domingo, 14 de junio de 2020

El papa Francisco celebra la misa del Corpus Christi para 50 personas en la basílica de San Pedro


CIUDAD DEL VATICANO.-El Papa Francisco ha afirmado este domingo que «la Eucaristía contiene los anticuerpos para nuestra memoria enferma de negatividad. Con Jesús podemos inmunizarnos de la tristeza». Aunque solo fueron admitidos cincuenta fieles -con mascarillas y distanciados- en la inmensa basílica de San Pedro, varios millones seguían la ceremonia por internet y televisión.
Según el Santo Padre, «la Eucaristía nos transforma en portadores de Dios: portadores de alegría y no de negatividad», por lo que ha invitado a preguntarse: «Y nosotros, que vamos a Misa, ¿qué llevamos al mundo? ¿Nuestra tristeza, nuestra amargura o la alegría del Señor? ¿Recibimos la Comunión y luego seguimos quejándonos, criticando y compadeciéndonos a nosotros mismos? Pero esto no mejora las cosas para nada, mientras que la alegría del Señor cambia la vida».
El Papa ha reconocido que «muchos tienen la memoria herida por la falta de afecto y las amargas decepciones recibidas de quien habría tenido que dar amor pero que, en cambio, dejó desolado el corazón». Ante esas situaciones, «nos gustaría volver atrás y cambiar el pasado, pero no es posible. Sin embargo, Dios puede curar esas heridas, infundiendo en nuestra memoria un amor más grande: el suyo».
Francisco ha añadido que «la Eucaristía sana nuestra memoria cerrada. Las heridas que llevamos dentro no solo nos crean problemas a nosotros mismos, sino también a los demás. Nos vuelven temerosos y suspicaces. Al principio, cerrados; pero, a la larga, cínicos e indiferentes».
Según el Papa, la cercanía a Jesús, «nos recuerda que no somos solamente bocas que alimentar, sino también sus manos para alimentar a nuestro prójimo». Por eso, «es urgente que ahora nos hagamos cargo de los que tienen hambre de comida y de dignidad, de los que no tienen trabajo y luchan por salir adelante».
En esa línea de prestar ayuda real a personas reales, el cardenal Peter Turkson, prefecto del departamento de Desarrollo Humano Integral, acompañó el sábado a los voluntarios de la «Asociación 21 de julio» a dos barrios de chabolas en las afueras de Roma para saludar a las familias gitanas de parte del Papa y entregarles seis mil mascarillas, tres mil pares de guantes de vinilos, medicinas y alimentos.
Como este domingo se celebra el Día Mundial del Donante de Sangre, el Papa lo ha recordado en el encuentro con los fieles para el rezo del Ángelus en la plaza de San Pedro, invitando a multiplicar ese gesto de generosidad.

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