AMMÁN.- El Papa Francisco ha reclamado a la comunidad
internacional que no deje sola a Jordania ante la emergencia humanitaria
generada por la llegada de un número tan elevado de refugiados, durante
discurso, recibido entre aplausos y lágrimas por unos 600 jóvenes
discapacitados y refugiados de Siria cerca del río Jordán.
Improvisando, el Pontífice ha clamado contra "el dinero",
contra "los que venden las armas" y contra "los que venden muerte" y ha
pedido de nuevo por la paz en Siria. De este modo, ha hecho su tercer
llamamiento a la paz desde que aterrizó en Jordania. Francisco ha pedido
pensar "en esa pobre gente criminal para que se convierta".
En su segundo discurso pronunciado en la Iglesia latina, todavía
en construcción, cerca del río Jordán, Francisco ha pedido que la
comunidad internacional "continúe e incremente su apoyo y ayuda" al
tiempo que ha renovado su "llamamiento a la paz en Siria".
"Que cese la
violencia y se respete el derecho humanitario, garantizando la necesaria
asistencia a la población que sufre", ha agregado.
De esta manera, ha clamado "que prevalezca la razón y la
moderación" y que "con la ayuda de la comunidad internacional", Siria
"reencuentre el camino de la paz".
En esta línea, ha pedido que se fortalezcan "los corazones y las
mentes de los agentes de paz" y que "todos vuelvan a la senda de las
negociaciones", al tiempo que ha subrayado que la solución "sólo puede
venir del diálogo y de la moderación, de la compasión".
En la simbólica visita a la Iglesia Latina --cuya primera piedra
fue bendecida por el Papa Emérito, Benedicto XVI, durante su visita
apostólica en 2009_, el Pontífice ha pedido que Dios "convierta a los
violentos y a aquellos que tienen proyectos de guerra", y que se busque
"una solución política".
Ante centenares de refugiados y jóvenes con discapacidad, el Papa
les ha pedido "que se unan" a su "oración por la paz".
"Pueden hacerlo
ofreciendo a Dios sus afanes cotidianos, y así su oración será
particularmente valiosa y eficaz", ha agregado.
El Papa ha pedido a los jóvenes reunidos en la Iglesia Latina que
colaboren "con su esfuerzo y sensibilidad" en la construcción de una
"sociedad respetuosa de los más débiles, de los enfermos, de los niños,
de los ancianos".
"A pesar de las dificultades de la vida, sean signo de
esperanza", ha añadido.
Tras bendecir el agua del río Jordán, el lugar donde fue bautizado
Jesús, el Papa ha rezado durante unos minutos en silencio en el lugar
sagrado, acompañado por el rey Abdullah II y después ha firmado sobre el
libro de honor donde ha dejado escrito un largo mensaje.
Este domingo,
el Papa partirá a las 8,15 horas del aeropuerto internacional Queen Alia
de Amán hacia Belén. A las 9,30 horas tendrá lugar la ceremonia de
bienvenida en el Palacio Presidencial en Belén donde se encontrará con
el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abás.
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