CIUDAD DEL VATICANO.- El Santo Padre en el "Lunes del Ángel" recuerda con cercanía y afecto a
todos los países fuertemente golpeados por el coronavirus y asegura sus
oraciones por todos ellos: "No olviden que el Papa reza por vosotros".
También ha reflexionado sobre el imprescindible papel de la mujer en el
mundo, que desde el anuncio de la Resurrección de Jesús hasta nuestros
días, ha sido siempre primordial.
Este primer lunes de Pascua, conocido como “Lunes del Ángel”, el Papa
Francisco ha rezado a la Virgen María el Regina Coeli, pero antes de su
oración, ha comentado el Evangelio de hoy según Mateo en el que el
evangelista narra que las mujeres asustadas salen apresuradamente del
sepulcro de Jesús, que han encontrado vacío; pero Jesús mismo se les
aparece en el camino diciendo: "No tengáis miedo; id y anunciad a mis
hermanos y hermanas que se vayan a Galilea: allí me verán".
El Pontífice ha explicado que con estas palabras, el Resucitado, por
un lado, “confía a las mujeres un mandato misionero hacia los
Apóstoles”; por otro, “recompensa con este gesto especial de atención y
predilección el admirable ejemplo de fidelidad, dedicación y amor a
Cristo de estas mujeres”.
El Papa Francisco después explica como la fe de las mujeres, de los
discípulos y en especial de Pedro, dio un salto cualitativo que “sólo el
Espíritu Santo, don del Resucitado, podía provocar”. “Jesús les había
predicho repetidamente que, después de la pasión y la cruz, resucitaría,
pero los discípulos no lo habían entendido, porque aún no estaban
preparados” asegura el Papa, puntualizando que la Resurrección de Jesús
“nos dice que la última palabra no es la muerte, sino la vida” pues al
resucitar al Hijo unigénito – continua – “Dios Padre ha manifestado
plenamente su amor y misericordia por la humanidad de todos los
tiempos”.
El Papa además nos dice cual es el mensaje pascual que estamos
llamados a proclamar, con palabras y sobre todo con el testimonio de la
vida: “Si Cristo ha resucitado – dice – es posible mirar con confianza
todos los acontecimientos de nuestra existencia, incluso los más
difíciles llenos de angustia e incertidumbre”. El Papa nos pide hoy que
esta alegre noticia “resuene en nuestros hogares y en nuestros
corazones: "¡Cristo, mi esperanza, ha resucitado!”, pues – puntualiza –
“esta certeza refuerza la fe de todo bautizado y anima especialmente a
aquellos que se enfrentan a mayores sufrimientos y dificultades”.
Y justo antes de rezar a la Madre del cielo, el Papa ha expresado su
deseo de Pascua: “Que María, testigo silencioso de la muerte y
resurrección de su hijo Jesús, nos ayude a creer firmemente en este
misterio de salvación que, acogido con fe, puede cambiar nuestras
vidas”.
Después de rezar a la Reina del cielo, el Papa hecho una pequeña
reflexión sobre el importante papel de la mujer en el mundo, ya desde
tiempos del anuncio de la Resurrección de Jesús: “Hoy quisiera
recordarles lo que hacen muchas mujeres, incluso en este momento de
emergencia sanitaria, para cuidar a otros: doctoras, enfermeras, agentes
de las fuerzas del orden y de las cárceles, empleadas de tiendas de
bienes de primera necesidad... y muchas madres y hermanas que se
encuentran encerradas en la casa con toda la familia, con niños,
ancianos y discapacitados”. El Papa ha dirigido un pensamiento especial a
aquellas mujeres que corren el riesgo de ser sometidas a violencia “por
una convivencia de la cual llevan una carga demasiado grande”: “Oramos
por ellas, que el Señor les dé fuerzas y que nuestras comunidades puedan
apoyarlas junto con sus familias”.
Al final de sus palabras después del rezo mariano, Francisco ha
recordado con cercanía y afecto a todos los países fuertemente golpeados
por coronavirus, algunos de ellos con gran número de contagiados y
muertos, y ha asegurado sus oraciones por todos ellos: "no olviden que el
Papa reza por vosotros" ha concluido.
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