CIUDAD DEL VATICANO.- El papa Francisco ha aprobado nuevas reglas para las compras y gastos en
el Vaticano dirigidas a reducir los costes, garantizar una competencia
transparente y reducir el riesgo de corrupción en la adjudicación de
contratos.
Una Carta Apostólica y 30 páginas de una nueva normativa publicada el
lunes son la culminación de un proceso de cuatro años para racionalizar
los procedimientos de gasto y hacer frente al nepotismo y el
favoritismo.
Estas llegan cuando la pandemia del coronavirus ha
causado estragos en las finanzas del Vaticano, forzándolo a implementar
algunas de las medidas de control de costes más duras de la historia.
En su carta (haga clic aquí para ver la carta bit.ly/2yX4WBq),
Francis dijo que las nuevas normas permitirían "reducir
considerablemente el peligro de corrupción de los que están llamados a
gobernar y administrar los órganos de la Santa Sede y del Estado de la
Ciudad del Vaticano".
La
nueva normativa exige procedimientos muy detallados y transparentes
para la adjudicación de contratos de bienes y servicios. La mayoría de
los contratos del Vaticano son con empresas italianas.
Documentos
filtrados durante el pontificado del predecesor de Francisco, el papa
Benedicto, mostraron que un departamento del Vaticano pagó a una empresa
constructora italiana una cantidad exorbitante para construir una
escena del nacimiento en la Plaza de San Pedro.
Un cambio
importante es la institución de una lista única de proveedores aprobados
para todos los departamentos del Vaticano, mientras que antes cada uno
tenía su propia lista.
El profesor Vincenzo Buonomo, rector de la
Universidad Pontificia de Letrán, dijo a la página oficial de noticias
del Vaticano que esta medida ayudaría a eliminar el favoritismo y
aseguraría una competencia justa y una economía de escala.
Fuentes
del Vaticano han dicho que en el pasado, por ejemplo, tuvieron que
comprar material de oficina de una empresa que había sido utilizada
durante años, a pesar de que estaba disponible por menos dinero en otros
lugares.
Buonomo dijo que las nuevas normas harían que el
Vaticano cumpliera plenamente con la Convención de Mérida de las
Naciones Unidas contra la corrupción, que la Santa Sede firmó en 2016.
Giuseppe
Pignatone, un exfiscal anti-Mafia italiano que ahora dirige el sistema
judicial del Vaticano, dijo que las normas dan a los funcionarios
judiciales el poder de suspender contratos sospechosos.
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