CIUDAD DEL VATICANO.- El papa Francisco, que proviene de la orden jesuita, se
saltó el martes los procedimientos tradicionales y concedió la santidad
por decreto al padre Pierre Favre, un sacerdote del siglo XVI que fue
uno de los primeros jesuitas.
Favre era cercano a Ignacio de Loyola, el español que fundó la orden religiosa.
Francisco, el primer Papa jesuita en la historia, aplicó un
procedimiento utilizado en pocas ocasiones llamado "canonización
equivalente".
Esto significa que Favre fue proclamado santo por decreto, sin una
ceremonia formal y sin la necesidad de que se haya producido un milagro
gracias a su intercesión.
Francisco, que suele hablar de su devoción por Favre y admiración
por la espiritualidad de los primeros jesuitas, firmó un decreto que
sumó el nombre de Favre al calendario universal de santos de la Iglesia
Católica Romana.
Favre, que nació en Francia en 1506 y murió en Roma en 1546, fue beatificado en 1872.
El sacerdote pasó gran parte de su vida adulta predicando a protestantes en Alemania durante la Reforma.
El procedimiento de "canonización equivalente" ha sido utilizado por
los pontífices para otorgar la santidad a personas que murieron hace
mucho tiempo y a quienes la Iglesia ha reverenciado como santos durante
siglos.
El papa Benedicto XVI lo utilizó en tres ocasiones, el papa Juan
Pablo II lo utilizó una vez y Francisco lo utilizó en octubre para
canonizar a una monja italiana, Angela de Foligno, quien murió en 1309.
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