MADRID.- El presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Juan José
Omella, ha lamentado este miércoles que haya obispos y sacerdotes que
"no dan la talla", igual que ocurre con los políticos y ha reconocido
que "un escándalo de un sacerdote hace que mucha gente se vaya".
Lo ha dicho durante su participación en un diálogo online organizado por la Fundación Pablo VI,
en el que ha analizado algunos de los retos del mundo pos-COVID-19 y
durante el que ha subrayado que "si hay ateos en el mundo es porque hay
malos cristianos", igual que ocurre en la política; "si hay gente que se
desengancha de la política es porque hay políticos que no son buenos".
El
cardenal arzobispo de Barcelona ha criticado que en estos momentos de
crisis algunos políticos se hayan subido el sueldo y ha dicho que ahora
se necesitan líderes políticos y religiosos que sean "muy coherentes",
que cumplan lo que dicen y "con los pies en la tierra".
"Recojo lo que dice la gente, que el sueldo de algunos políticos se
haya subido en lugar de bajarse es una cosa que duele", ha lamentado
Omella.
El presidente de la CEE ha reconocido que también en la Iglesia católica es necesario hacer autocrítica,
pero ha recordado que han pedido a los sacerdotes y obispos españoles
que se bajen el sueldo y lo compartan con quienes menos tienen y lo
estén pasando peor.
"La política es un oficio muy noble y muy digno y ciertamente tenemos
políticos muy respetables ante los que hay que quitarse el sombrero,
pero también hay gente que no da la talla, pero eso pasa también en la
Iglesia, tenemos obispos, sacerdotes, que no damos la talla, pero hay
otros que son auténticos santos ante los que la gente se arrodilla", ha
dicho. No obstante -ha advertido- "un escándalo de un sacerdote hace que mucha gente se vaya".
Ha
sostenido que el papel de la Iglesia es "sembrar paz y procurar unir a
la gente" y no "echar más leña al fuego", y ha defendido que en estos
momento se necesitan líderes sociales, políticos y religiosos que sean
muy coherentes.
Omella ha lamentado el clima de "crispación y enfrentamiento" que existe en la vida social y política
y ha hecho un llamamiento a la búsqueda de espacios en los que se pueda
dialogar sin insultar y alcanzar pactos políticos.
"Me duele mucho esa
imagen de crispación y enfrentamiento y parece que la gente está
deseando que se peguen entre ellos los responsables de cualquier
ámbito", ha lamentado el cardenal arzobispo de Barcelona. "Busquemos el
bien común, no las ideologías", ha animado el presidente de la CEE.
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