CIUDAD DEL VATICANO.- Las autoridades del Vaticano han arrestado al financiero italiano Gianluigi Torzi,
acusado de delitos como extorsión, blanqueo de capitales y estafa en el
marco de una investigación por irregularidades inmobiliarias.
El promotor de Justicia (fiscal vaticano) Gian Piero Milano y su adjunto, Alessandro Diddi,
han interrogado a Torzi, acompañado por sus abogados, y al término del
encuentro decidieron su detención, según un comunicado de la Oficina de
Prensa de la Santa Sede.
El financiero se encuentra arrestado en las dependencias de la
Gendarmería del Estado Vaticano. Se le imputan los delitos de extorsión,
malversación, estafa agravada y blanqueo de capitales, que le podrían acarrear penas de hasta doce años de prisión de acuerdo a la legislación vaticana.
Su arresto llega en medio de una investigación por la compraventa de
un edificio en Londres, en Sloane Avenue, y la gestión del Óbolo de San
Pedro, el fondo que recoge los donativos de los fieles para las obras de
caridad del pontífice.
Torzi supuestamente actuó como intermediario en la compraventa del
inmueble, para devolver su propiedad a la Secretaría de Estado de la
Santa Sede, informa el portal Vatican News.
Esta operación
inmobiliaria, cuyos pormenores todavía no han sido oficializados, ha
implicado a una red formada por algunos funcionarios de la Secretaría de
Estado vaticana.
El pasado 1 de octubre, los investigadores de Estado de la Ciudad del
Vaticano registraron su propia Secretaría de Estado tras recibir meses
antes una serie de denuncias sobre operaciones financieras e
inmobiliarias presuntamente irregulares.
Posteriormente fueron suspendidos de empleo algunos funcionarios de
la Secretaría de estado, entre estos Tommaso Di Ruzza, el director de la
Autoridad de Información Financiera (AIF), organismo instituido para la
lucha contra el blanqueo de capitales.
Pero también el jefe del
Departamento de Información y Documentación, Mauro Carlino; los
dirigentes de la Secretaría Vincenzo Mauriello y Fabrizio Tirabassi, y
una empleada de la Administración, Caterina Sansone.
La filtración de estos nombres derivó dos semanas después en la
dimisión del jefe de seguridad del papa, Domenico Giani, después de dos
décadas al servicio de tres pontífices. En febrero la Fiscalía vaticana
requisó documentos y dispositivos electrónicos en las dependencias de un
antiguo alto cargo de la Secretaría de Estado, Alberto Perlasca, exjefe
de la Oficina Administrativa de la Primera Sección de la Secretaría de
Estado.
Los hechos se enmarcarían en el periodo en el que el cardenal Angelo
Becciu estuvo en la oficina para los Asuntos Generales de la Secretaría
de Estado, de la que salió en septiembre de 2018 como prefecto de la
Congregación para las Causas de los Santos.
El purpurado aseguró el
pasado febrero que él no está investigado y negó que se haya gastado
dinero del Óbolo con fines especulativos en la compra de ese inmueble.
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