MANAGUA.- En medio de una grave crisis social y política que vive Nicaragua, sobre la que el papa Francisco no
se pronunció, el pontífice decidió trasladar a Roma al obispo auxiliar
de Managua, monseñor Silvio Báez, conocido por sus críticas al gobierno
del presidente nicaragüense Daniel Ortega.
La decisión fue anunciada
esta madrugada por el presidente de la Conferencia Episcopal, cardenal
Leopoldo Brenes, y el propio Báez, quien expresó su “tristeza y dolor”
por tener que abandonar su país: "Yo no pedí irme, fui llamado por el Santo Padre. La decisión de que yo abandone Nicaragua la tomó él".
Báez, de 60 años, públicamente lleva meses apoyando las protestas que
estallaron hace casi un año contra Ortega y dijo que Francisco lo citó
en el Vaticano días atrás y le solicitó trasladarse a Roma asegurándole
que su permanencia sería “por un tiempo”.
El obispo,
sin embargo, no dijo si la decisión papal está relacionada con denuncias
sobre un supuesto plan para asesinarlo, revelado a inicios de este mes
por la exembajadora de Estados Unidos en Managua, Laura Dogu.
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