CIUDAD DEL VATICANO. El papa Francisco envió hoy un saludo especial a los
fieles que celebran en distintas partes del mundo la Fiesta de la
Sagrada Familia, en particular a los congregados en España en la
Basílica de la Sagrada Familia de Barcelona y en la plaza de Colón de
Madrid.
Tras el rezo del Ángelus desde la plaza de
San Pedro del Vaticano, el pontífice argentino quiso dirigirse a los
fieles que le siguieron en directo a través de imágenes por satélite,
añadiendo además una oración por la Sagrada Familia, aprovechando que el
próximo Sínodo de Obispos abordará el tema de la familia.
"Dirijo
un saludo especial a los fieles que se han conectado con nosotros desde
Nazaret, en la Basílica de la Anunciación, adonde ha viajado el
secretario general del Sínodo de Obispos; desde Barcelona, en la
Basílica de la Sagrada Familia, adonde ha ido el presidente del Consejo
Pontificio para la Familia", dijo Francisco.
También
"desde Loreto (Italia), en la Basílica Santuario de la Santa Casa. Y lo
extiendo a los congregados en varias partes del mundo con ocasión de
otras celebraciones que tienen a las familias como protagonistas, como
la de Madrid", añadió.
El papa quiso así saludar a
los fieles que participaron en la celebración organizada por el cardenal
arzobispo de Barcelona, Lluis Martínez Sistach, en la que participa el
presidente del Consejo Pontificio para la Familia, Vicenzo Paglia.
Y
también a los fieles que se desplazaron hasta la madrileña plaza de
Colón con motivo de la Fiesta de la Sagrada Familia organizada por el
cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, y que este año
lleva como lema "La familia, un lugar privilegiado".
Ya
antes del rezo del Ángelus, en una abarrotada plaza de San Pedro del
Vaticano, el pontífice argentino tuvo muy presente el tema de la
familia, al celebrarse este domingo, el primero tras el día de Navidad,
la Fiesta de la Sagrada Familia.
"Hoy el Evangelio
nos presenta la Sagrada Familia sobre la vía dolorosa del exilio, en
búsqueda de refugio en Egipto. José, María y Jesús experimentan la
condición dramática de los refugiados, marcada por el miedo, la
incertidumbre y las molestias. Desafortunadamente, en nuestros días
millones de familias pueden reconocerse en esta triste realidad", dijo
el papa.
"Casi todos los días la televisión y los
periódicos dan noticias de refugiados que huyen del hambre, la guerra,
de otros peligros graves, en búsqueda de seguridad y de una vida digna
para ellos y sus propias familias", agregó.
Francisco
afirmó que, aunque llegan a conseguir trabajo, muchos de esos
refugiados e inmigrantes "no encuentran una verdadera acogida, ni
respeto, ni se aprecian los valores de los que son portadores".
"Sus
legítimas expectativas se enfrentan a situaciones complejas y
dificultades que parecen a veces insuperables. Por eso, mientras fijamos
la mirada en la Sagrada Familia de Nazaret en el momento en el que se
ve obligada a huir, pensamos en el drama de esos emigrantes y refugiados
que son víctimas del rechazo y los abusos", indicó.
"Pero
pensamos también en los 'exiliados' que pueden estar dentro de las
mismas familias: los ancianos, por ejemplo, que a veces son tratados
como presencias molestas. Muchas veces pienso que una señal para saber
cómo va una familia es ver cómo se tratan en la misma a los niños y a
los ancianos", agregó.
El papa invitó a las familias
a tomar consciencia de la importancia que tienen en la Iglesia Católica
y en la sociedad, así como a vivir de un modo sencillo, haciendo suyas
las palabras "permiso, perdón y gracias".
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