, achacados en su mayoría a una burocracia disfuncional en el Vaticano e intrigas similares a las de una corte renacentista.
El domingo, Francisco celebró una misa con 18 de los 19 nuevos cardenales que fueron ordenados el sábado. Uno de ellos no pudo asistir por enfermedad.
"Un cardenal entra en la Iglesia de Roma, no en una corte real", dijo Francisco en su sermón, dando la bienvenida a los hombres al grupo de elite que lo ayuda a dirigir la Iglesia y el Vaticano.
"Evitemos todos y ayudémonos unos a otros a evitar hábitos y comportamientos cortesanos: intrigas, habladurías, camarillas, favoritismos, preferencias", dijo durante una ceremonia solemne en la basílica de San Pedro.
"Jesús no ha venido para enseñarnos los buenos modales, las formas de cortesía", les dijo Francisco.
Fue el segundo día consecutivo en que Francisco advierte a los cardenales de que eviten las tentaciones mundanas en los pasillos del poder clerical, ya sea en sus hogares o en el centro neurálgico de una Iglesia que cuenta con 1.200 millones de fieles.
Durante la ordenación del sábado, a la que asistió el Papa emérito Benedicto XVI, Francisco llamó a los cardenales a evitar las rivalidades y facciones. Se trató de la primera vez que Francisco y Benedicto, quien renunció el 28 de febrero del año pasado, han estado juntos para una celebración litúrgica.
El escándalo "Vatileaks", en el que el mayordomo de Benedicto fue arrestado por filtrar documentos privados del pontífice a la prensa, denunció corrupción en la Santa Sede, algo que el Vaticano negó.
Francisco pidió a los nuevos cardenales que permanezcan unidos entre ellos y con él mientras le aconsejan y ayudan a dirigir la Iglesia, con un espíritu de simpleza y servicio.
Posteriormente, en una alocución a decenas de miles de personas en la plaza San Pedro para la bendición dominical, el obispo de Roma dijo que los líderes católicos "no deben considerarse a sí mismos poseedores de poderes especiales o jefes, sino que ponerse al servicio de la comunidad".
Deberían ser "buenos sirvientes, no buenos jefes", sostuvo.
Los cardenales son los asesores más cercanos del papa en el Vaticano y en el mundo. Además de ser líderes de la Iglesia en sus países de origen, quienes no están en el Vaticano son miembros de comisiones clave que deciden en Roma las políticas que pueden afectar las vidas de 1.200 millones de católicos.
De los recientemente designados, 16 son "cardenales electores" que se unirán a los 106 existentes menores de 80 años que optan a participar en cónclave que elegirá al siguiente pontífice.
Los nuevos cardenales vienen de Italia, Alemania, Gran Bretaña, Nicaragua, Canadá, Costa de Marfil, Brasil, Argentina, Corea del Sur, Chile, Burkina Faso, Filipinas y Haití. Los no electores son de Italia, España y Santa Lucía.

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