CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa Francisco ha asegurado que tiene la sensación de que su pontificado va a ser "breve", de "cuatro o cinco años" y ha apuntado que él es "de la idea de lo que hizo Benedicto XVI", que renunció.
"Yo tengo la sensación que mi Pontificado va a ser breve. Cuatro o cinco años. No sé, o dos, tres.
Bueno dos ya pasaron. Es como una sensación un poco vaga. No sé qué es.
Pero tengo la sensación que el Señor me pone para una cosa breve, no
más", afirma en una entrevista con Televisa.
En
todo caso, afirma que a él no le gusta poner una edad límite, como los
80 años por ejemplo, pero recuerda que Benedicto XVI "abrió una puerta" y
"no hay que considerarlo como una excepción sino una institución".
El
Papa también confiesa que, aunque "no" le "disgusta" ser Papa, lo único
que querría es poder salir un día sin que nadie le conociera, e irse "a
una pizzería a comer una pizza".
Cuando se cumplen dos años de su
pontificado, Francisco explica que no decidió irse a Santa Marta porque
el apartamento del Vaticano fuera "lujoso" porque "no" lo es, sino
porque no hubiera tolerado la soledad allí. En cualquier caso, reconoce que busca la "sencillez" y que, por eso no puede desplazarse en un Mercedes o un BMW. "Trato de ser yo, como me gusta", subraya.
En
esta línea, se refiere a "la injusticia de las riquezas" y recuerda que
no pagar el sueldo justo o pagar en negro a la trabajadora del hogar es
"pecado mortal".
"El dinero siempre es traicionero", alerta, al tiempo que aclara que uno "no" es "comunista" por pensar así.
Sobre la reforma de la Curia, el Papa dice que la Corte pontificia es "la última corte que queda en Europa" y
es "un poco atávica".
"Las demás cortes se han democratizado, incluso
las más clásicas. Hay algo en la corte pontificia, que mantiene mucho
una tradición, un poco atávica ¿no? Y no lo digo peyorativamente, como
una cultura. Y esto hay que cambiarlo, tiene que dejar lo que pueda
tener de corte todavía y ser un grupo de trabajo, al servicio de la
Iglesia", asegura.
Para conseguir esto, apuesta por la "conversión", también para "sanear" y que no vuelvan a ocurrir casos como el de Vatileaks o los escándalos morales.
Sobre el Sínodo de la Familia, Francisco cree que se han creado unas "expectativas desmesuradas"
pero aborda la cuestión de los divorciados que se vuelven a casar para
aclarar que el hecho de dar la Comunión "no soluciona nada" porque "lo
que la Iglesia quiere" es que esa persona "se integre en la vida de la
Iglesia".
"Pero hay algunos que dicen: "No. Yo quiero tomar la
Comunión y ya está. Una escarapela. Una honorificencia. No. O sea
reintegráte", ha señalado. Además, ha puesto de manifiesto la "contradicción"
de que un mafioso, delincuente o asesino que esté casado por la Iglesia
sí pueda ser padrino de Bautismo y otro que esté divorciado no.
Por
otro lado, Francisco se muestra preocupado por la emigración que hoy en
día "es fruto del hambre, de la guerra" pero también de "la falta de trabajo",
de la "tiranía de un sistema económico que tiene al dios dinero en el
centro y no a la persona". En este sentido dice que se alegra de "que
Europa esté revisando su política migratoria".
Concretamente, preguntado por la migración en México, Francisco se refiere al narcotráfico y afirma que es una zona "de mucho sufrimiento"
donde los traficantes de droga "no se van con chiquitas". Así, ha
recordado a los 43 estudiantes desaparecidos en México que "de alguna
manera están pidiendo, no venganza, justicia, y que se los recuerde".
Para el Papa, no solo el gobierno mexicano sino todos tienen que "poner el hombro".
"Yo sé que es muy difícil denunciar a un narcotraficante.
Porque le va la vida, es una especie de martirio ¿no? Es duro, pero
creo que todos en situaciones así, sea en México o no en México, tenemos
que poner el hombro", añade.
Por otra parte, aborda el caso de abusos por parte del fundador de los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel, un "escandalazo" que le "dolió" mucho y defiende la actuación del Papa Juan Pablo II, que "dio luz verde" y de Joseph Ratzinger.
"Quiero dejar muy claro que el entonces cardenal Ratzinger y San Juan Pablo II eran conscientes y dijeron: adelante. Uno, en la investigación. Y el otro dando luz verde", insiste.
En
esta línea, Francisco explica que la Comisión para la Tutela de los
Menores quiere "prevenir" los casos de abusos y remarca que "aunque haya un solo cura es suficiente para avergonzarse y para hacer lo que hay que hacer".
"En esto hay que seguir adelante, y no volver un paso atrás", puntualiza.
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