ROMA.- ¿Cuánto pesan los
ingresos de los Museos Vaticanos en la solvencia inmediata de la Santa
Sede? El país más pequeño del mundo, por razones obvias, no puede pensar
en términos productivos. Bien es cierto que se trata de un Estado
funcional, al servicio de la causa religiosa del Papa y de la Iglesia
Católica, pero al fin y al cabo tiene una vida propia en el concierto
internacional. Y una autonomía económica que mantener, recuerda el diario español Público.
En este contexto, los Museos Vaticanos que acogen la célebre Capilla Sixtina de Miguel Ángel son la principal fuente de ingresos de la Ciudad del Vaticano,
con una facturación anual media que gira en torno a los 150 millones de
euros, que equivale aproximadamente al 55% de los presupuestos totales
de la Santa Sede.
Aunque es bien conocido que el Vaticano no
apuesta siempre por el equilibrio presupuestario en aras de ayudar a
las iglesias y misiones más pobres del mundo; el coronavirus ha cambiado
lógicamente no sólo su vida interna sino también el flujo de visitantes
extranjeros hacia los Museos Vaticanos.
Si por un lado la prensa
italiana asegura citando fuentes oficiales que la Santa Sede este año
2020 podría tener un déficit de más de 50 millones de euros; habría que
añadir otros 100 millones de pérdidas vinculados al coronavirus.
La desescalada ha
permitido que los "museos del Papa" estén abiertos nuevamente, con las
debidas medidas de seguridad. Pero lo cierto es que la tímida vuelta del
turismo prevista para este año no ofrece muchas esperanzas a los Museos
Vaticanos y a los responsables de las finanzas de la Santa Sede.
Así
que, por el momento, los principales visitantes de las pinacotecas del Santo Padre están siendo los romanos y,
en menor medida, el resto de transalpinos. Muchos habitantes de la
Ciudad Eterna se están acercando a los célebres Museos Vaticanos para
apreciar, sin las habituales oleadas de turistas, las grandes
colecciones papales. Como nunca antes.
¿Pero cuánto está
perdiendo el Vaticano por tener "sólo" a los romanos en sus históricos
Museos? Según una estimación publicada en los últimos días por el diario
italiano La Repubblica, a lo largo del mes de junio han entrado en los Museos Vaticanos sólo unas 60.000 personas con
una aportación de 1 millón de euros; todo ello cuando habitualmente los
ingresos precoronavirus superaban los 12 millones de euros. Así pues,
en un mes cualquiera antes de convivir con el coronavirus, los Museos
Vaticanos acogían de media unas 750.000 personas. Entre 6 y 7 millones
de turistas al año.
Así pues, la bajada
drástica de las visitas está afectando directamente en la liquidez
inmediata del Estado del Papa. Visto desde fuera, a pie de calle, el Vaticano
sufre una suerte de contradicción: tiene un gran patrimonio
inmobiliario y artístico, pero una recaudación directa muy limitada.
En
los últimos cuatro años, la Santa Sede ha registrado unos gastos anuales por un valor de 320 millones de euros, frente a unas entradas de 270 millones, así pues, con un descuadre anual de unos 50 millones de euros.
Pero este año,
además, la crisis del coronavirus ha provocado que la fuente mayoritaria
de ingresos de la Santa Sede, los Museos Vaticanos, pueda tener una
caída muy importante ya que, siguiendo el actual ritmo, se podría llegar
a los 100 millones de euros más de déficit a finales de 2020. Estos
cálculos aproximados podrían no sufrir variaciones si se tiene en cuenta
la progresiva desescalada a nivel europeo en relación al resto de
países externos de la Unión Europea; lo cual invita a pensar que para
apostar por un turismo precoronavirus habrá que esperar, al menos, al
año 2021.
Del total de los gastos anuales del país más pequeño del mundo, el grueso de los mismos, el 45%, se destina para el personal de la Santa Sede,
es decir, el aparato político y administrativo del Estado de la Ciudad
del Vaticano; otro 45% para el resto de gastos y casi el 8% a las
donaciones, es decir, a la caridad y a la financiación de las misiones
en las zonas más pobres del planeta.
La recaudación
directa del Vaticano, igualmente, no engloba a toda su fortuna. Ni mucho
menos. Sin salir del ámbito monetario, se estimas que la Santa Sede
dispone de un total de unos 5.000 millones de euros, entre capital
líquido e inversiones.
Si también se considera el patrimonio inmueble del Estado más pequeño del mundo, según el prestigioso diario económico italiano Il Sole 24 Ore, la Iglesia Católica dispone de unos 6.000 millones de euros, repartidos en escuelas, hospitales, colegios, apartamentos, etc.
El Papa Francisco
está actuando de la forma más contundente posible para limitar el
desequilibrio financiero dentro de las murallas leoninas. Desde hace
varios años, y especialmente en los últimos meses con la crisis del
coronavirus, su administración está defendiendo con contundencia la idea
de no realizar contrataciones, pero tampoco llevar a cabo ningún
despido.
Una de sus prioridades es, de hecho, limitar el despilfarro en
la compleja economía de la Santa Sede.
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