MÉXICO.- Normalmente estaría mal visto en cualquier lado que un sacerdote
interrumpa una misa para atender una llamada telefónica, pero no tanto
si el que llama es el papa Francisco, como sucedió en México.
El
cura Miguel Domínguez detuvo intempestivamente una lectura durante la
misa que celebraba en la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción en
Jalostotitlán, en el estado occidental Jalisco, al darse cuenta de que
tenía una llamada en su teléfono móvil.
Tras hacer un gesto con
la mano en señal de que regresaría en un momento, dio la espalda a los
feligreses que seguían la misa por redes sociales, abandonó el altar y
entró a la sacristía, de acuerdo a un video de la parroquia subido a su
página en Facebook esta semana.
Después
de varios segundos de suspenso, se escucha la aparente voz del papa
Francisco diciendo “creo que todavía aguanto”, en respuesta a una
pregunta del cura, al que nuevamente se ve en otra puerta de la
sacristía.
“¿Cómo están sus pulmones?”, le consulta nuevamente el
cura Miguel, como lo conocen sus parroquianos. “Bien, muy bien. ¿Qué
estás haciendo vos ahora?”, le devuelve la pregunta Francisco y le pide
que envíe un saludo a sus feligreses.
“La bendición y que recen
por mí”, dice el papa. A continuación, el padre Miguel regresa sonriente
al altar y se dirige otra vez a su auditorio.
“Disculpen.
¿Se oyó? ¿un poquito? Le damos un aplauso al papa, ¿no? Que se toma el
tiempo de llamar y de saludarlos; que nos sintamos fortalecidos con
eso”. Y prosigue con la lectura como si nada hubiera pasado.
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