CIUDAD DEL VATICANO.- A causa de la pandemia provocada por el virus Covid-19, muchos se ven
privados de la subsistencia básica. Es el caso de los habitantes de la
calle, de las personas que viven “al día” a causa de trabajos precarios o
de empleos serviles no registrados, vendedores ambulantes, y grupos de
personas que no gozan de la protección del gobierno ni de derechos
laborales, que, con el establecimiento de cuarentenas parciales o
totales, vieron desaparecer repentinamente sus ingresos.
Desde México
hasta la Argentina y Chile, las instituciones católicas están muy
activas en ofrecer apoyo a los segmentos sociales más desfavorecidos
durante la pandemia.
“Gracias, padre...” se escucha decir a los habitantes de la calle
que, gracias a la Fundación Callejeros de la Misericordia y al
franciscano Gabriel Gutiérrez Ramírez, reciben un desayuno en el centro
de Bogotá todos los días. En Colombia, parte de la población se ve
enfrentada a condiciones de total vulnerabilidad, difícilmente pueden
cumplir con su aseo personal, muchos duermen en las calles, no tienen
una alimentación asegurada, cuando comen lo hacen en ollas comunitarias,
son parte de una población que el resto de la sociedad de alguna manera
ha invisibilizado y que ante la situación actual están completamente
expuestos.
Los hermanos franciscanos distribuyen comidas en diversos países,
como en el centro de São Paulo, Brasil, donde se estima que la gente sin
hogar es de 25.000 personas. "La población sin hogar está ahora muy
marginada. Muchos grupos que solían distribuir alimentos entre ellos
dejaron las calles por miedo a la enfermedad", dijo el P. Diego Melo a
National Catholic Reporter. Los franciscanos ya tenían diferentes
programas de alimentos dirigidos a comunidades pobres y a personas sin
hogar en São Paulo, Río de Janeiro, Curitiba, y en el estado de Espírito
Santo. "Nos dimos cuenta de que la nueva situación requería una
reconfiguración de nuestro trabajo y lo hicimos".
En Chile, las Hermanas Franciscanas Misioneras de Jesús y los
voluntarios llevan comida para compartir con las personas sin hogar y a
los barrenderos de las calles de Santiago de Chile, mientras que, en
Buenos Aires, Argentina, otro ejemplo, dos refugios de Cáritas da
refugio permanente a personas que antes sólo pasaban la noche, unas 370
personas. Siempre a NCR, el padre Domingo Legua, señaló que, en la
República Dominicana, al menos la mitad de la población no tiene
condiciones para abastecerse de alimentos: "Recientemente, conocí a una
anciana que me dijo que estaba en casa con cuatro nietos y que no habían
comido en cuatro días".
En México, la Iglesia ha hecho un gran esfuerzo para coordinar
las diversas iniciativas de asistencia que se llevan a cabo en el país,
como en el caso de la Compañía de Jesús, que ha tratado de coordinar
sus trabajos en las nueve regiones mexicanas en las que están presentes,
para ayudar a los pobres de las zonas urbanas y rurales.
Las congregaciones católicas y las comisiones pastorales diocesanas
que ya trabajaban para ayudar a los más necesitados, siguen al frente
con el acompañamiento demostrando, también en este tiempo de pandemia,
su "opción preferencial por los pobres".
En Perú, la Arquidiócesis de Trujillo entregó a 24 mil
familias afectadas por la cuarentena, en los distritos de Moche,
Huanchaco, Florencia de Mora y El Porvenir, pollos vivos, gracias a la
campaña “Comparte tu pan con el más necesitado”, emprendida hace un mes
por el Arzobispado de Trujillo, con el objetivo de ayudar a responder el
impacto de la pandemia, en la población más vulnerable. La brigada de
voluntarios de Cáritas Trujillo, sacerdotes, religiosas y 20 jóvenes de
la sociedad civil, entregaron las aves de corral, encomendándose
previamente a Dios y la Virgen María, para la protección divina, durante
esta arriesgada labor. Todos contaron con el apoyo de la Policía
Nacional y empleados ediles del lugar. Asimismo, el arzobispo de
Trujillo, Mons. Miguel Cabrejos, solicitó a la clase empresarial, que
tenga acciones solidarias concretas hacia los más necesitados. Para
continuar con la campaña "Comparte tu pan con el más necesitado".
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