CIUDAD DEL VATICANO.- El papa Francisco ha lamentado la existencia de “resistencias malvadas” que se oponen a la reforma de la Curia y que se “refugian en las tradiciones”, en el discurso que ha dirigido a sus miembros.
Francisco ha aprovechado las felicitaciones de Navidad para expresar 
su malestar a la Curia romana, a la que dijo que la reforma que está 
implementando “será eficaz sólo y únicamente si se realiza con hombres ‘renovados’ y no simplemente con ‘nuevos’ hombres”.
En su alocución, Francisco afirmó que existe resistencia a la reforma
 que “a veces nace de la buena voluntad”, pero otras “de corazones 
asustados y endurecidos”.
“Las resistencias ocultas nacen de corazones asustados y endurecidos,
 que se alimentan de las palabras vacías del ‘gatopardismo’ espiritual 
de quien dice que quiere cambiar las cosas, pero después quiere que todo
 quede como antes”, dijo.
Y añadió que “existen también resistencias malvadas, que germinan en 
mentes perversas y se presentan cuando el demonio inspira malas 
intenciones. Este último tipo de resistencia se esconde en 
justificaciones y, en tantos casos, palabras acusatorias que se refugian
 en las tradiciones, en las apariencias, en las formalidades, en lo 
conocido (…).
Sin fines estéticos
Francisco explicó que la reforma del Gobierno de la Iglesia “no tiene fines estéticos”
 y que “no puede ser entendida como una especie de lifting o de 
maquillaje para embellecer el anciano cuerpo curial o como una operación
 de cirugía estética”.
“Queridos hermanos, no son las arrugas de la Iglesia lo que se tienen que temer, sino las manchas”, aseveró.
Por ello, indicó que para realizar la reforma no basta “cambiar el 
personal, sino que los miembros de la Curia se renueven espiritualmente,
 humanamente y profesionalmente”.
“La reforma de la Curia no se actúa con el cambio de las personas 
-que se está realizando y se realizará- sino con la conversación en las 
personas”, explicó.
Y agregó que “sin una conversión y una purificación permanente, sin un cambio de mentalidad, el esfuerzo funcional resultaría en vano”.
Por ello, recordó que en los anteriores discursos a la Curia les 
había hablado de las “enfermedades y de las curas” de los miembros del 
Gobierno de la Iglesia para “poder llegar al éxito”.
Los doce criterios de la reforma
En esta ocasión, el pontífice argentino enumeró y explicó los doce criterios que tienen que inspirar la reforma de la Curia:
 individualidad, pastoralidad, misionaridad, racionalidad, 
funcionalidad, modernidad, sobriedad, subsidiariedad, sinodalidad, 
catolicidad, profesionalidad y gradualidad.
Y advirtió también que en esta reforma debe eliminarse para siempre 
el criterio “promoveatur ut removeatur” (una ascensión para quitarse de 
en medio a alguien) que dijo “es el cáncer” de la Iglesia

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