CIUDAD DEL VATICANO.- El ligero alivio del confinamiento en Italia ha permitido al Santo Padre volver a rezar el Ángelus del domingo desde la ventana del apartamento papal junto con algunos cientos de fieles que acudieron a la plaza de San Pedro en una mañana lluviosa y muy desapacible.
Francisco agradeció calurosamente la presencia de ocho hermanas de la congregación de Hijas de Santa María del Corazón de Jesús, fundada por la santanderina madre María de Jesús Velarde: «Veo las religiosas españolas, son fantásticas. Siempre están ahí, con lluvia o con sol». Forman siempre dos filas de cuatro, reconocibles por sus elegantes hábitos «color café con leche».
Comentando la curación milagrosa de la suegra de Pedro, enferma con fiebre alta en su casa de Cafarnaúm, el Papa ha hecho notar que «la actitud y el gesto de Jesús con ella son emblemáticos: 'Se acercó y, tomándola de la mano, la levantó', señala el Evangelista. Hay mucha dulzura en ese sencillos acto, que parece casi natural».
Francisco ha recordado que el 11 de febrero se celebra «la Jornada Mundial del Enfermo, instituida por San Juan Pablo II, el cual ha donado a la Iglesia también la Carta Apostólica 'Salvifici doloris' sobre el sentido cristiano del sufrimiento humano en 1984».
Según el Papa, «la realidad que estamos viviendo en todo el mundo a causa de la pandemia vuelve particularmente actual este mensaje» pues, frente al sufrimiento humano «siempre surge en el corazón la pregunta: '¿Por que?'».
El Santo Padre ha recordado que este lunes, fiesta de santa Josefina Bakhita –la esclava sudanesa liberada por el cónsul italiano–, se celebra la Jornada Mundial de Oración Contra la Trata de Personas, «centrada este año en trabajar por una economía que no favorezca, ni siquiera indirectamente, este tráfico indigno. Que no haga del hombre o de la mujer una mercancía, un objeto».
El Papa ha manifestado preocupación el problema «del invierno demográfico en Italia», que lleva muchos años perdiendo población por falta de nacimientos. Pero, sobre todo, por el golpe de Estado del general Hlaing en Myanmar, a cuyas autoridades pide promover «la justicia social y la estabilidad nacional en pro de la armoniosa convivencia democrática».
No hay comentarios:
Publicar un comentario