LONDRES.- Desde finales del pasado año, el papa Francisco ha sufrido problemas de salud que le han obligado a suspender algunos de sus compromisos. En concreto, se trata de unos ataques de ciática que, por ejemplo, le impidieron celebrar la última ceremonia de 2020 y la primera de 2021. Ahora, sus médicos le han impuesto un remedio: una dieta.
Según diferentes medios, los doctores pretenden que el pontífice, que acaba de cumplir 84 años, pierda al menos dos kilos de peso para aliviar sus intensos e incapacitantes dolores de espalda.
Los doctores han recomendado al pontífice que reduzca su ingesta de pasta, que al parecer es el plato favorito de Francisco. Además, los doctores le han prohibido que abuse de pasteles y dulces, también muy del gusto del papa.
A cambio, Jorge Bergoglio tendrá que incrementar su ingesta de arroz en las comidas, así como mucha fruta, verduras, aceite de oliva y pescado, según recoge en una información el diario The Sun.
Este mismo jueves, durante una audiencia con sus cardenales, el papa tuvo que atenderlos sentado: "Debería estar hablando con ustedes de pie, pero como saben, mi ciática es muy dolorosa, es una visita muy hostil", dijo el pontífice.
"Entonces, si me permiten y les pido perdón, me dirigiré a ustedes sentado", añadió Francisco, que en el próximo mes de marzo tiene previsto realizar un viaje a Irak, que está en duda por su estado de salud.
Según fuentes cercanas al Vaticano, si los problemas de ciática del papa no mejoran a corto plazo, sus doctores podrían verse obligados a intervenir quirúrgicamente al pontífice para aliviarle sus problemas.
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