CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa Francisco ha animado a celebrar la
Navidad con "júbilo de fiesta" porque "el Señor está cerca" y ha
indicado que la Iglesia, como una madre, exhorta a proseguir con
confianza el camino espiritual. "La Iglesia no es el refugio para
personas tristes, la Iglesia es la casa de la alegría", ha declarado
durante el rezo del Ángelus.
En el llamado 'Domingo de la Alegría', el Pontífice ha indicado
que el Evangelio no es "una alegría cualquiera" y "encuentra su razón en
el saberse acogidos y amados por Dios". "Por grandes que puedan ser
nuestros límites y nuestra confusión y desaliento, no se nos permite ser
débiles y vacilantes ante las dificultades y ante nuestras propias
debilidades", ha señalado.
"Por el contrario, se nos invita a fortalecer nuestras manos, a
hacer firmes nuestras rodillas, a tener coraje y a no temer, porque
nuestro Dios muestra siempre la grandeza de su misericordia. Gracias a
su ayuda, siempre podemos empezar de nuevo, volver a abrir los ojos,
superar la tristeza y el llanto, y cantar un canto nuevo", ha añadido.
Durante la oración, el Vicario de Cristo ha explicado que esta
alegría verdadera "permanece siempre también en la prueba, incluso en el
sufrimiento, porque no es superficial, sino que llega a lo más profundo
de la persona que se encomienda a Dios y confía en Él". "La alegría
cristiana, como la esperanza, tiene su fundamento en la fidelidad de
Dios, en la certeza de que Él mantiene siempre sus promesas", ha
apuntado.
"Por lo tanto, cuando un cristiano se vuelve triste, quiere decir
que se ha alejado de Jesús. ¡Pero entonces no hay que dejarlo solo!
Tenemos que rezar por él y hacerle sentir la calidez de la comunidad",
ha concluido.
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