ROMA.- Marco Pannella, histórico líder del Partido
Radical italiano y firme defensor defensor de los derechos
civiles y humanos, interrumpió hoy por un rato una huelga de
hambre y de sed, tras hablar por teléfono con el papa Francisco
sobre el crítico tema de las condiciones de vida de los
detenidos en las cárceles del país.
Además del mismo Pannella (de 83 años) la noticia fue difundida por la emisora del Partido Radical: "Yo también lo ayudaré contra esta injusticia, y hablaré del problema con los detenidos", afirmó -según esa radio- el Sumo Pontífice durante la conversación telefónica, de unos veinte minutos.
Medios italianos no descartan que al afrontar el tema de las cárceles, durante la conversación Bergoglio y Pannella hayan afrontado también de la cuestión de la amnistía.
Pannella, protagonista por años de batallas políticas en frentes como el divorcio, la liberalización de las drogas livianas y el aborto, fue sometido días atrás a una delicada operación coronaria.
Pese a ésto, emprendió una huelga de hambre y de sed en
defensa de los derechos de los detenidos en las prisiones, como
ha hecho por otra parte en numerosas ocasiones en su vida, para
llamar la atención de los medios precisamente sobre las
condiciones de vida de quien está tras las rejas.
Hoy recibió de manera sorpresiva un llamado de papa Bergoglio
quien quería informarse sobre su estado de salud, además de
preguntarle si era cierto lo que afirman los medios italianos, o
sea si tiene intención de seguir con su protesta sin comer ni
tomar agua.
"En efecto, es así", fue la respuesta del líder radical, quien sin embargo -precisamente "como reconocimiento" a la llamada del Papa- aceptó interrumpir momentáneamente esa medida y tomar un café, además someterse a dos transfusiones de sangre, tal cual le vienen pidiendo desde hace día sus médicos.
Comentando la noticia, los radicales italianos no escondieron su sorpresa por el llamado del Papa: "hasta hace unos años -precisaron- hubiera sido simplemente impensable una conversación telefónica entre el Pontífice y Pannella", a raíz precisamente del perfil del combativo político italiano.
"En efecto, es así", fue la respuesta del líder radical, quien sin embargo -precisamente "como reconocimiento" a la llamada del Papa- aceptó interrumpir momentáneamente esa medida y tomar un café, además someterse a dos transfusiones de sangre, tal cual le vienen pidiendo desde hace día sus médicos.
Comentando la noticia, los radicales italianos no escondieron su sorpresa por el llamado del Papa: "hasta hace unos años -precisaron- hubiera sido simplemente impensable una conversación telefónica entre el Pontífice y Pannella", a raíz precisamente del perfil del combativo político italiano.
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