domingo, 15 de septiembre de 2013

Francisco cumple seis meses / Rafael Ortega

Francisco ha cumplido seis meses de Pontificado. Medio año en el que nos ha dado a todos “razones para la esperanza”. Recordamos con gran emoción su homilía en la Eucaristía del 19 de marzo, que presidió con motivo del inicio de su ministerio. 

“Quisiera pedir por favor-nos dijo entonces- a todos los que ocupan puestos de responsabilidad en el ámbito económico, político o social, a todos los hombres y mujeres de buena voluntad, que seamos custodios de la creación, del designio de Dios inscrito en la naturaleza, guardianes del otro, del medio ambiente; no dejemos que los signos de destrucción y de muerte acompañen el camino de este mundo nuestro. Pero, para custodiar, también tenemos que cuidar de nos0tros mismos. Recordemos que el odio, la envidia, la soberbia, ensucian la vida”.

Unas palabras que recordamos, insisto con emoción, y que seguro que han servido a muchos, sobre todo en la Curia, cuando ahora de verdad comenzarán los cambios.

Son palabras que deben quedar impresas en nuestros corazones. Esta semana se ha celebrado en Madrid una interesante reunión, como ha sido el XXI Curso de Doctrina Social de la Iglesia,que ha organizado la Comisión de Pastoral de la Conferencia Episcopal Española en la Fundación Pablo VI y en la que he tenido la oportunidad de intervenir. Fernando Sebastián, Arzobispo Emérito de Pamplona, y una de las cabezas más preclaras del episcopado de nuestro país, nos ha recordado que “El político cristiano no puede prescindir de su concienciani de sus convicciones religiosas en el momento de tomar unas decisiones sin traicionarse a sí mismo o su fe. 

Seguro que Monseñor Sebastián se acordaba de las palabras de FRANCISCO, por eso, tala vez, denunció por igual el "nacionalcatolicismo" y el "laicismo excluyente y radical", actitudes todas "parciales y desmesuradas, incapaces de fundamentar una sociedad justa y dinámica". También Don Fernando se preguntaba por la actitud que deberíamos tomar los católicos para lograr la regeneración política y respondía:"Primero, la educación moral de la sociedad", pues "¿cómo podemos pedir una política honesta en una sociedad corrompida?".

Es saludable que obispos, aunque sean eméritos, sigan dando lecciones de buen hacer y que sepamos que su forma de actuar no ha cambiado, a pesar de algunos. FRANCISCO con sus seis meses de Pontificado ayuda, nos ayuda a todos y está sacudiendo a las conciencias. “Custodiar, nos decía ese 19 de marzo, quiere decir vigilar sobre nuestros sentimientos, nuestro corazón, porque ahí es de donde salen las intenciones buenas y malas: las que construyen y las que destruyen. No debemos tener miedo a la bondad, más aún, ni siquiera a la ternura”.

Por nuestra parte, solo decir: así sea.

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