miércoles, 10 de abril de 2019

El Vaticano abre una investigación sobre Emanuela Orlandi 35 años después de su desaparición


CIUDAD DEL VATICANO.- El Vaticano ha abierto por primera vez una investigación sobre la desaparición de Emanuela Orlandi, la hija de un empleado vaticano desaparecida en 1983, tras la petición de la familia.

Así lo confirmó hoy la abogada de la familia, Laura Sgro, quien explicó que han pedido al Vaticano información sobre una de las tumbas que se encuentran en el cementerio teutónico en el interior del Estado pontificio, pero también poder escuchar a algunas personas y copia de algunos documentos.
Sgro puntualizó que aunque la Secretaria de Estado autorizó la apertura de una investigación no sabe aún a cuáles de estas peticiones accederá el Vaticano.
"Después de 35 años, el Vaticano finalmente investiga oficialmente sobre la desaparición de mi hermana, Esperemos que llegue el momento de la verdad y de la justicia para Emanuela", dijo Pietro Orlandi a los medios italianos, destacando que por primera vez había colaboración.
La familia Orlandi pidió en marzo al secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, la apertura e información de una de las tumbas que se encuentran en el cementerio teutónico en el interior del Estado pontificio, después de que el verano pasado recibieran una carta anónima con una foto del sepulcro con la frase "Busque dónde indica el ángel".
Según destacó entonces Sgró, tras algunas investigaciones se descubrió que la tumba se abrió al menos una vez y que la datación de la estatua es diferente de la de la losa.
La tumba se encuentra en el cementerio teutónico, dentro de los muros vaticanos, donde una vez estuvo el llamado Circo de Nerón, lugar de martirio de muchos de los primeros cristianos, y posteriormente pasó a ser propiedad de una fundación alemana.
En este cementerio, apoyada en una de las paredes, se encuentra una estatua de un ángel que sostiene una sábana con el texto latino "Requiescat in pace" (Descanse en paz), mientras que en la lápida hay una inscripción fúnebre dedicada a la princesa Sofía y al príncipe Gustavo von Hohenlohe, quien en 1857 fue nombrado arzobispo por el papa Pío IX.
El caso Orlandi, la niña de 15 años que desapareció el 22 de junio de 1983 cuando salía de la escuela de música de San Apolinar, en el centro de Roma, sin que desde entonces haya habido noticias sobre su paradero, ha estado siempre rodeado de misterio por la existencia de varias teorías de la implicación desde hombres de la Curia vaticana, a la Banda de la Magliana (la mafia de Roma) o del atentado a Juan Pablo II a manos del turco Ali Agca.
La familia lleva años intentando encontrar pistas de lo que ocurrió y ya en 2012 pidieron una investigación cuando se encontraron restos óseos sin identificar al lado de la tumba en la basílica de San Apolinar de Enrico De Pedis, jefe de la "Banda de la Magliana", la mafia de Roma durante los años 70 y 80.
La pista de que alguien había encargado a dicha banda secuestrar a Orlandi fue una de las hipótesis evaluadas durante la investigación, sobre todo después de que la novia de De Pedis, Sabrina Minardi, confesara que la chica fue secuestrada por indicación del arzobispo estadounidense Paul Marcinkus, entonces director del Instituto para las Obras Religiosas (el IOR, más conocido como el Banco Vaticano) "para dar un escarmiento a alguien".


Emanuela Orlandi (nacida en Roma, el 14 de enero de 1968) fue una adolescente de 15 años que desapareció en la ciudad de Roma el 22 de junio de 1983, en lo que luego fue considerado como un secuestro cuyo motivo no resulta todavía claro. Tratándose de la hija de un empleado que trabajaba en la Ciudad del Vaticano, el hecho tuvo una gran repercusión en Italia y en el mundo entero, sobre todo después de dos intervenciones públicas del papa Juan Pablo II a favor de Emanuela.
El caso de la desaparición (o secuestro) de Emanuela Orlandi ha suscitado numerosas hipótesis. Todavía no hay certeza de que haya muerto o de que se encuentre viva en algún lugar. En diversas ocasiones su caso ha sido relacionado con el juicio a Ali Ağca, el terrorista que intentó matar a Juan Pablo II en mayo de 1981.
En 2005 Sabrina Minardi, ex amante del capo de la mafia Enrico De Pedis, afirmó que él mismo era el autor del secuestro de Orlandi. En 2009, Minardi dijo a la Fiscalía de Roma que ella fue la encargada de introducir a la joven en su automóvil y llevarla hasta el lugar donde le dijo su amante.
El sacerdote de 85 años y jefe de exorcistas de la Santa Sede, nombrado por Juan Pablo II, padre Gabriele Amorth, afirmó en 2012 que en la desaparición de Orlandi podría haber estado involucrado un policía que prestaba servicios en la Ciudad del Vaticano y personal diplomático de una embajada extranjera ante la Santa Sede –aunque no estuviera para nada convencido de la conexión diplomática– siendo pues un caso de explotación sexual seguido de homicidio.
Unos pocos días antes y el mismo año de producirse la desaparición de la joven Emanuela, desaparecía también en la ciudad de Roma otra joven quinceañera de nombre Mirella Gregori, en similares condiciones que Orlandi.
El caso también ha quedado insoluto y envuelto en el mayor misterio desde entonces y ninguna otra explicación ha podido brindarse, salvo las que Mehmet Ali Ağca ha agregado en una famosa entrevista ​ con el hermano de Emanuela, Pietro Orlandi, en el año 2010, donde ha confirmado que la «conexión» diplomática era una maniobra de distracción producida por los servicios secretos del orbe comunista, confirmando implícitamente la tesis del Padre G. Amorth. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario